La cuestión energética se las
trae. El déficit de combustibles supuso una erogación de 9.300 millones de
dólares por importaciones en el 2011 y algo más de 10.000 millones de dólares
el año pasado.
Ahora, entre enero y mayo suman
más de 5.500 millones de dólares por importaciones de combustibles. La sola
continuidad de la tendencia señala una cifra mayor a la ya abultada del año
pasado. La estimación alcanza a los 13.000 millones de dólares, y sabemos de
las restricciones que existen en el Estado para asegurar las divisas
suficientes para cancelar deuda y la factura de combustibles por el déficit
energético.
Hace ya más de un año que se
expropió parcialmente YPF para resolver el tema del auto sostenimiento
energético. La situación es compleja y se apuesta todo a los hidrocarburos no
convencionales, de gas y petróleo, siendo el Yacimiento de Vaca Muerta la joya
a explotar. Ahí aparece el interés de EEUU, que fomenta los intereses de la
Chevron, una de las grandes empresas monopólicas del petróleo, especializada
tecnológicamente en la producción de “no convencionales”.
Todo indica que empresas chinas
estaban interesadas en Repsol, por lo que intercedió EEUU para favorecer sus
propios intereses. En ese marco están las negociaciones con la Chevron para una
inversión de 1.500 millones de dólares. En el medio apareció la demanda desde
el Ecuador contra la empresa de EEUU por 19.000 millones de dólares. Es una
acción de 30.000 personas de familias indígenas del Ecuador contra la Chevron
por daño ecológico por producciones depredadoras de la naturaleza y el hábitat
de las familias entre 1965 y 1990. En rigor es una acción contra la Texaco, que
al ser adquirida por la Chevron, ésta recibe la continuidad del accionar
judicial ecuatoriano. La Justicia argentina accedió a la demanda y ahora la
Corte Suprema de Justicia rechaza la acción. De este modo la diplomacia
estadounidense y los negocios petroleros conformes, sea la Chevron y el propio
YPF, al punto que hubo renuncias en el Directorio de YPF por los acuerdos
suscriptos.
No solo está en discusión el
carácter de la relación entre la estatizada parcialmente y la monopólica
estadounidense, sino que se adiciona la relación con Ecuador, que confiaba en
la Justicia argentina para continuar en otras latitudes con la millonaria
demanda. Habrá que ver las repercusiones del gobierno amigo del Ecuador ante la
sanción a contramano de los cortesanos argentinos. Pero más importante aún es
que entre las poblaciones cercanas al yacimiento de Vaca Muerta ha comenzado el
despliegue de un movimiento de resistencia. Incluso, ya existen 5 poblaciones
donde los Concejos Deliberantes han manifestado vía ordenanzas que no
permitirán la tecnología de la fractura hidráulica, el fracking en inglés,
mediante la cual se perfora el subsuelo a más de 3,5 km de profundidad con una
tubería por la que se inyectan toneladas de agua dulce, arena y un cóctel de
tóxicos para estallar las rocas subterráneas y que fluya al exterior el
petróleo o el gas.
La tecnología ha sido probada
exitosamente en EEUU y habilitado en ese país un movimiento de resistencia ante
las posibles contaminaciones que supone el uso de tamaña tecnología. EEUU
apuesta a superar su crisis energética con este método, y de hecho ya comenzó a
revertir su crítica situación. El gobierno de Obama privilegia estos
desarrollos para lograr el auto sostenimiento y evitar la dependencia del
petróleo del medio oriente, o de Venezuela. En Europa existen prohibiciones
absolutas sobre el sistema extractivo con fractura hidráulica, siendo una
cuestión escasamente reconocida en el país, pero que ya genera oposición entre
las poblaciones que compiten por el uso agrícola del agua. Es algo que se
asocia a otras resistencias productivas, caso de la mega minería, que también demanda cuantiosas magnitudes de
agua, sin perjuicio de los tóxicos contaminantes utilizados para la explotación
extractiva, en este caso de gas y petróleo.
En síntesis, la expropiación
parcial de YPF no parece transitar por donde imaginamos los que apoyamos el
proceso, sino por una tendencia a profundizar la dependencia petrolera, en este
caso asociada a Chevron, con problemas en el interior del propio Directorio, lo
que supuso la renuncia de Eduardo Basualdo, académico vinculado a la CTA y que
se destacó por sus críticas a las políticas hegemónicas en los 90´; pero
también con expectativas frustradas del Ecuador ante la demanda judicial y
especialmente con poblaciones enteras que organizan cuestionamientos que
involucran a todo el arco político representado en sus instituciones contra el
extractivismo y la depredación de los bienes comunes que supone el uso de la
tecnología de la fractura hidráulica. Son temas para pensar si la empresa
petrolera gestionada por el Estado transita el camino adecuado para el logro
del auto abastecimiento y más aún, si no se requiere discutir el para qué del
uso del gas y el petróleo en la Argentina, que como hemos sostenido en
anteriores ocasiones significa discutir el modelo productivo y de desarrollo en
que se encuentra la Argentina.
8
de junio de 2013
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