El aumento de precios es una
preocupación social, especialmente si se es parte del 70% de los trabajadores
asalariados, los que perciben menos de $5.000, según datos del Indec a junio
del 2013. O si se pertenece al 73% de los jubilados nacionales que perciben la
mínima, algo así como la mitad de los ingresos de 2/3 de los trabajadores
asalariados en la Argentina.
La demanda social popular por
mejorar los ingresos se generaliza en estas horas, y por ahora, las policías mejoraron
sus haberes, como los camioneros obtuvieron un bono de fin de año, no
remunerativo, por supuesto. Es parte de la situación de irregularidad que
sufren un tercio de los trabajadores asalariados en el país.
El nuevo piso de la demanda de
ingresos de los trabajadores, como reclamó en las calles esta semana la CTA y
otras organizaciones sociales y políticas, ronda los $8.000 y el 82% móvil para
los retirados.
Acuerdos
de precios
La política económica responde por
ahora con un nuevo “acuerdo de precios” en alimentos, bebidas, artículos de limpieza
y de tocador. Unos 180 productos con precios acordados entre proveedores y el
Estado.
¿Será uno más de otros “acuerdos”
previos?
Vuelve a aparecer la figura del
control popular, esta vez con capacidad de auditoria desde el ente de
recaudación.
Ante los bajos ingresos
populares, vale el intento de morigerar la remarcación de precios de la canasta
de consumo de las familias con menores recursos económicos y financieros.
Claro que aún falta precisar el
precio definitivo al que se ofrecerá esa lista de productos.
¿A qué precio se ofrecerán?
¿Regirán precios actuales, ya incrementados en estos días, o se retrotraerá la situación
a alguna fecha anterior?
No recuerdo que los precios
alguna vez bajaran, lo que puede
considerarse un comentario pesimista que ratifica que los “mercados” ya
hablaron. Ojalá nos equivoquemos.
El
dólar en alza
Mientras se pretende contener el
aumento de algunos precios, el de las divisas crece en forma acelerada.
No hace mucho el gobierno perjuró
que no devaluaría. El tipo de cambio ya supera el promedio de valuación
previsto para el 2014, cuestión debatida hace apenas meses, en septiembre,
cuando se aprobó el presupuesto del próximo año y se imaginaron las variables
de la evolución económica futura.
Algunos explican que no se trata
de una devaluación sino de una depreciación de la moneda local respecto de las
externas. Más allá de disquisiciones técnicas, lo real es que la modificación
del precio del dólar y las demás monedas externas incide en el establecimiento
de los precios locales, los que se corrigen en función de la dependencia de la
Argentina del ingreso de importaciones para la producción.
El costo del alza de las divisas
modifica los precios relativos en el conjunto de la economía, e induce una profundización
de la ecuación de beneficiarios y perjudicados. Así, se afirman las tendencias
a la expansión de la brecha de ingresos y calidad de vida de una mayoría
empobrecida contra una minoría de amplio acceso al mercado de consumo y
acumulación de riqueza y poder.
La política económica vuelve a
intentar administrar o contener por consenso algunos precios, mientras que
otros, caso del dólar, los aumenta.
Cortes
de electricidad y tarifas
Una incógnita pasa por la
disminución o quita de subsidios, los que significarán en simultáneo incremento
de tarifas de servicios públicos, especialmente de electricidad y transporte.
El tema se agudiza ante la
seguidilla de cortes de electricidad y agua que promueve protestas sociales y
demandas extendidas contra las empresas concesionarias producto de las privatizaciones
en los 90´.
Está claro que la política de
privatizaciones es un fracaso para la sociedad y un gran negocio para las
empresas, más allá de lo que cuentan sus balances contables.
La exhibición de pérdidas puede
asumirse como un chantaje para incrementar precios o inducir expropiaciones
ventajosas luego de agotar la potencia de la acumulación de ganancias.
El propio gobierno amenaza con
hacerse cargo de la prestación del servicio de iniciativas empresarias
descapitalizadas y sin proyectos de modernización, algo que también ocurre en el
área de las comunicaciones, especialmente la telefonía celular.
La
lógica es la del Mercado y el Estado capitalista
En definitiva, asistimos a la
lógica del Mercado capitalista, donde el aumento de precios favorece la
apropiación de mayor rentabilidad del capital y cuanto esto no es posible se
acude al Estado capitalista, primero para que subsidie, y si no alcanza, entonces
que expropie y compense la salida de la empresa en problemas.
Es la historia reciente del
correo, de los ferrocarriles y más costosa aún, la de YPF, incluyendo una
negociación que supondrá el incremento de la deuda pública por $5.000 millones
de dólares. Una deuda a cancelar por recursos fiscales a costo de satisfacer
necesidades de la población.
¿Es la subordinación a la lógica
de la ganancia la única posibilidad? Responder el interrogante
nos lleva a discutir el orden económico, político y cultural de la sociedad contemporánea,
y no solo de la Argentina, sino de la región y del mundo.
¡¡¡Felices Fiestas!!!
Buenos Aires, 20 de diciembre de 2013
5 comentarios:
Hola Julio.
Muy buena la nota. Creo que ya está más que comprabada la hipótesis de que la única lógica del mercado es maximizar el beneficio de los accionistas. El tema, a mi entender, no pasa por seguir escarbando el duro acero de los bastiones del mercado, sino en convencernos de una vez por todas que si no hay un cambio de sistema con centralidad en el Trabajo, y con orientación hacia el socialismo, seguiremos remando en dulce de leche. Abrazos desde Mendoza.
Hola Julio
Mi mayor inquietud, como partimos de palabras que en el comun,suelen ser usadas ideologicamente como un comodin,para no tratar de decir nada,
Cuando en Television, los economistas
digamos más conocidos, nos dicen, son los "precios relativos" sin ningun agragado,estan diciendo que es la relación, precio de la Fuerza de trabajo y la tasa de ganancia,y oculta su deceo de bajar salarios, o y depreciar el peso,pero además los "precios relativos" en si no dicen nada sino agregamos cual es el que aumento su productividad y cual la mantubo o la bajo.
Si dicha palabrita es un comodin usado para confundir, siempre me inquieta cuando nosotros la utilizamos.
saludos.
Al margen el FFCC, es un ejemplo no muy difundido de como el Estado
Socializa las "inversiones" que se transforman en Perdidas y Privatiza las Ganancias,dejando a las concesionarias, con el agrado de la población por tratarse del transporte de personas.
Bien Julio
Pero como toda crisis es una oportunidad,al igual que los "precios relativos" por que adoptamos
el de "servicios" a la produccion o generacion de electricidad, que nos da la oprtunidad, dado los "cortes" de energia, a que nos expliquen, que una cosa es la generacion,otra el transporte (sin el no tendriamos la misma)y la distribución. Y aqui al igual que en el FFCC, la población en gral entiende que falto el control del Estado. Porque no centrar en el control de la población y de los trabajadores en estas y en las empresas que forman los precios.
saludos cordiales.
Muy atinados los comentarios!!!
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