En la semana se anunciaron correcciones a las
asignaciones familiares, mediante lo cual, desde el gobierno se sostiene la
universalidad, pues quienes obtengan salarios de más de 7.200 pesos mensuales,
si bien no perciben el beneficio por asignación familiar mes a mes, si pueden
desgravar ese monto en la declaración anual al impuesto a las ganancias.
Fueron frustrados aquellos que esperaban anuncios
respecto de correcciones al mínimo no imponible del impuesto a las ganancias,
que por ahora se mantiene, más allá de la cuestión de fondo relativa a si los
trabajadores deben o no ser sujetos del impuesto, que por definición debiera aplicarse
al sector empresario.
Como resultado del ajuste anunciado, todos los
salarios de trabajadores regularizados menores a 7.000 pesos mensuales serán
perceptores del beneficio, siempre que el grupo familiar no supere los 14.000
pesos mensuales, o uno de los dos cónyuges ingrese más de 7.000 al mes.
Ello supone una modificación de criterio. Hasta
ahora se privilegiaba el menor ingreso de la sociedad conyugal. Desde ahora
rige el ingreso familiar a los efectos del beneficio por asignación.
Nuevas
escalas
La percepción de la asignación ocurre para
trabajadores en situación regular en una escala que señala 4 grupos.
El primer grupo es para los trabajadores de
menores ingresos, los que perciben salarios desde 200 a 3.200 pesos mensuales,
a quienes se les asigna una prestación de 340 pesos mensuales. Los montos
modificados, previamente eran desde los 100 a los 2.800 pesos, siendo la
prestación de 270. Así, el tope salarial aumenta un 14,3% y el beneficio un
25,9%. Es un dato relevante a la hora de definir la mejora en el ingreso de la
familia trabajadora.
Para el segundo grupo, se parte de trabajadores
con ingresos entre 3.201 y 4.400 pesos al mes, los que recibirán una prestación
de 250 pesos mensuales. El registro del tope salarial anterior era de 2.801 a
4.000 pesos mensuales, y el beneficio de 204 pesos. Por lo tanto, el ajuste es
de 10% para el tope salarial, y de 22,5% para el beneficio.
En el tercer grupo, aparecen los trabajadores con
ingresos mensuales entre 4.401 y 6.000 pesos, con un beneficio de 160
mensuales. Antes se reconocía tope entre 4.001 y 5.200 pesos, con beneficio de
135. Los ajustes son del 15,4% al tope salarial del grupo familiar, y del 17,6%
para la asignación.
Ahora se agrega un cuarto grupo, antes
inexistente, para quienes perciban entre 6.001 y 14.000 pesos al mes, con un
beneficio de 90 pesos mensuales.
Como se puede apreciar, mayores han sido los
ajustes de las asignaciones que las actualizaciones de los topes para las categorías
pre establecidas, las que están por debajo de los ajustes salariales discutidos
en las paritarias. Eso explica que las medidas difundidas en la semana, suponen
actualizaciones de los montos de beneficios por asignaciones familiares, aunque
algunos sectores de trabajadores puedan ingresar un menor beneficio a su
economía cotidiana.
¿Por qué? Ocurre que las negociaciones salariales
tuvieron una corrección entre el 20 y 25% promedio y los ajustes para el tope
salarial son menores al 15%, haciendo que muchos trabajadores pasen del grupo 1
al 2 y así sucesivamente, percibiendo asignaciones incluso menores que las que
venían recibiendo hasta el presente ajuste. Así, el volumen total de asignaciones
se incrementa con una redistribución al interior del conjunto de los trabajadores.
Achatamiento
de la pirámide de ingresos
La tendencia salarial de los trabajadores regularizaos
achata la pirámide de ingresos, ya que los ajustes salariales que se realizan privilegian
los mínimos, sea por correcciones al salario mínimo vital y móvil; por
actualización del mínima jubilatoria; y ahora por el mecanismo diferencial para
ajustar tope de ingresos y asignaciones familiares.
Con estas disposiciones se ajusta la Asignación
Universal por Hijo corriendo por detrás del aumento de los precios, en una
carrera que pierden desde el comienzo los sectores de menores ingresos,
situación que involucra también al sector empresario que define sus ventas a
quienes perciben ingresos fijos.
Un tema adicional de nuestro comentario es la
próxima evaluación del FMI sobre el sistema de medición de precios establecido
en la Argentina. Se espera un comentario crítico del organismo internacional, y
que viene impulsado por acreedores externos que reclaman por sus ingresos. Está
claro que esta demanda puede asociarse a la economía especulativa, mientras que
los temas relativos al mínimo no imponible en ganancia o el ajuste de las
asignaciones o los salarios son un tema que figura a la cabeza de las
reivindicaciones de los trabajadores, a la sazón, la mayoría de la población.
Buenos
Aires, 14 de septiembre de 2012
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