Crece la deuda pública en pesos
La continuidad de la lógica de endeudamiento por parte de la nueva ministra de economía, Silvina Batakis, se inauguró hoy con la renovación de la deuda en pesos.
Es una bola gigantesca que anima las demandas de rentabilidad de los especuladores financieros en el mercado local.
Toda una timba, que saltan de las opciones del mercado de compra venta de divisas a las opciones en pesos.
El llamado a licitación de nuevos títulos puede leerse en su totalidad en el sitio del ministerio de economía.
La oferta trasciende el corto plazo y busca estimular el interés por títulos en moneda nacional hacia el 2023. Los títulos que desde hoy se licitan incluyen próximos vencimientos hasta fines del 2022 por unos 3,6 billones de pesos, un monto similar a los del primer semestre, incluso levemente menor.
Claro que, con las tensiones e incertidumbres de los últimos días, los especuladores o inversores miden las opciones de mayor rentabilidad. Por eso, las propuestas de mejores tasas de interés que se cargan a la cuenta del conjunto de la sociedad.
Hasta hace poco, la rentabilidad de las opciones financieras se disparó con operaciones en divisas, aprovechando la múltiple oferta de dólares alternativos.
Ahora, se desarman las posiciones en divisas y se aprovecha una coyuntura temporal favorable a los pesos, con elevado costo fiscal para el tesoro y lo que aporta el endeudamiento en instrumentos financieros del Banco Central.
La autoridad monetaria salió a respaldar al tesoro.
El BCRA ofrecerá “la opción de venta (put option) sobre títulos del Gobierno Nacional adjudicados a partir de julio de 2022 y que tengan vencimiento antes del 31 de diciembre de 2023.”
Luego dicen que el Banco Central es autónomo, cunado resulta evidente la coordinación con el poder ejecutivo.
Es algo corroborado con el trascendido relativo a que la propuesta del nombre de la sucesora de Guzmán provino de la presidencia del BCRA y queda clara con esta medida que se pretende sustentar la iniciativa de financiación en pesos impulsada desde la cartera de economía.
Lo que se consolidan son opciones de inversión financiera, la timba especulativa, que agregan costo al fisco en detrimento de otras demandas sociales, especialmente de sectores no favorecidas por la lógica de la ganancia.
Son sectores que esperaban algo más que anuncios para los “mercados”, el poder económico, y que esperan iniciativas de política económica que mejoren los ingresos salariales, previsionales e incluso de política social, tal como el mentado “salario universal”, que en principio alcanzaría a más de 5 millones de personas con dificultades para sustentar la cotidianeidad.
Existen expectativas de nuevas medidas que consideren la demanda de los más perjudicados por el orden económico vigente, y mientras, crecen los anuncios para transformar el descontento social en movilizaciones y conflictividad creciente.
La realidad demanda un programa de transformaciones estructurales que vaya más allá de la lógica de gobierno por llegar al 2023 o del poder económico para reivindicar mayores ganancias.
En definitiva, la ausencia de una agenda de transformaciones profundas es parte de la ausencia de alternativa política.
Buenos Aires, 13 de julio de 2022
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