Son notorias las dilaciones en las negociaciones
paritarias, las que ya debieran estar resueltas a esta altura del año. Es una
situación convergente en la discusión por los ingresos populares, sean de trabajadores
en situación regular, o irregular.
Los primeros discuten en paritarias los ajustes
salariales, y con cierta dificultad incorporan entre sus reivindicaciones otras
cuestiones atinentes a la relación de trabajo, como las condiciones de la
actividad y el medio ambiente laboral.
Los segundos intentan ajustar los “beneficios”, o
monto de los subsidios de los diferentes planes, ya que sus montos aparecen
congelados ante una variación de los precios que se aleja de aquellos que mide y
difunde el INDEC.
Inflación
El aumento de los precios es uno de los temas en
discusión. Recordemos que en el INDEC se tienen en cuenta los precios
regulados, que existen, aunque en cuenta gotas.
Resulta muy difícil para los compradores
(consumidores) conseguir esos productos a precios regulados, puesto que éstos no
suponen la producción en cantidades suficientes para el conjunto de la demanda
de esas mercancías. La realidad es que en el mercado coexisten precios
regulados y desregulados. El Indec asume la variación mensual sobre la base de
los precios regulados y los compradores gastan en función de lo que consiguen,
en general, productos que teniendo precio regulado, solo se consiguen a precio
desregulado.
Pero además de los problemas inflacionarios,
existen problemas estructurales que conviene considerar. Uno remite a la
distribución del ingreso del conjunto de los trabajadores. El otro alude
a la representación social y sindical de los trabajadores.
Distribución
del ingreso y representación
La estadística con base en estudios del
Observatorio de Derecho Social de la CTA y el Taller de Estudios Laborales TEL,
según un texto de Horacio Meguira[1],
señala “que el
salario real del conjunto de los trabajadores percibido en el mes de diciembre
de 2011, era similar al salario percibido en el último trimestre de 2001 (entre
ambos períodos se experimentó un incremento del 1,8%).
Continúa diciendo que en el mismo período, el PBI
experimentó un incremento del 90,6 por ciento.” Por otra parte se resalta que “El
promedio de ingresos del conjunto de los ocupados, provenientes de su ocupación
principal, al cuarto trimestre de 2011, ascendía a $ 3198 mensuales.” Es un
monto insuficiente para una canasta de consumo que oscila en torno de los 6.000
pesos.
Queda claro que el gran crecimiento económico de
estos años sirvió para mejorar los indicadores sociales, medidos en términos de
baja de la tasa de desempleo e informalidad, de pobreza; pero no así en la
calidad de los ingresos de los trabajadores y los sectores populares que
justifican sus ingresos por el gasto de los trabajadores. El crecimiento de la
renta ha sido apropiado principalmente por los propietarios de medios de
producción, y entre ellos los empresarios más concentrados.
El otro problema estructural mencionado alude a la
representación social y sindical de los trabajadores, un tema recurrente en el
movimiento de los trabajadores, ya que desde el propio nacimiento de las
organizaciones sindicales, la fragmentación fue la norma.
Para no irnos muy lejos podemos recordar las
divisiones de la CGT en los 80´, la aparición de la CTA en los 90´ con la
esperanza y expectativa de incluir a los trabajadores informales, pasivos y
activos; incluso la afiliación individual.
La realidad política de la Argentina mostró la reciente
ruptura de la CTA y ahora, nuevamente existen expectativas de fractura de la
CGT. Este proceso de rupturas acontece por diferencias políticas en la
estrategia de defensa de los intereses de los trabajadores.
¿Qué
mueve la historia?
La Presidente aludió en estos días que las mejoras
económicas son más producto de la política económica, del “modelo” en curso,
que de las diferentes acciones reivindicativas realizadas, sean paros, cortes o
movilizaciones.
Es un gran tema para discusión sindical, social y
política, incluso, para discutir el origen del ciclo político de crecimiento
argentino. El interrogante es si podría haberse instalado la política económica
de fines del 2001 y comienzos del 2002 sin movilizaciones y reclamos de los
trabajadores regulares e irregulares.
Sin el clima de movilización del 2001 es impensado
el no pago de la deuda y la renegociación del 2005 y 2010; como tampoco es
pensable haber salido de la convertibilidad sin el clima de protesta vigente a
enero del 2002.
Lo que pretendemos señalar es que la dinámica
sociopolítica precede a las políticas de Estado, y claro, la política económica
puede sostener esa demanda, o contrarrestarla.
La coyuntura económica y política, cuando se agrava
la situación mundial, con desaceleración de la economía, algo que también
ocurre entre los países emergentes, sea Brasil o China, también impacta y preocupa
en la Argentina, y por eso resulta de interés el seguimiento de la disputa
estructural y coyuntural de la distribución funcional del ingreso, entre
trabajadores y empresarios, y aquella que se opera entre trabajadores
beneficiarios de planes sociales y previsionales y los recursos en baja
gestionados por el Estado.
Es en la crisis capitalista que se presenta el
riesgo de una nueva dinámica de la ofensiva del capital sobre el trabajo, y del
Estado capitalista sobre los trabajadores. Pero es también la crisis la
oportunidad para oponer la resistencia, y en especial la ofensiva de los
trabajadores para oponer otro plan de organización económica de la sociedad.
Es evidente que existen tensiones en la Argentina
del 2012 y que como siempre será la confrontación de los proyectos contrarios
lo que determine el rumbo en el presente y en el futuro cercano. Como varias
veces interrogamos, será interesante conocer quién vence a quien en la
coyuntura por la disputa del ingreso. La respuesta está en la iniciativa
política y los consensos que se obtengan en uno u otro de los polos de la
contradicción.
Buenos
Aires, 15 de mayo de 2012
[1]
Distribuido por Argenpres el lunes 14 de
mayo de 2012. Nota completa en: http://www.argenpress.info/2012/05/argentina-paritarias-y-algo-mas.html
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