"Reunidos
en la sede del Sindicato de Luz y Fuerza de Mar del Plata y convocados
por FeTERA, los abajo firmantes realizamos un Encuentro sobre la Crisis
Energética y la necesidad de continuar el debate por la Soberanía
Energética. Nuestra convicción es que el tema sigue siendo un desafío
para los trabajadores, y especialmente para los pueblos de
Nuestramérica.
"Nuestro
debate comenzó por el análisis y caracterización de la crisis mundial
del capitalismo. Reconocimos que es un error radicar la crisis en los
países capitalistas desarrollados, imaginando que la misma no existe en
nuestros países. La crisis es global. Es más, el crecimiento económico
de la región se explica principalmente por el crecimiento de los precios
de los bienes primarios producidos y exportados por nuestros países, lo
que transforma a Nuestramérica en proveedora de recursos naturales
demandados por los países capitalistas desarrollados: petróleo, gas,
tierra, agua, cobre, oro, litio, alimentos (soja principalmente), etc.
Nuestramérica resulta así, nuevamente funcional a las necesidades del
capitalismo mundial.
La
crisis energética es parte de la crisis mundial, que es financiera,
económica, alimentaria, medioambiental; es sistémica, estructural y
convoca a un debate civilizatorio de carácter inmediato. Ello supone
discutir el paradigma productivo sustentado en los hidrocarburos. El
análisis en torno al cénit petrolero nos obliga a discutir sobre los
cambios en los procesos productivos. Esos cambios están en el centro del
debate mundial, especialmente cuando el poder económico y político en
el mundo discutirá en nuestra región los mecanismos de salida de la
crisis actual. Tanto el G-20 en Los Cabos, México; y Río+20 en Río de
Janeiro, Brasil, serán ámbitos de discusión (en junio del 2012) sobre
nuevas formas de relanzamiento del capitalismo en crisis, que solo trae
mayor explotación a los trabajadores, depredación del ambiente y nos
convoca a generar las condiciones necesarias para pasar de la
resistencia a la ofensiva de los trabajadores y construir una nueva
sociedad.
Rechazamos
las propuestas en el G-20 y en Río+20, que aluden a una economía verde,
un capitalismo verde, con empleos verdes, que es una forma de apropiar
el legado de lucha de los pueblos por el medio ambiente.
En
la propuesta de las clases dominantes, el imperialismo y las
transnacionales, tienen por objeto continuar con los procesos de
superexplotación de la fuerza de trabajo y los bienes comunes, los
recursos naturales abundantes en nuestramérica bajo el vocablo
“sustentable”. Nos hablan de sustentabilidad cuando el modelo productivo
y de desarrollo capitalista potencia la destrucción de la naturaleza;
nuestro hábitat. Todo por la ganancia. En nuestro debate llamamos la
atención sobre la propuesta “desarrollo sustentable”, pues la realidad
es la destrucción a que nos lleva la producción capitalista. Por eso, la
crisis no trata de recesión o de crecimiento, sino de los beneficiarios
de la producción y distribución de la riqueza socialmente creada.
En
ocasión de la Cumbre de los Pueblos realizada en Mar del Plata en
noviembre del 2005, donde quedaron enterradas las pretensiones del
imperialismo estadounidense de anexar a los países de Sudamérica al
ALCA, se organizó un Foro Regional de Energía. Allí establecimos
determinados lineamientos que aún tienen plena vigencia: “tender hacia
la búsqueda de recuperar y afianzar la denominada soberanía de la renta
energética. Asegurar el control de los recursos del sector en manos
estatales, con participación de trabajadores y usuarios en su gestión”. Y
colocábamos cinco puntos cómo propuestas a desarrollar, que hoy
ratificamos.
A saber:
1.
La lucha por servicios públicos estatales, con control de
organizaciones de usuarios, ambientalistas y de trabajadores, es
fundamental para lograr una energía al servicio de la gente.
2. Elaborar una matriz energética, consecuente con el desarrollo de los pueblos del continente.
3.
Tener servicios públicos estatales accesibles, universales, para todos
nuestros habitantes. Que no se vean desvirtuados por tercerizaciones,
gerenciamientos, concesiones y otras formas de privatización
encubiertas.
4.
Exigir que se respete la voluntad soberana de los pueblos, que a través
de vías plebiscitarias presionen para que sus recursos naturales y
servicios básicos sean patrimonio de sus respectivas naciones.
5.
Construir la alternativa latinoamericana de un bloque de integración
económica, que enfrente los acuerdos de sometimiento, que expresa el
ALCA y los Tratados Bilaterales de Inversión.
Por todo lo dicho proponemos:
1.
Adherir a las iniciativas populares de movilización hacia Río+20, en
las jornadas de protesta del 5 y 20 de junio próximo. Llamamos a sumar a
los trabajadores de la energía y a los pueblos a las diferentes
movilizaciones que se convoquen en Nuestramérica.
2.
La energía es un problema de todos. Es un bien social, no es un
“comodities”, ni una mercancía. La energía es un derecho humano y solo
se puede acceder a una vida digna si se tiene acceso al agua, a la
electricidad y al gas.
3.
Manifestamos nuestra solidaridad con los pueblos de Argentina y
Bolivia. Reivindicamos la lucha popular que llevó a la expropiación
parcial de YPF en Argentina, a la nacionalización de la Empresa
Eléctrica Española en Bolivia, y al proceso de luchas por las re
estatizaciones en la región, lo que desafía a los trabajadores y a los
pueblos a profundizar el proceso de apropiación de las empresas públicas
privatizadas en décadas anteriores.
Al
tiempo que reconocemos el papel de nuestra lucha contra las
privatizaciones, pretendemos discutir el modelo productivo y de
desarrollo, es decir, ¿para qué el petróleo, la electricidad, el gas, o
cualquier fuente de energía?
Eso
supone construir un modelo productivo y de desarrollo alternativo
sustentado en la satisfacción de las necesidades de nuestros pueblos.
4.
La integración de Nuestramérica es el desafío. No hay solución
“nacional” aislada. Es imprescindible la integración cultural, social,
política, productiva, y la urgente organización de variadas iniciativas
propuestas en estos años: Petroamérica, Banco del Sur, ALBA, Nueva
arquitectura financiera; tanto como procesos de integración que excluyen
a EEUU y Canadá, como UNASUR y CELAC.
5.
Establecer un compromiso para realizar acciones concretas que
fortalezcan el accionar de los sindicatos y organizaciones de
trabajadores y de los pueblos relativo a la ENERGÍA. El objetivo es
recuperar el internacionalismo solidario entre los pueblos en la
práctica concreta en defensa de nuestros intereses.
6.
Proponer al Vº Encuentro Sindical Nuestra América, ESNA, que adopte
esta Declaración de Mar del Plata, como parte de las consideraciones y
conclusiones del cónclave a realizarse en México el próximo 21 al 23 de
mayo del 2012.
Somos
solidarios con la lucha del Sindicato Mexicano de Electricistas, el SME,
organizadores del Vº ESNA y luchadores consecuentes por sus derechos
laborales y ciudadanos en defensa de la energía como derecho para todos.
Mar del Plata, 17 de mayo de 2012
Firman la declaración
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