Los datos de la recesión, el impacto social y los debates contemporáneos

El INDEC difundió los datos de estimación mensual de actividad económica[1], de actividad industrial[2], junto a la información sobre el mercado de trabajo[3] a junio del 2016, confirmando los datos de la recesión económica y el crecimiento del desempleo, subempleo y el mantenimiento de la irregularidad en el empleo.
Recesión
La actividad económica en Junio 2016 contra mismo mes del año 2015 cayó 4,3%, dice el INDEC, y comparando el primer semestre del 2016 con el mismo periodo del 2015, la caída es del 1,3%. Se trata de una progresión donde la actividad económica cayó en cuatro de los seis meses del primer semestre: febrero, abril, mayo y junio.
Con relación al estimador mensual industrial, la situación se agrava, ya que la comparación a junio 2016 respecto del mismo mes del 2015, la caída es del 6,3%, con 5 de los 6 meses en retroceso y de manera creciente, con solo el mes de enero con un dato positivo. El acumulado anual respecto al primer semestre del 2015 es del 3,3% en ascenso.
Solo dos rubros industriales presentan crecimiento:
1)    el textil con 1,5%, con problemas derivados de la creciente importación, agravado con la recuperación de las ventas puerta a puerta vía internet, por lo que la producción foránea compite y afecta a la producción local;
2)    refinación de petróleo con 0,3%.
Los otros cinco con caída:
1)    -6,4% en alimentos, donde sobresale lácteos con -22,3%, azúcar con 14,4% y tabaco con -15,5%; afectando un sector tradicional de abastecimiento del mercado interno y externo;
2)    Papel y cartón -3,3% y edición e imprenta -10,9%;
3)    Química -6,1% y Caucho y Plástico 0,9%, con fuerte caída del rubro neumáticos en -9%;
4)    Minerales no metálicos -12% (vidrio 17,1, cemento -16,6%, materiales de la construcción -11,5%) y metálicos básicos -12% (acero), destacando la baja de un rubro de fuerte impacto en la economía y en el empleo como la construcción;
5)    Automotores -21%, y Metalmecánica -4,7%.
Aquella imagen de solución en el segundo semestre no se cumple en el transcurso de julio y agosto. La realidad es que se agudizan los problemas recesivos para consolidar un 2016 recesivo.
Venimos mal y cada vez fue peor, por eso los cierres de establecimientos y las cesantías o suspensiones. La promesa de la reactivación será verdad luego del brutal ajuste en proceso. Allí dirán que tenían razón, que siempre que llovió paró, pero claro, a costa de los de abajo.
Desempleo
El INDEC dice que la desocupación es 9,3% y la sub-ocupación alcanza al 11,2%. La desocupación en los partidos del Gran Buenos Aires es del 11,5%, en Mar del Plata del 11,6; en el Gran Rosario del 11,7 y en el Gran Córdoba del 11,7%.
Nuevamente registros de dos dígitos para un tema que consolida el deterioro de las condiciones de vida de la mayoría de la sociedad, los trabajadores, las trabajadoras y sus familias.
Además, el 33,4% de los asalariados no tienen descuento jubilatorio, confirmando la irregularidad del empleo y la impunidad empresaria.
Si la tasa de actividad es del 57.8%, para los hombres es del 69,6% y para las mujeres del 47,2% ratificando la discriminación hacia las mujeres.
El tema se repite en la tasa de empleo, del 63,7% para hombres y del 42,2% para las mujeres.
La tasa de desempleo reitera la discriminación a las mujeres, ya que para hombres es de 8,5% y para mujeres de 10,5%. Para los jóvenes menores de 29 años, el desempleo trepa al 18,9%. Mujeres y jóvenes los más perjudicados en materia laboral.
Son registros que se acompañan con ingresos deteriorados por el avance de la inflación, agravados con la discriminación hacia las mujeres. Es curioso cuando se escuchan argumentos para reducir el costo de producción con bajas del costo laboral, como si éste definiera el problema de la producción.
¿Qué ocurre con el conflicto social?
La condición objetiva es propicia para la extensión de la protesta social y queda claramente expresado en el crecimiento del conflicto contra el incremento de las tarifas de gas, luz y agua; la demanda de actualizaciones de subsidios personales y asistencia alimentaria; contra los despidos y suspensiones; tanto como fenómenos recurrentes de ocupaciones de tierra para la vivienda.
Son demandas promovidas desde el acumulado organizacional en un ciclo de luchas gestado en los 80/90, explicitado en torno al 2001 y que retoma su visibilidad ante el agravamiento de una situación estructural de deterioro social, cuya principal manifestación son los 15 millones de pobres, parte del empobrecimiento mayoritario de la sociedad en la Argentina.
Existe una subjetividad para la protesta, organizada desde concepciones políticas y culturales que no logran síntesis de proyecto político a pesar de iniciativas parciales de unidad de acción en la demanda social. Es lo que nos permite hablar de la fragmentación y diversidad de la protesta. Hay condiciones para un paro nacional, quizá la más emblemática medida de fuerza del movimiento obrero en la tradición argentina, pero necesita ser convocado.
La unidad de la CGT no alcanza, como bien definieron sus dirigentes en el primer encuentro luego del congreso unificador del 22 de agosto pasado, la CTA de los Trabajadores privilegia la Marcha Federal entre el 31 de agosto y el 2 de septiembre y la CTA Autónoma sostiene la propuesta de paro con los límites de su capacidad para hacerlo efectivo y agravada con una situación interna de fractura política, por lo que promueve iniciativas de discusión y acciones concretas para ganar conciencia entre su activo militante y organizaciones vinculadas  sobre el desafío de la hora.
El viejo sindicalismo sobrevive con base en el poder económico de organizaciones vaciadas de participación activa de sus afiliados y alejadas de las nuevas condiciones de trabajo, donde prima el trabajo irregular y sin seguridad social, la precariedad en el empleo y en los ingresos, por lo que muchos trabajadores no son contenidos por los sindicatos. Sin capacidad de negociación, salvo algunos sindicatos que aun ejercen la presión desde el conflicto para acordar con las patronales o los gobiernos, solo atinan a satisfacer parcialmente demandas sociales de contenido mutualista, para confirmar un sindicalismo de servicio, muy alejado de la tradición combativa y del clasismo.
Viejo y nuevo modelo sindical
Hace tiempo que existen condiciones para la emergencia del nuevo modelo sindical, como enunció hace 25 años la CTA y las diversas experiencias de juntas internas antiburocráticas. El intento pasa por articular la variedad de la relación laboral tal y como hoy se expresa, con trabajo regularizado e irregularizado, con seguridad social o sin ella, con ocupados o desocupados, activos y pasivos, extendiendo la contención y pertenencia a las múltiples formas que asumen trabajadoras y trabajadores.
Es cierto que la mayoría de la dirigencia sindical no tributa en esta concepción y demora la sustitución de lo viejo por lo nuevo, por lo cual el desafío del movimiento obrero requiere del protagonismo y la subjetividad consciente para abrirle camino al nuevo modelo sindical. Es una premisa necesaria para articulaciones de bloque social más allá del movimiento de trabajadores y trabajadoras, lo que supone la unidad de sectores populares diversos.
Por la historia del movimiento obrero en la Argentina, la situación actual es propicia para pensar y debatir sobre sus perspectivas y posibilidades. Con la historia remitimos a la rica tradición originaria: anarquista, socialista, comunista hasta los 30/40 del siglo pasado. También al cambio de hegemonía en el movimiento sindical con el peronismo desde mediados de los 40 hasta la actualidad, claro que matizado en el trayecto por las disputas a su interior, con corrientes críticas, a veces clasistas, que promovieron rupturas desde la misma identidad de la CGT,
Pensar críticamente el presente
El nuevo momento político en la Argentina, con un gobierno explícitamente de derecha, que accedió a la gestión mediante las urnas y por vez primera sin el rótulo de las dos identidades que ocuparon la presidencia en tiempos constitucionales, el radicalismo y el peronismo, augura nuevas mutaciones en el ámbito social, cultural y político. Eso incluye, obviamente, a las organizaciones de trabajadores y trabajadoras, en el ámbito sindical, territorial e intelectual.
Por eso necesitamos del pensamiento crítico, que polemice contra el poder de las clases dominantes, pero también en el amplio espectro de las clases subalternas, para interpretar los cambios operados en la sociedad y poder intervenir en la transformación de la sociedad.
Desde el Instituto de Estudios y Formación de la CTA Autónoma estamos comprometidos en esta búsqueda, que es el camino de la ruptura epistemológica, para ir más allá del fenómeno conflicto social, tal y como se presenta, y poder hurgar en la esencia y sus nuevas manifestaciones. Se trata de profundizar en el análisis contradictorio de la realidad para transformarla.
El pensamiento resulta imprescindible para interpretar el presente, las nuevas experiencias y los desafíos en la perspectiva de la emancipación social.
Buenos Aires, 27 de agosto de 2016



[1] INDEC. Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE). http://www.indec.gov.ar/uploads/informesdeprensa/emae_08_16.pdf
[2] INDEC. Estimador Mensual Industrial (EMI). Junio de 2016. http://www.indec.gov.ar/uploads/informesdeprensa/emi_07_16.pdf
[3] INDEC. Mercado de Trabajo: principales indicadores. Segundo trimestre de 2016. http://www.indec.gov.ar/uploads/informesdeprensa/EPH_cont_2trim16.pdf

Gobierno Macri, las tarifas y el fallo de la CSJ: la lucha continúa

La devaluación pasó, igual que la quita de retenciones o el pago a los fondos buitres, todo lo cual fue una gran transferencia de ingresos socialmente generados a sectores muy concentrados del capital, de adentro y de afuera del país. Eran los primeros tiempos del gobierno Macri, envalentonado con el triunfo electoral. Con ello creyeron que podían seguir con sus políticas de ajuste y transferencias de recursos, por lo que decidieron incrementar las tarifas de electricidad, agua y gas en valores que la sociedad consideró excesivos.
La respuesta fue una masiva protesta social que llegó al Poder Judicial y ahora falló la Corte Suprema de Justicia (CSJ) con una sentencia que retrotrajo las tarifas de gas relativas al consumo residencial, expresión menor al 30% del consumo del rubro y habilitó a que el resto de usuarios de gas, 70% de la facturación, puedan demandar contra el aumento tarifario. El fallo genera polémicas, pero no hay duda que la lucha social modificó la situación política y tensionó un camino tranquilo imaginado para el ajuste tarifario del equipo gubernamental de Macri.
Resulta evidente que el reclamo masivo de los usuarios tuvo impacto político e impidió, por ahora, el tarifazo de usuarios residenciales en el gas, aunque la lucha continua con relación al resto de los servicios públicos, especialmente en materia de electricidad. Es una motivación para que clubes, empresas recuperadas, pequeñas y medianas empresas, no contemplados en el fallo de la CSJ y otros afectados por el incremento de las tarifas demanden ante la justicia la segmentación a la hora de aplicar un cuadro tarifario.
Audiencias no vinculantes y modelo energético
Con el fallo puede interpretarse abierto el canal de la protesta. Puede pensarse que el gobierno encontró un límite a su iniciativa en la protesta social y que ese será el largo camino que recorrerá el conflicto derivado de un objetivo que aun sustentan empresas y gobierno. Estos, empresas y gobierno, no resignan su propósito por el ajuste a descargar sobre el conjunto de la sociedad y ratificar el modelo de mercantilización y privatización de la energía.
Incluso, el carácter no vinculante de las audiencias incorpora un guiño de la Justicia a las aspiraciones de las empresas y el gobierno. No puede confiarse en uno de los poderes del Estado capitalista, que como todos ellos solo entiende de correlaciones de fuerza de la dinámica social en conflicto y la Corte no quiere movilizaciones en la puerta de los Tribunales, sede de los “supremos”. Insistamos entonces que la CSJ sentenció a favor de las audiencias públicas, que no son vinculantes y que en condiciones de restricción democrática impuesta por el orden capitalista pueden ser una farsa, a menos que se sostenga la movilización popular y vaya más allá de la crítica al aumento desorbitado de las tarifas e incluya la discusión sobre el modelo energético en curso.
Por ello, se requiere partir por la demanda de investigación del destino de los gigantescos subsidios a las empresas, que significaron mecanismos de transferencias de ingresos del conjunto de la sociedad a la cuenta de ganancias de las empresas, las que privilegiaron su rentabilidad antes que realizar inversiones para atender la creciente necesidad de energía de la población. Más que subsidiar a los consumidores, los subsidios fueron formas estatales de financiar las ganancias empresarias con recursos públicos, abonados por el conjunto de la sociedad.
El problema de fondo está en el in-modificado modelo energético emergente de las privatizaciones de los 90´. Como es obvio, la CSJ no se pronuncia sobre este tema y solo se concentra en las tarifas y las audiencias.
Respecto de las audiencias públicas, también remite al polémico Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST) o precio en boca de pozo (producción del gas), el inicio de la saga de precio original del gas, a lo que se suma el transporte y la distribución. La producción representa el 60% del precio final del gas (boca de pozo) y este es subsidiado por el Estado, o sea, por el conjunto de la sociedad. La CSJ señala que el precio en boca de pozo no es una cuestión que se resuelva en el mercado, como sostiene el gobierno, ya que es un precio que fija el Estado para subsidiar a las empresas. Hay que discutir ese subsidio y con ello el modelo privado de producción y abastecimiento de energía, discutiendo el carácter mercantil de la energía y sosteniendo que la misma es un bien social, un derecho de la sociedad.
Impacto del fallo de la Corte
Resulta claro que al gobierno no le satisface el fallo de la CSJ, aunque podría haber sido peor sostienen, por eso se apresuran a la convocatoria de las audiencias no vinculantes, no solo del gas. Ahora empieza otra batalla por el sentido común de la sociedad. El Jefe de Gabinete de Ministros había sostenido que la sociedad estaba convencida de la necesidad de los ajustes de tarifas y sin embargo, la realidad transita por el conflicto aún no definido por el tarifazo, que es un tema abierto y sujeto a definición.
Se estima en 1.200 millones de dólares el costo fiscal de esta postergación en el aumento de tarifas. Por eso el chantaje del Ministro de Economía que anticipa postergaciones de inversiones públicas y demoras en la recuperación del nivel de actividad ante la demora en inversiones externas. No puede esperarse otra conducta de un gobierno que solo contempla las necesidades de ganancias de las empresas, por lo que solo cabe profundizar la línea de discusión sobre el modelo energético y productivo.
En la lógica del gobierno, de ensayo y error se piensa en que quedó firme el aumento del grueso de la facturación, a más del 70% de la misma, sin contar la capacidad de protesta que estos usuarios puedan generar. Desde el gobierno de Macri se asimila el golpe por no poder imponer el ajuste en su totalidad y se apresta a una nueva ofensiva por el ajuste de las tarifas. No solo está en cuestión el gas sino todos los servicios públicos. También requiere pensarse la capacidad del movimiento social para frenar la ofensiva por socializar el costo de la política energética y renovar los objetivos de la demanda más allá de las tarifas e instalar la discusión sobre el derecho a la energía.

Buenos Aires, 20 de agosto de 2016

Macri llega al gobierno con el voto peronista y radical

Entrevista al economista político Julio Gambina
Macri llega al gobierno con el voto peronista y radical
Mario Hernandez

M.H.: Tanto hoy (9/8) como el domingo (San Cayetano), las expectativas de los organizadores de las convocatorias a las marchas contra la política del gobierno fueron superadas. Supongo que probablemente suceda algo similar el jueves con el paro nacional de ATE. Es un poco obvia mi pregunta, ¿a qué se debe este crecimiento del conflicto social?

J.G.: No sé si es obvio. Acabo de sacar una nota este fin de semana, inspirada en la movilización de San Cayetano. Venimos de un triunfo electoral de la derecha con Macri, que es un antecedente histórico, es la primera vez en tiempos constitucionales, desde que asumió Yrigoyen, siempre gobernó el radicalismo o el peronismo. Esto habla de una crisis política muy grande. Claro que Macri llegó con el apoyo de la UCR oficial, no todo el radicalismo pero gran parte; una parte del peronismo también lo apoyó. O sea, que se puede decir que Macri llega con el voto peronista y radical.
Y venía transformando su consenso electoral en consenso político; en general, las primeras medidas fueron saludadas por el poder mundial y en buena parte por la sociedad. La primera disrupción fue el 29 de abril, en la víspera del 1º de mayo, las 5 centrales sindicales nacionales convocaron a un paro nacional, concentración y movilización que fueron muy importantes y se instaló un primer debate a posteriori con el tema de la Ley antidespidos que el gobierno vetó y lamentablemente las CGT no se sumaron al compromiso de parar y solo hicieron una movilización las dos CTA y algunos gremios de la CGT como aceiteros, bancarios, la CGT de La Matanza y organizaciones sociales. Ese fue un llamado de atención que luego se generalizó con sorpresa para el gobierno, con las protestas por los tarifazos. Hay que sumar a las dos movilizaciones que mencionás el ruidazo del jueves pasado.

M.H.: Y la convocatoria a la Marcha Federal también.

J.G.: Eso viene después, para fin de agosto.

M.H.: El agosto caliente, como me gusta denominarlo.

J.G.: Claro. El jueves al mediodía hubo una concentración en la puerta de la Corte Suprema de Justicia que es donde se está tratando cómo se va a resolver el tarifazo, por lo menos en el corto plazo, no en la magnitud en la que el gobierno pretendía.

M.H.: Le pidieron opinión a la Procuradora, tengo entendido.


Las buenas noticias no llegan, ni para el gobierno y mucho menos para la sociedad


J.G.: Por eso digo que en la justicia es donde va a resolverse el tema, por eso las movilizaciones también se están haciendo a la Corte Suprema. Lo que quiero decir es que el escenario que tenemos ahora, agosto de 2016, no tiene nada que ver con el escenario de diciembre, enero y febrero: devaluación, eliminación del cepo, acuerdo con los fondos buitre. Parecía que se sacaban de encima una cantidad de restricciones económicas y en aquel momento el discurso era que en el segundo semestre venían mejores noticias; las mejores noticias no llegan, ni para el gobierno y mucho menos para la sociedad. Y cuando pensás en términos de la sociedad, la mayoría son trabajadores, y cuando en las casas de los trabajadores empiezan a llegar las tarifas de agua, de electricidad, de gas, cuando la gente va al supermercado a comprar alimentos, pasa esto. El INDEC dice que lo más difícil es parar la inflación de alimentos.

M.H.: Eso te quería consultar específicamente, leí la nota a la que hacías referencia: “Crece el conflicto social entre la recesión y la inflación”. Y allí utilizás un término “inflación núcleo” que me gustaría que expliques, porque ahí es donde decís que está el tema duro.

J.G.: La inflación núcleo la está usando el INDEC, es el corazón de la inflación, que no está atravesada por la estacionalidad. Por ejemplo, es probable que vayas a comprarte una prenda de vestir y te encuentres con ofertas porque está terminando el invierno, aunque sigue haciendo mucho frío, desde el punto de vista de la lógica comercial empiezan a liquidarse las prendas de invierno y van a empezar a aparecer rápidamente las de primavera. Entonces, puede ser que por razones estacionales bajen los precios por liquidación de invierno. Esa no es la inflación núcleo, la que no está atravesada por temas coyunturales. Otro tema coyuntural es una gran sequía o un temporal que afecta a la producción de frutas, a la cosecha, entonces hay una modificación en los precios por un asunto coyuntural. O una crisis muy importante de un país comprador o vendedor de Argentina, la crisis brasileña respecto de los autos, por ejemplo.
La inflación núcleo es la que no está atravesada por temas externos, es pura. Lo más importante que plantea Todesca, el titular del INDEC, es que no están pudiendo controlar los alimentos, además de que el gobierno Cambiemos-PRO es lo más alejado de controlar, que es papel del Estado, ellos tienen una lógica de mercado, lo que han hecho es abrir las importaciones que tiene impacto en los precios pero, al mismo tiempo, en el cierre de muchas empresas y con esto suspensiones de trabajadores y despidos con impacto en el desempleo, en la pérdida de ingresos de la población y que lleva a la baja del consumo.
El tema es muy delicado, porque no están pudiendo controlar y para profundizar el control de la inflación le meten fuerza a la recesión. La recesión está provocada, no es que hay algunos problemas y no se puede producir. La protesta social tiene que ver con que la sociedad empieza a sentir en carne propia el impacto de la política pública, y el gobierno no está teniendo éxito. No es que a mí me interese que lo tenga, pero tenía premisas que afirmaban que si devaluaba, quitaba las retenciones y arreglaba con los buitres iba a tener inversiones externas y préstamos del exterior. No pasa ni una cosa ni la otra. Y si no hay dinero que venga de afuera por inversiones y préstamos, no hay activación de la producción dominada por transnacionales. Y no es que yo quiera que así funcione la economía argentina, pero así funciona la economía capitalista argentina, hace falta que alguien invierta, alguien que ponga plata para producir. Por ejemplo, hidrocarburos no convencionales y con fracking destruir la naturaleza, eso es Chevrón. Eso lo logró en la última etapa el gobierno kirchnerista. Chevrón vino con un acuerdo secreto que hicieron. Ahora el precio del petróleo baja, por lo tanto, el macrismo no consigue que vengan los recursos de las petroleras mundiales. Y uno de los debates que hay hoy en el gobierno, es hasta cuándo van a aguantar pagándole los subsidios a las petroleras.

M.H.: Que es una cosa terrible porque una de las justificaciones, que habla de la conservación del empleo, tampoco es cierta, porque hay 3.500 despidos en la industria petrolera.

J.G.: Te das cuenta que no tiene lógica, dicen que el Estado no tiene que intervenir entonces sacan los subsidios a las tarifas, que les saquen el subsidio a las petroleras entonces.

M.H.: Estamos hablando de la friolera de 3.500 millones de dólares.

J.G.: Sí. El precio del barril de petróleo a nivel mundial está en torno de los 40/45 dólares y en Argentina se está pagando más de 75 dólares el barril. Nosotros subsidiamos a las petroleras. No se subsidia a la población en materia de servicios públicos, que se puede discutir, hasta podés admitir eso, pero si no subsidiás a la población, tampoco subsidiés a las petroleras.


Los inversores internacionales quieren que Macri saque a la gente de la calle y discipline al movimiento social


M.H.: Este tema de la recesión inducida es advertido por el FMI y por revistas como The Economist, por ejemplo, que también llaman la atención sobre el tema del conflicto social. Porque la inversión y el conflicto social son dos cosas que se repelen.

J.G.: Macri tiene un discurso muy fuerte que afirma que hay que salir de los combustibles fósiles y los hidrocarburos e ir a la energía eólica y solar, eso es para la búsqueda de inversores internacionales en ese tema. Pero los inversores internacionales quieren que saque a la gente de la calle y que discipline al movimiento social. Además, el capital mundial hoy busca la baja del costo laboral en todo el mundo, sino no se entiende la reforma laboral en discusión en Francia en este momento, uno de los países con mayor desarrollo del Estado de bienestar, de la promoción de los derechos de los trabajadores en sentido histórico. Ahí hay una ofensiva muy fuerte para quitar derechos de los trabajadores y millones de personas en las calles salen a protestar.

M.H.: Esa reforma laboral en Francia se implementó por decreto presidencial.

J.G.: Y fue hecha desde un gobierno “socialista”. Entonces, en Argentina, con un gobierno de derecha, las clases hegemónicas y los capitales más concentrados a escala mundial también plantean que hay que disciplinar. Por eso la discusión que hay ahora planteada; muchos sindicatos piden la reapertura de paritarias y el gobierno dice que no hay que abrirlas porque la inflación va a bajar en el segundo semestre. Es probable que baje, hay una tendencia a la baja del dato inflacionario pero porque hay una extensión de los problemas de la restricción al consumo popular sobre todo. Eso es la recesión. No se produce porque no se vende, no se vende porque no se compra y no se compra porque no se tienen recursos para acceder a eso.
La inflación va a bajar y el gobierno dice entonces que en estas condiciones no hay que abrir las paritarias y quedarse con el nivel de ingresos que se logró hasta esta etapa. Que va desde un 20% los que cerraron por 6 meses para reabrir y cerrar en el segundo semestre, al promedio de 30/31% los que negociaron por un año, y la proyección inflacionaria va rondando el 45%.
El próximo martes tendremos el dato de la inflación del último mes y ahí esta la especulación de todos, que puede andar en torno del 2%, pero ese porcentaje es la inflación que había en mayo del año pasado cuanto todavía no se habían sustanciado las PASO, ni las elecciones, ni el balotaje, era una inflación escondida por el INDEC. Ahora, después de 8 meses de gobierno Macri, tenés la misma inflación que anunciabas que el kirchnerismo escondía hace más de un año atrás en Argentina.
El problema es muy serio y hay una estrategia ofensiva deliberada de bajar el costo salarial como forma de bajar el costo laboral. Y la preocupación es el esfuerzo que hace el gobierno para conseguir aliados en esa política. La semana pasada los dirigentes sindicales que concurrieron a recibir los fondos de las obras sociales, que vergonzosamente estuvieron congelados por el kirchnerismo doce años en el Banco Nación, 30.000 millones de pesos que no se actualizaron; se les entregó 2.700 millones y el resto en distintos mecanismos de bonos y promesas de una cobertura universal, pero son formas de comprar silencio y bajar conflicto social. El otro socio son los gobernadores mayoritariamente del peronismo que a cuenta de acuerdos fiscales y facilitaciones para endeudamiento público  en el exterior, lo que hacen es suscribir pactos fiscales con el gobierno y disciplinar a su tropa de la burocracia legislativa para acompañar las medidas de fondo que plantea el macrismo que es minoría en el Parlamento.

M.H.: ¿El blanqueo no vendría a dar respuesta a esta falta de inversiones?

J.G.: Esa es la apuesta ahora. Como no vienen las inversiones ni los préstamos, vamos a acudir a los recursos de fuga de capitales de la Argentina. Según el INDEC un poco más de 230.000 millones de dólares y según otras fuentes más de 400.000 mil millones de dólares. No hay palabras claras de parte del gobierno pero piensa que aparezca poco más del 10% de esto, y con un chantaje muy fuerte, porque los que fugan capitales no traen su dinero.
Lo más probable es que los que terminen blanqueando sean sectores que tienen muchos menos recursos colocados en el exterior o incluso divisas en cajas de seguridad o bajo el colchón. La cifra es muy importante por la fuga de capitales. De ahí se va a sacar además la penalidad, la multa, que le va a dar cierto alivio a la AFIP que está recaudando muy por debajo de la evolución de la inflación. En los años anteriores siempre había récord de recaudación y la inflación ayudaba a recaudar mucho. Había un estímulo al consumo y por lo tanto el IVA era una fuente de recaudación importante. Eso ya no existe, el combo recesión-inflación afecta las cuentas fiscales porque no hay una recaudación adecuada por parte de la AFIP.
Entonces, el blanqueo también le va a significar una entrada de dinero a la AFIP para ser utilizado por la Tesorería como ingreso fiscal y otra parte que se blanquee y sirva como inversión. Pero te cuento que se le está dando como beneficio al que blanquee tenencia de divisas, y en la medida que los invierta en bonos del Estado, que se acaban de emitir 8.000 millones de dólares para capturar ese tipo de recursos, el que exteriorice los tendrá que tener congelados de manera prudencial; pero de alguna manera lo que se está haciendo es un festival de bonos. Esos bonos no van a pagar interés en este momento pero sí se van a pagar en el mercado secundario, y lo que está mostrando es que la Argentina vuelve a la ronda de endeudamiento, entonces da para discutir también la lógica de los últimos años, cuando se hablaba de la lógica del desendeudamiento, con el que ganaron los que cobraron, los acreedores externos; ahora con la Argentina con un menor nivel de endeudamiento le da la posibilidad que un gobierno como el de Macri acuda al mercado mundial para re-endeudar a la Argentina y eso lo paga el conjunto de la sociedad a través de los impuestos, del gasto presupuestario, de recursos fiscales que debieran ser utilizados para muchas otras necesidades que está planteando la sociedad argentina.

M.H.: Hoy vi un documento de la “Corriente política de izquierda” que tiene fecha del 25 de mayo. Entre los que estás como firmante, junto a otros compañeros conocidos: Manuel Gutiérrez, Carlos Chile, Daniel Campione, Víctor Mendivil, etc.

J.G.: La reunión fundacional se hizo en esa fecha. Es una decisión que hemos tomado, somos compañeros y compañeros de distintas partes del país que hace mucho tiempo trabajamos juntos. Es una corriente nacional, de compañeros de distintas tradiciones políticas que venimos trabajando en el plano de la lucha social, territorial, de los derechos humanos. Y el diagnóstico que tenemos es que primero hace falta enfrentar la crisis política que hay en Argentina. Esto que decía al principio, Macri gobernando Argentina y Trump posiblemente gobernando EE. UU. o Gran Bretaña votando el Brexit. Parece que todo fuera aislado pero es parte de una crisis política muy profunda, y hay problemas muy serios en la política mundial y, por lo tanto, en Argentina también.
Esto también impone una crisis de alternativas. Hoy por muy grande que uno se crea que es, hay gran parte de la sociedad que quisiera protagonizar y participar en alguna corriente política. Nosotros difundimos ese documento ayer, y hoy ya he tenido varias notas radiales y la repercusión en las redes es impresionante, nos dicen que han leído el documento, que quieren participar. Porque hacen falta espacios políticos. No es tema de creerse grande o chico, hoy no hay alternativa política.
Coincido plenamente contigo, las movilizaciones actuales son inmensas pero fragmentadas. El drama es que deberíamos juntar todo en uno. No es sencillo, somos muchas corrientes pequeñas, es parte de la realidad, hay que tener la grandeza de constituirse y animarse a dar debates y desde esos debates que salga algo grande, como ese señor que cumple 90 años, Fidel Castro, que empezó con un grupo pequeño.
Los grupos pequeños si son coherentes y avanzan en debates acertados y son capaces de abrirle el cauce al debate teórico político, con flexibilidad táctica, como decimos en el documento, en aceptar distintas tradiciones políticas, sociales, históricas. Hay que discutir mucho cómo generar una subjetividad transformadora y consciente, saber hacia dónde vamos. Hay mucha gente que hoy cree que lo máximo de lo posible que se puede hacer en Argentina es luchar por la inclusión social, que es la gran consigna de los últimos años.
El problema es que los ciclos que limitan la capacidad de transformación le abren las puertas a gobiernos reaccionarios, conservadores que atrasan en la perspectiva de soluciones para la sociedad y, por lo tanto, no hay nada mejor que discutir con la población que el problema es el capitalismo de esta época.
Yo no comparto, pero me parece inteligente la respuesta que da la Iglesia liderada por el Papa Francisco y buena parte de la movilización del domingo pasado tiene que ver con el empuje que en ese sentido plantea la Iglesia en el tema de la pobreza, del techo, del trabajo, de la tierra, consignas que estuvieron dando vueltas el otro día. O la propia Encíclica papal planteando el tema de la crisis medioambiental.
Yo lo tomo en serio todo eso, incluso para disputar y debatir, no se pueden esperar soluciones en el marco del capitalismo. Acá hubo muchos que creyeron que se podía tener un capitalismo no neoliberal, serio, normal; y con la Corriente política de izquierda pretendemos contribuir a ese debate y abrirnos a discutir con muchas otras corrientes que existen y articularnos e intentar respuestas que puedan confrontar con la tremenda fragmentación que hay hoy en el movimiento popular.
Entrevista realizada en Buenos Aires el 9/8/2016

Más pobres, indigentes y desempleados para bajar la inflación. ¿Qué hay de la pobreza cero?

La inflación medida por el INDEC a julio del 2016 marca 2% y por encima de ese registro está el rubro alimentos y bebidas con el 2,7%. Es un dato relevante ya que para los más pobres es lo último que se deja de comprar y por ende, entre los sectores de menores ingresos se encuentran los mayores perjudicados por la evolución de los precios.
Alimentos y bebidas tienen incrementos que llegan al 38% en un mes. Entre los que más subieron están los aceites, lácteos, frutas y verduras, muchos de los cuales son parte, o debieran serlo, de la dieta cotidiana.
Por encima del promedio se encuentra el esparcimiento con un 5%, especialmente el turismo de las pasadas vacaciones de invierno, dejando claro que los pobres no tienen espacio para la diversión, el descanso o el paseo.
La salud (2,1%) y la educación (2,4%) marcan una evolución de precios por encima del promedio.
Desde el gobierno se mira la tendencia a la baja de una inflación medida por el INDEC en registro descendente desde mayo (4,2%), junio (3,1%) y ahora en julio (2%), a costa claro de ajustar hacia abajo según capacidad de los ingresos de la mayoría de la sociedad.
La anualización de la inflación, de julio a julio está por encima del 45% según que medición se tome, ya que el INDEC discontinuó su información y solo tenemos datos desde mayo pasado. El ente de la ciudad de Buenos Aires indica un 47% entre julio del 2015 y del 2016.
Para el presente año, la proyección rondará el 40%, solo si se mantiene la tendencia descendente de los últimos informes del INDEC.
Indigencia, pobreza y desempleo
Crece la pobreza, la indigencia y el desempleo a contramano de la promesa oficial de bajar a cero la pobreza. En ese sentido son varias las consideraciones a realizar.
Una proviene de la actualización de la pobreza del Observatorio social de la Universidad Católica, que indica un avance de la indigencia del 5,3% en diciembre del 2015 a 6,2% para fines del primer trimestre del 2016, sumando 400 mil nuevos indigentes.
El dato de la pobreza pasa de 29% en diciembre pasado a 32,6% a marzo del 2016, incrementando en 1,4 millones la cantidad de pobres para un registro absoluto de 13 millones de pobres sobre 40 millones de habitantes.
Puede deducirse un agravamiento de la situación desde entonces, con la inflación de abril del 6,5% y los registros del INDEC entre mayo y julio (4,2%; 3,1% y 2%), que aun con tendencia a la baja, contrastan con ingresos populares mayoritariamente congelados o actualizados en valores menores a esa evolución de los precios.
Es muy probable que la pobreza e indigencia siga degradando la condición de millones de personas en el país, agravando los problemas estructurales al respecto.
A ello debe sumarse el creciente desempleo o pérdidas de ingreso por suspensiones que motoriza la recesión económica.
Son muchos los empleos perdidos en el sector estatal y privado de la economía con bajas del nivel de actividad económica de la producción manufacturera que registra la Unión Industrial Argentina, del 9% para el mes de julio pasado, y en el mismo sentido la baja informada por la Cámara de la Construcción y que también se verifica en el sector comercial, con un combo de menores ventas y producción, coherentes con menor consumo y mayor desempleo. La recesión es un dato de la realidad.
Los ingresos previsionales se actualizan dos veces al año en un registro anual del 30% contra una inflación anualizada del orden del 45% y una tendencia a cerrar el año en torno al 40%, lo que supone una pérdida proyectada mínima de 10%.
Ni hablar del salario mínimo, que llegará a 8.000 pesos en enero del 2017 contra una canasta actual superior a los 19.000 según miden los trabajadores estatales del INDEC.
Crece la pobreza, la indigencia, el desempleo y se deteriora la calidad de vida de la mayoría de la población por la pérdida de ingresos contra aumentos del costo de vida.
El resultado económico social está a contramano de la promesa oficial para lograr pobreza cero.
La ilusión de salir de pobre en la disputa política
Parece una obviedad señalar que un gobierno que es expresión del capital más concentrado solo tiene políticas para recomponer la tasa de ganancia de los sectores económicos hegemónicos.
Aun siendo así, vale señalar la iniciativa ideológica propagandística gubernamental para justificar la situación de la política actual transfiriendo la responsabilidad a la herencia por los efectos actuales de su política y convocar a un imaginario de soluciones a futuro.
En ese plano bien vale interrogarse el hasta cuándo será aceptada la responsabilidad heredada por la historia reciente y cuando empieza el futuro de cosecha para salir de pobre a la mayoría de la población.
Son preguntas sin respuestas que escenifican la política actual en la disputa del consenso social. Es parte del discurso que actúa sobre el descontento en la gestión kirchnerista para generar sentido común favorable a la política oficial.
El gobierno seguirá prometiendo pobreza cero a futuro para facilitar consensos a sus propósitos de inserción dependiente del capitalismo local, con el límite de la protesta social que es extensa y fragmentada, sin por ahora existir síntesis política que pueda otorgarle fortaleza al movimiento popular en la confrontación con el objetivo de las clases dominantes.
Junto al gobierno disputan el consenso diversos proyectos de la oposición política, cuyos matices explicitan variantes en la gestión del capitalismo, e incluso algunos de ellos entran y salen en la dinámica de protesta social contra el ajuste y especialmente los tarifazos.
Vale la consideración para no engañarse sobre algunos proyectos políticos que a veces pueblan la protesta social sin sacar los pies del orden capitalista y hacer lo posible o permitido según la correlación de fuerzas.
Es una realidad que convoca a pensar la necesaria autonomía del movimiento popular sobre el proyecto de las clases dominantes y sus múltiples mediaciones organizacionales (partidos, sindicatos, otros), instrumentales (coaliciones, ong, etc.), mediáticas e intelectuales (periodistas, comunicadores, etc.).
Una nueva síntesis política de la protesta social y la aspiración por una nueva propuesta política popular constituye la asignatura pendiente de nuestro tiempo.

Buenos Aires, 13 de agosto de 2016

Se constituyó la Corriente Política de Izquierda en Argentina

El pasado 25 de Mayo de 2016 diversos colectivos políticos de provincias y localidades de Argentina reunidos en una asamblea fundacional nos constituimos como Corriente Política de Izquierda.
Como fruto de este encuentro surge este Documento Político que busca ser un aporte y una búsqueda de diálogo con otras experiencias políticas que trabajan y sueñan con la unidad del campo popular y el socialismo para nuestros pueblos. Documento que necesariamente tendrá que devenir en programa, en formación, en organización y comunicación.


Documento


            Este 25 de mayo, a doscientos diecisiete años que Moreno, Belgrano, Castelli, Monteagudo, entre sus hijos más consecuentes, abrieran cauce, con su acción política,  al proceso revolucionario que establecía la igualdad entre los seres humanos y el reparto justo y universal de tierras como formas concretas del ejercicio de la independencia y la soberanía, venimos a reafirmar nuestro compromiso con una revolución que vaya más allá y confronte con el colonialismo, el capitalismo, el imperialismo, el patriarcado y toda forma de discriminación. Necesitamos frenar la barbarie ilimitada del capitalismo depredador de la Naturaleza y la Vida y construir una nueva sociedad.

            En esta convicción, decidimos constituir la Corriente para construir una ofensiva popular revolucionaria en Argentina. Estamos convencidos de la necesidad y el desafío que significa construir una herramienta política para la revolución en la Argentina.

            Sostenemos que el principal problema del movimiento popular en la Argentina,  en Nuestra América y en el mundo es  el desarrollo de una ofensiva popular revolucionaria.  Necesitamos contribuir a  retomar y superar la máxima acumulación de poder popular mundial, que se desplegara hacia los años 70 del siglo pasado. Desde entonces, en cambio, lo que existe es una fuerte ofensiva de las clases dominantes sobre los trabajadores, los bienes comunes y la sociedad.

            Nos referimos al cuadro de situación emergente desde el golpe genocida de 1973 en Chile, en 1976 en la Argentina y en toda Sudamérica que, bajo la aplicación del terrorismo de Estado, se propusieron desarticular toda respuesta desde abajo para el proceso de emancipación y la revolución contra el capitalismo y por el socialismo.

            A cuatro décadas del golpe genocida y más de treinta años de experiencia constitucional en Argentina, que sin duda requieren de la elaboración de una síntesis histórica colectiva, el desafío por la democracia participativa protagonizada por las mayorías continúa pendiente, ya que la democracia por delegación existente, en realidad, expropia las necesidades e intereses populares.

            Hemos vivido de cerca los modos en que, bajo la lucha de clases, la disputa electoral y la institucionalidad burguesa que la sostiene, se favorece la lógica del capital. Cualquier germen de posibilidad de horizonte socialista es activamente enfrentado por las clases dominantes y las políticas imperiales. Así Obama, que visitó Argentina precisamente para el aniversario del golpe, ha reiterado recientemente que Venezuela constituye una amenaza a la seguridad nacional de EUA.

            Necesitamos caracterizar la etapa política en Argentina,  avanzar en un balance de la crisis del 2001 y la comprensión de los motivos que impidieron  constituir una  alternativa política revolucionaria y  que facilitaron la emergencia del kirchnerismo y,  actualmente, del macrismo. El kirchnerismo no es lo mismo que el macrismo. El macrismo representa claramente  la ofensiva estratégica brutal del capital contra la clase trabajadora.   Necesitamos sintetizar los límites demostrados por los distintos proyectos políticos de izquierda o de vocación transformadora que  intentaron disputar  hegemonía popular y necesitamos quebrar la postura del actual gobierno, interesado en que el debate se oriente a la contradicción kirchnerismo-macrismo, planteando que esas son las únicas alternativas posibles.  En la Argentina de los últimos meses, quien corrió de manera efectiva el debate político instalando la emergencia ocupacional fue el Movimiento obrero, movilizado en unidad de acción. La izquierda hoy esta desafiada a instalar el proyecto político revolucionario, por la emancipación social.

            La crisis de representación se expresa en todos los niveles y alcanza el nivel de crisis política. En el campo popular, lo que está en discusión hoy, en un contexto dialéctico entre el vacío de expresión y la fragmentación de ensayos populares, es quién le pone hegemonía al movimiento popular.  Contribuir a esa tarea  es el principal motivo de la constitución de esta Corriente Política. Tal vez la correlación de fuerzas no es buena, ni la que elegiríamos, pero tampoco lo fue  en otros momentos históricos en Cuba, Rusia, China o para Marx y Engels cuando eran parte de la Liga de los Comunistas.

            Sostenemos que también hay que pensar lo local, en la etapa,  pero sin desconocer  los efectos, en lo global, tanto de la caída de la Unión Soviética como, luego,  del ciclo latinoamericano de procesos de cambio político. Necesitamos sintetizar una crítica de estos procesos de cambio en el Siglo XXI en la región, por las expectativas generadas y su impacto en otras regiones, especialmente en Europa, como particularmente ocurrió en Grecia o España. Ver y hacer entender los límites del progresismo, la forma actual del histórico debate reforma-revolución. Tener claro que no es posible un capitalismo “social” “decente” o “con rostro humano” ni en Argentina, ni en Nuestra América, ni en el mundo. Reconocer a Cuba, como la única revolución socialista en pie. Defender y ponernos a disposición del proceso Venezolano de la Revolución Bolivariana, con la memoria de Chávez que es quien volvió a hablar de socialismo en América Latina y su intento por formular un objetivo revolucionario, hoy brutalmente atacado por el Imperio y sus socios locales. Acompañar el Socialismo Comunitario, plurinacional y pluricultural en Bolivia.

            La izquierda está en todo el mundo y necesita rediscutir la teoría y práctica de la revolución en las condiciones del capitalismo actual.  A 100  años de la escritura de “El imperialismo...” por Lenin, el capitalismo imperialista de hoy exacerba la violencia sistémica en todos los ámbitos y espacios de la vida cotidiana, revistiendo y encarnando la dominación de clase con el racismo, el colonialismo y el patriarcado. Por eso hay que generar condiciones para repensar y avanzar en una teoría y una práctica revolucionaria para actuar en el escenario actual. Está planteada otra etapa en la lucha de clases mundial. Está en debate la desnaturalización de la explotación y la opresión capitalistas por parte de las amplias mayorías y la elevación de la conciencia revolucionaria, sin calco ni copia, como sostenía Mariátegui.

            Buscamos contribuir al desarrollo de alternativa política, movimiento político y unidad del campo popular. Somos compañeras y compañeros con trayectoria en la lucha social, política, ideológica y cultural, tributarios de la amplia tradición en las enseñanzas de Carlos Marx y sus seguidores hasta nuestros días.  Pretendemos contribuir a una confluencia amplia de todas y todos las/os que protagonizan la búsqueda por construir fuerza revolucionaria. Centrada en nuestra identidad de clase trabajadora en su diversidad y complejidad actuales, anticapitalista, antiimperialista, anticolonial y anti-patriarcal. Coherente entre sus discursos y sus prácticas, que vaya entramando nuestras cotidianeidades militantes orientadas por la construcción del socialismo. Abierta a la participación plural, la escucha y la construcción en pie de igualdad de sólidos acuerdos políticos de militancia comprometida para poder unificarnos con sentidos básicos compartidos en una misma temporalidad de actuación en y hacia nuestra clase y nuestro pueblo. Con el ejemplo de Ernesto CHE Guevara como guía: capaz de reponer lo ético y lo moral en la política para soñar y contagiar el sueño de un país distinto.

            Para ello, como fuerza política, nos proponemos afirmar un proyecto estratégico, radical, con ductilidad táctica real, para poder crecer sin limitaciones. Buscamos confluir y potenciar la complementariedad de diferentes miradas que no son antagónicas, para avanzar en la lucha de clases,  con capacidad de construir respuestas  creativas como clase frente a los cambios de condiciones del capital, leyendo la coyuntura, la temporalidad y espacialidad de la política. Sin recetas. O sea capaces de construir la duda colectiva como tarea revolucionaria.    

            Pretendemos organizarnos como fuerza política a partir del encuentro de militantes de la cultura marxista, de izquierda, con sentido revolucionario, cuyas formas organizativas desafíen las ya transitadas. Con formato lábil, con ductilidad táctica, flexible, que rechace el verticalismo, el autoritarismo, la cultura delegativa y asistencial; que construya capacidades efectivas. Una fuerza con capacidad de actuar en la realidad y elevar el nivel de conciencia.  Que intervenga en  la lucha de clases con incidencia e inserción en la dinámica de masas. Que permita fortalecer la actuación en los ámbitos donde ya actuamos, con el proyecto político como guía y no como aparato.

            Transitando prácticas cotidianamente transformadoras, que  incluyéndola superen la dimensión reivindicativa, prácticas  concretas y conjuntas en planos comunicacionales, formativos, de impulso de nuevas institucionalidades radicalmente participativas, constructoras de poder territorial comunal. Autogestión, reforma agraria, reforma urbana y territorial hacia una nueva geografía del poder popular: sin expulsores ni expulsados. Habilitada a debatir realmente la participación electoral, es decir, habilitada a participar, con formas que contemplen la diversidad, aunque la lucha electoral no sea el debate de hoy. Que desarrolle teoría en función de la organización política. Con recuperación histórica que permita interrogarnos: ¿Por qué cayó el socialismo? Era socialismo? Revisando los alcances y limitaciones de la tesis del poder popular. Sin negar  la idea de partido en este proceso de reelaboración creadora.

            A partir de estas definiciones, buscamos encontrarnos y articularnos con otros procesos similares con iniciativa en el país, la región y el mundo. Abrir diálogos. Tender puentes.

            En síntesis, aspiramos a definir y transitar un objetivo revolucionario en la actual etapa de la lucha de clases: ir por el socialismo en Argentina, como aporte hacia la construcción de Nuestra Patria Latinoamericana Socialista y el mundo.  


Buenos Aires, 25 de Mayo de 2016


Primeras Firmas: Marcos Wolman, José Lualdi, Carla Rodríguez, Carlos Chile Huerta, Hugo Blasco, Julio Gambina, Manuel Gutiérrez, Daniel Campione, Beatriz Galeano, Julio Acosta, Rubén Darío Ortiz, María Elena Saludas, Claudio Acosta, Carlos Perusini, Carmen López, Homero Ramírez, Beatriz Rajland, Néstor Jeifetz, Fernando Cardozo, Mariano Gastón Randazzo, Ana Fleitas, Franco Cabrera, Rubén J. Chirizola, Jaime Fuchs , Marisa López, Leandro Cabrera, Leonor Rojas, Héctor Manfredo, Ricardo Méndez, Antonio Gervasio Nieva, Francisco Ziegler, Victoria Morales, Edgardo Fernández Stacco, Roberto Jarque, Gabriel Cena, Astor Vitali, Emiliano Randazzo, Hilda Abad, Horacio Romano, Selva Lamtzev, Emma Nicole Pietrangelo, Marta Resnicoff, Mónica Castro, Carlos Ponce de León, Camilo Peláez, Esteban Sánchez, Flavio Meles, Lucas Castiglioni, Víctor Mendibil, Graciela Darthazzau, Oscar Quintas, Sergio Gutiérrez, Luis Urrutia, Eduardo Smidt, Oscar Yankilevich, Fernando Pita, José Luis Bournasel, Enrique Elorza, Elsa Pola Monti, Juan Pedro Murga, María Eugenia Reyes, Cinthia Patricio, Paola Guerrero, Geraldine Arce, Soledad Arqueros Mejica, Pablo Marrero, Alcira Benitez, Elvis Tobar, Cristina Villarreal, Rosa Batalla, Ysmael Medina Pardo, Diego Mandile, María Paz Coniglio, Eladio Ortiz, Lujan Niripil, Ema Zimerli, Rudi Gimenez, Cristóbal Maidana, Alberto Galeano, Chilavert Federico, Noguera Cristina, Miguel Chilavert, Cristian Ariel Gordillo, Camilo Ernesto Nieva, Lidia Esther Giménez, Marcela Beatriz Molina, Hugo Zalabardo, Darío Dieguez, Maria C. Fernández, Alicia Sosa, Raúl Ortiz, Dora Perez, Nora Valenzuela, Diego Valiente, María Sol Perusini, María Luz Perusini, Eleodoro González, César Cejas, Marcos Marcelo Perusini, Betina Müller, Mariano Pasi.




Corriente Política de Izquierda