Cortes de luz: las privatizaciones solo sirvieron para acumular ganancias

Llegó el verano con un pico de calor y como siempre, con altas o bajas temperaturas colapsa el abastecimiento de electricidad.
Es cierto que el cambio climático dificulta las previsiones sobre las oscilaciones del termómetro, pero convengamos que el fondo de la cuestión remite al modelo productivo global, intensivo en el uso de la energía fundada en hidrocarburos.
El 90% de la matriz energética remite a los hidrocarburos, y esa es la cuestión de fondo de la crisis energética mundial, también en la Argentina.
En este plano vale discutir la diversificación de la matriz energética, habilitando un debate sobre fuentes alternativas de energía, algo que los monopolios del petróleo no favorecen. La sociedad mundial está presa del chantaje de las petroleras y su voracidad por la acumulación de ganancias, de riqueza y de poder.
¿Qué tienen que ver los hidrocarburos con la electricidad y los cortes de luz?
Mucho, pues sin ellos no funciona la generación de electricidad y luego no circula y no se atienden las necesidades de unos usos extendidos de aparatos eléctricos para que funcione todo o casi todo en el hogar: no solo la luz, sino la pava eléctrica, o el horno a electricidad, la TV o la computadora, el aire acondicionado, la bomba del agua, incluso internet y el teléfono inalámbrico.
Las nuevas construcciones están subordinadas, o si se quiere, más adecuadas a la electricidad que al gas. Todo funciona a electricidad, ya que el acceso al gas y las dificultades para su instalación motivan la preferencia por adecuar toda la construcción al sistema eléctrico.
Por eso, algunos comentarios facilistas sugieren que el problema es de los usuarios que usan mucho los artefactos eléctricos en el hogar, entre ellos el aire acondicionado.
Un estudio reciente de la Federación de Trabajadores de la Energía, la FeTERA (entidad adherida a la CTA), da cuenta que el consumo de los acondicionadores de aire solo insume el 8% del consumo eléctrico contra el 30% de las lámparas diversas.
Con ello queda claro que más importante resultaría modificar el uso de las lámparas por otras de bajo consumo, quizá al estilo cubano, que ante la crisis energética en la isla, no se dudó en cambiar todas las lámparas domiciliarias por nuevas de bajo consumo. Se hizo para toda la población con un ahorro de consumo energético importante. Según especialistas, eso podría significar en la Argentina una parte menor de los subsidios anuales que embolsan las empresas.
¿Matriz de consumo o modelo energético?
Pero más allá de bombitas de luz, el problema no es el consumo, sino el modelo energético, que supone a los hidrocarburos y también a la generación y a la distribución de electricidad.
No deben separarse en el análisis, y por ello, hay que discutir el modelo energético en su conjunto, por lo menos en dos direcciones.
Una de ellas remite a discutir la cuestión de fondo: ¿energía para qué, para quién, el cómo de su producción y las fuentes energéticas? La respuesta nos lleva a discutir el modelo productivo y de desarrollo, tanto como las asociaciones de las empresas energéticas con empresas extranjeras y asociadas a satisfacer la demanda de un sistema productivo de monopolio para las ganancias empresarias.
La otra nos posiciona en el modelo actual, de privatizaciones operadas en los 90´ y continuadas desde entonces, salvo aquellas en franco deterioro como el Correo Argentino, las líneas ferroviarias, las AFJP en plena crisis mundial (2009), o la propia YPF, expropiada parcialmente sin modificar su carácter de S.A., por lo que se explican las cláusulas secretas con Chevron.
Por esas privatizaciones existen cuantiosos recursos innecesarios que se apropian los directores, asesores y burócratas de un conjunto de empresas que se apropiaron y explotan un “servicio público” como una “mercancía” y eso explica que pidan pista libre para la suba de la tarifa. No les alcanza con la tarifa más el subsidio y quieren la lógica del mercado, con tarifa liberada y que el servicio se brinde a quien pueda pagarlo.
No caben dudas que hay que modificar el modelo energético y el productivo a él asociado. Es un debate profundo y no pasa por las empresas, ni por los precarios entes de regulación. Es un desafío para la sociedad argentina, que necesita hacer un balance de veinte años de privatizaciones y extranjerizaciones para restituir el carácter de derecho a la energía.
Se vienen los aumentos
Al tiempo que escribimos estas notas se publican aumentos de boletos de transporte de colectivos de pasajeros en la zona metropolitana.
Es cierto que se exceptúa a beneficiarios de planes sociales, pero lo real es que el aumento encarece el transporte público de pasajeros, utilizado mayoritariamente por sectores de ingresos disminuidos.
Muchos señalan que así se equipara el costo del boleto con los encarecidos precios del interior del país, unificando la carestía del traslado de personas.
Es un dato más de la elevación recurrente de precios que achica las capacidades de compras de los trabajadores y sus familias.
Mencionamos al transporte porque anticipa un final anunciado con las tarifas eléctricas.
Ello podrá ser solución para las empresas y las finanzas públicas que no pueden sostener el nivel de subsidio actual. Pero no es solución para la población, especialmente aquellos de menores ingresos y nos aleja del debate necesario sobre qué energía y para qué modelo productivo y de desarrollo.
Con todo ello,
¡Feliz año nuevo!

Buenos Aires, 27 de diciembre de 2013

Aumentos y falencias de fin de año

El aumento de precios es una preocupación social, especialmente si se es parte del 70% de los trabajadores asalariados, los que perciben menos de $5.000, según datos del Indec a junio del 2013. O si se pertenece al 73% de los jubilados nacionales que perciben la mínima, algo así como la mitad de los ingresos de 2/3 de los trabajadores asalariados en la Argentina.
La demanda social popular por mejorar los ingresos se generaliza en estas horas, y por ahora, las policías mejoraron sus haberes, como los camioneros obtuvieron un bono de fin de año, no remunerativo, por supuesto. Es parte de la situación de irregularidad que sufren un tercio de los trabajadores asalariados en el país.
El nuevo piso de la demanda de ingresos de los trabajadores, como reclamó en las calles esta semana la CTA y otras organizaciones sociales y políticas, ronda los $8.000 y el 82% móvil para los retirados.
Acuerdos de precios
La política económica responde por ahora con un nuevo “acuerdo de precios” en alimentos, bebidas, artículos de limpieza y de tocador. Unos 180 productos con precios acordados entre proveedores y el Estado.
¿Será uno más de otros “acuerdos” previos?
Vuelve a aparecer la figura del control popular, esta vez con capacidad de auditoria desde el ente de recaudación.
Ante los bajos ingresos populares, vale el intento de morigerar la remarcación de precios de la canasta de consumo de las familias con menores recursos económicos y financieros.
Claro que aún falta precisar el precio definitivo al que se ofrecerá esa lista de productos.
¿A qué precio se ofrecerán? ¿Regirán precios actuales, ya incrementados en estos días, o se retrotraerá la situación a alguna fecha anterior?
No recuerdo que los precios alguna vez bajaran,  lo que puede considerarse un comentario pesimista que ratifica que los “mercados” ya hablaron. Ojalá nos equivoquemos.
El dólar en alza
Mientras se pretende contener el aumento de algunos precios, el de las divisas crece en forma acelerada.
No hace mucho el gobierno perjuró que no devaluaría. El tipo de cambio ya supera el promedio de valuación previsto para el 2014, cuestión debatida hace apenas meses, en septiembre, cuando se aprobó el presupuesto del próximo año y se imaginaron las variables de la evolución económica futura.
Algunos explican que no se trata de una devaluación sino de una depreciación de la moneda local respecto de las externas. Más allá de disquisiciones técnicas, lo real es que la modificación del precio del dólar y las demás monedas externas incide en el establecimiento de los precios locales, los que se corrigen en función de la dependencia de la Argentina del ingreso de importaciones para la producción.
El costo del alza de las divisas modifica los precios relativos en el conjunto de la economía, e induce una profundización de la ecuación de beneficiarios y perjudicados. Así, se afirman las tendencias a la expansión de la brecha de ingresos y calidad de vida de una mayoría empobrecida contra una minoría de amplio acceso al mercado de consumo y acumulación de riqueza y poder.
La política económica vuelve a intentar administrar o contener por consenso algunos precios, mientras que otros, caso del dólar, los aumenta.
Cortes de electricidad y tarifas
Una incógnita pasa por la disminución o quita de subsidios, los que significarán en simultáneo incremento de tarifas de servicios públicos, especialmente de electricidad y transporte.
El tema se agudiza ante la seguidilla de cortes de electricidad y agua que promueve protestas sociales y demandas extendidas contra las empresas concesionarias producto de las privatizaciones en los 90´.
Está claro que la política de privatizaciones es un fracaso para la sociedad y un gran negocio para las empresas, más allá de lo que cuentan sus balances contables.
La exhibición de pérdidas puede asumirse como un chantaje para incrementar precios o inducir expropiaciones ventajosas luego de agotar la potencia de la acumulación de ganancias.
El propio gobierno amenaza con hacerse cargo de la prestación del servicio de iniciativas empresarias descapitalizadas y sin proyectos de modernización, algo que también ocurre en el área de las comunicaciones, especialmente la telefonía celular.
La lógica es la del Mercado y el Estado capitalista
En definitiva, asistimos a la lógica del Mercado capitalista, donde el aumento de precios favorece la apropiación de mayor rentabilidad del capital y cuanto esto no es posible se acude al Estado capitalista, primero para que subsidie, y si no alcanza, entonces que expropie y compense la salida de la empresa en problemas.
Es la historia reciente del correo, de los ferrocarriles y más costosa aún, la de YPF, incluyendo una negociación que supondrá el incremento de la deuda pública por $5.000 millones de dólares. Una deuda a cancelar por recursos fiscales a costo de satisfacer necesidades de la población.
¿Es la subordinación a la lógica de la ganancia la única posibilidad? Responder el interrogante nos lleva a discutir el orden económico, político y cultural de la sociedad contemporánea, y no solo de la Argentina, sino de la región y del mundo.
¡¡¡Felices Fiestas!!!
Buenos Aires, 20 de diciembre de 2013

El atraso salarial en la Argentina

Para abundar más en la situación de atraso salarial y los ingresos populares, traemos a consideración un reciente trabajo realizado en la Fisyp[1], dando cuenta sobre información que brinda la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC para el segundo trimestre de 2013.
Tabla I - Trabajadores registrados y no registrados
Trabajadores ocupados plenos y registrados
49,37%
Trabajadores registrados con menos de 35 horas semanales
15,76%
Subtotal trabajadores registrados
64,97%
Trabajadores no registrados
35,03%
Trabajadores no registrados con menos de 35 horas semanales
17,13%
Trabajadores no registrados con 35 horas o más por semana
17,74%
Fuente: Fisyp sobre datos EPH, INDEC.
La información remite a la situación de los trabajadores asalariados. Los elocuentes datos sobre la precariedad laboral (Tabla I) señalan que solo el 49,37% de los trabajadores son ocupados plenos y registrados, ya que entre los trabajadores registrados el 15,76 trabaja menos de 35 horas semanales. Así, solo el 64,97 figuran como registrados, siendo el resto, un 35,03% los trabajadores no registrados. Entre estos, un 17,13% trabaja menos de 35 horas y un 17,74% trabajan 35 o más horas semanales. En la misma información se destaca que el 54,21% de los trabajadores registrados gana menos de $5000 y por ende el 45,79% percibe más de esa suma, tal como destaca la Tabla II.
Tabla II - Distribución salarial según monto total de ingresos laborales para trabajadores registrados
Perciben hasta $1.500
2,43%
Perciben entre $1.501 y $3.500
22,48%
Perciben entre $3.501 y $5.000
29,30%
Subtotal menor a $5.000
54,21%
Perciben $5.000 o más
45,79%
Fuente: Fisyp sobre datos EPH, INDEC.
Por su parte, según la Tabla III, el 59,52% de los trabajadores registrados gana menos de $5000 (sumando ocupaciones principales y secundarias), y el 28,02% de los trabajadores registrados gana menos de $3500 (sumando ocupaciones principales y secundarias).
Tabla III – Distribución salarial según monto total de ingresos laborales de trabajadores no registrados
Perciben hasta $1.500
3%
Perciben entre $1.501 y 3500
25%
Perciben entre $3.501 y 5000
31,52%
Perciben menos de $5.000
59,52%
Perciben $5.000 o mas
40,48%
Fuente: Fisyp sobre datos EPH, INDEC.
A modo de resumen, vemos en la Tabla IV, que el 70,32% de los asalariados percibe menos de $5.000, siendo una fiel expresión del retraso de los ingresos de los trabajadores asalariados.
Si a la ocupación principal se le adicionan otras complementarias, los datos no varían sustancialmente. Para ese caso, el estudio de Fisyp señala que el 65,35% de los asalariados gana menos de $5000 al mes en el total de sus ocupaciones y que el 40,67% de los asalariados gana menos de $3500 al mes sumando todas sus ocupaciones.
Tabla IV - Distribución del conjunto de asalariados según ingreso promedio percibido en la ocupación principal
Perciben hasta $1.500
13,57%
Perciben entre $1.501 y 3500
31,19%
Perciben menos de $3.500
44,76%
Perciben entre $3.501 y 5000
25,56%
Perciben menos de $5.000
70,32%
Perciben $5.000 o mas
29,68%
Fuente: Fisyp sobre datos EPH, INDEC.
El estudio concluye que de 8 millones de trabajadores asalariados, 2,6 millones trabajan menos de 35 horas semanales, y 5,4 millones lo hacen por más de 35 horas. Entre los primeros, el 48% están registrados y perciben un ingreso promedio de $4.922, siendo más del doble que el ingreso percibido por los no registrados, que alcanza a $2.386. Entre los segundos, el 74% están registrados y perciben un ingreso promedio de $5.930, un 55% más que el de los no registrados, cuyo promedio es de $3.813.
Son datos que ponen de manifiesto la situación de precariedad laboral y bajo nivel de los ingresos de los trabajadores asalariados, que resume una de las bases materiales de las contradicciones sociales no solo entre el capital y el trabajo, sino entre los trabajadores y el Estado. Al mismo tiempo expresan por si solos, la necesidad de luchar por incrementar y mejorar los niveles de ingresos de los trabajadores, al tiempo que se requiere una demanda específica por la regularización y la ocupación plena.
Buenos Aires 16 de diciembre de 2013



[1] Datos sobre el salario y las condiciones de trabajo en la Argentina actual. Noviembre del 2013.
Área de Economía Política de la FISyP – Proyecto ATE Julio Gambina, Germán Pinazo, Arnaldo Ludueña, Guido Saccal.

30 años de gobiernos constitucionales

No es un dato menor que en la Argentina se cumplan tres décadas sin golpes de Estado. Resalta el dato, ya que entre 1930 y 1976-83, la seguidilla de golpes fue la norma de una inestabilidad institucional que terminó con el genocidio y la re-estructuración reaccionaria de la sociedad capitalista argentina. Aquellos cincuenta años de alternancia entre regímenes constitucionales y golpes, constituyen el antecedente para valorar el periodo reciente entre 1983 y 2013, aunque el legado de la última dictadura se consolidara bajo un gobierno constitucional en los años 90.
En efecto, los 90 consolidaron mutaciones estructurales que definen nuestra organización económica social, con una estructura de clases y de poder que afirman la dependencia argentina del capitalismo mundial como rasgo esencial.
El capitalismo argentino se sostiene en un modelo productivo que en el campo encabeza la producción sojera, inexistente antes de los años 70, y estimulada y potenciada desde 1996 con la autorización de los transgénicos. Desde entonces se transformó en la principal producción exportada y fuente de divisas  para la inserción subordinada del país en la división internacional del trabajo.
Otra novedad que viene con los 90 es la mega minería a cielo abierto, producto del cambio del código minero en 1996 y los acuerdos con Chile. Se trata de un sector atractivo para el ingreso de capitales externos. Los inversores fluyen al país como consecuencia de las múltiples facilidades para la explotación de la naturaleza, facilitados por los cambios institucionales de los 90, incluida la reforma constitucional que transfirió a las provincias el ejercicio de la soberanía sobre los recursos naturales.
En el sector industrial se procesó un cambio sustancial sobre la dinámica de dos velocidades, uno tradicional con escasa mejora tecnológica, sustentada en bajos salarios y orientada al mercado interno, otra, minoritaria, mayoritariamente colonizada por el capital externo, moderna y organizada para la exportación, con salarios bajos en dolares para competir en el mercado mundial. El sector automotriz marcha a la cabeza, generando un gran déficit en divisas por el ingreso de partes importadas necesarias para armar el producto final.
El sector de servicios, especialmente la banca y las finanzas denuncian su carácter dependiente, afirmado en una deuda impagable. Los gobiernos constitucionales escamotearon la investigación sobre la ilegalidad e ilegitimidad de las acreencias externas. Es más, en estos años, de reducción importante en términos porcentuales, terminó de transferir el peso de la carga al conjunto de la sociedad, pues se canceló deuda externa contra acreencias en manos de la ANSES, el BCRA y otros ámbitos locales.
Pero no solo se trata de cambios en la economía, sino de la sociedad. El miedo gestado en años de plomo se proyecta de diferentes maneras durante la vigencia de gobiernos constitucionales. Son el miedo a la hiper inflación y al hiper desempleo.  Del terror físico, a la tortura y la desaparición, al ejercicio de la violencia sobre los cuerpos y las mentes, al terror de la inestabilidad en la reproducción de la vida cotidiana y la pérdida del empleo. El miedo condiciona la cultura individual y de masas. Desorganiza y desarticula las capacidades de resistencia y pensamiento por una nueva sociedad.
Hemos sostenido que el logro mayor del neo-liberalismo, que inició su gesta en 1975/6 fue precisamente la des-articulación de sujetos para el cambio social. La gigantesca acumulación de fuerza popular gestada desde fines de los años 60 y mediados de los 70 necesitaba ser desarmada. ¡Ese fue el sentido histórico y mayor éxito del golpe del 76! Sus secuelas se mantienen aún, a pesar del tiempo y se manifiesta como fragmentación del movimiento popular y cultura social del individualismo y el consumismo.
Se trata de una cuestión cultural que resulta necesario contrarrestar. Ese patrón de consumo y cultural solo podrá ser mutado desde el cambio del modelo productivo y su impacto en el cambio de la matriz de consumo. No solo es economía, sino cultura social extendida.
Economía y cultura, sí, pero también, política. El 1983 fue el renacimiento de la vida política y sus principales partidos, especialmente el PJ y la UCR. Los cambios operados en el capitalismo local fueron encarados por estructuras partidarias que intentaron su renovación de cara a las nuevas demandas del orden social y el poder. El resultado es la crisis política en el marco de la estabilidad constitucional. Los principales partidos se han dividido y modificado su forma de expresión y presentación en sociedad. De ser expresiones programáticas se transformaron en instrumentos capta electores sobre la promoción de persona, hombres y mujeres que manifestaban un liderazgo personal más que partidario.
La crisis política tiene varios episodios en estos treinta años. El radicalismo no pudo terminar los dos periodos en que encabezó el gobierno y sufrió variadas deserciones hasta casi desaparecer de la escena electoral. Pese a ello sigue siendo segunda fuerza institucional por extensión de legisladores y cargos ejecutivos. El peronismo osciló con un discurso tradicional, a derecha e izquierda para disputar consenso electoral masivo. Es una identidad con fracturas y diversidad de expresiones que disputan la tradición, y en ese proceso presenta diferentes versiones, incluso contradictorias del verdadero legado. Con todo, constituyen la primera minoría y en diferentes versiones, pueden ser ampliamente mayoritarios en el ámbito institucional. Es una crisis política que se extiende a otras identidades políticas y que se manifiesta también en desarticulación, fragmentación, y división.
Es cierto también que existe búsqueda de nueva representación política. Hubo intentos en las tres décadas, a izquierda y derecha. Sigue siendo una asignatura pendiente la emergencia de una propuesta alternativa popular que otorgue sentido a un nuevo tiempo histórico de la identidad popular para transformar la sociedad, incluso más allá del capitalismo. Es el marco de los debates en Nuestramérica, signados por el cambio político en el nuevo siglo. Es cierto que la Argentina contribuyó a este clima de época con la pueblada del 2001, pero requiere ser completada en un proceso emancipatorio de liberación nacional y social. Importantes camadas de militancia popular vieron frustradas sus aspiraciones de cambio político, confiando en liderazgos que entusiasmaron a porciones importantes de la sociedad y que no prosperaron por límites de objetivos y una referencia acotada al capitalismo. El capitalismo no aporta soluciones a los pueblso, nos dijo Chávez cuando formuló su "Socialismo del Siglo XXI". Es un tema a resolver en toda la región y en el mundo. No alcanza con pensar una "alternativa posible" y se necesita ir más allá de los pensado posible. La historia demuestra que el limite de lo posible es rebasado por la acción del movimiento de la sociedad. Es el caso del 2001, que resuena como posibilidad histórica de cambio social en nuestro tiempo, no de igual manera, pero si en la esencia de la demanda por una nueva realidad.
En treinta años de estabilidad constitucional existe espacio para una alternativa anti-capitalista y anti-imperialista, incluso por el socialismo. Solo será posible, si en el país se cierra el legado vigente de la cultura sembrada en décadas de neo-liberalismo y se gestan los instrumentos de restablecimiento de una subjetividad social masiva por el cambio social, un programa de transformaciones estructurales y la gestación de nuevos instrumentos políticos que superen la tradición de subordinación al dominio del régimen del capital y la explotación de la fuerza de trabajo y la naturaleza.
Buenos Aires, 9 de diciembre del 2013

¿Cuales son las lecciones que deja Nelson Mandela?


La coherencia de la lucha contra el racismo y el apartheid, no doblegada por 27 años de cárcel y una vida previa de discriminación por la elite gobernante en Sudáfrica.
La obstinación de la resistencia al poder y la violencia ejercida con su persona y su pueblo.
La convicción de la lucha por la igualdad y la libertad.
Que la igualdad solo es posible desde la hegemonía popular.
Qué la UNIDAD de la Nación y el Pueblo solo se podía conquistar desde el ejercicio de la soberanía popular en la lucha cotidiana de millones; en el gobierno logrado; y que desde allí se disputaba y se disputa el poder, una asignatura aún pendiente en Sudáfrica.
Una lección importante luego de muerto y ante el elogio de los poderosos es que los Pueblos del mundo no debemos permitir que nos expropien el símbolo de MANDELA.
Mandela nos enseñó con el ejemplo de su inclaudicable lucha que toda consideración hacia el otro parte del auto-reconocimiento de los propios derechos y de la lucha por ellos.
La protesta y la crítica a la desigualdad del sistema colonial y el capitalismo constituyen el eje desde el que MANDELA construye su referencia para los pueblos del mundo.
Mandela es ejemplo para generaciones de luchadores por la emancipación social.
Mandela fue expresión de la construcción de una subjetividad consciente en la lucha colectiva por la emancipación. En ese sentido fue parte de la construcción del Congreso Nacional Africano, CNA, que incluyó en su seno el movimiento armado "Lanza de hierro de la Nación" y en su carácter de comunista participó en la lucha armada junto a otros luchadores como Chris Hani, Secretario General del Partido Comunista Sudafricano, asesinado por los racistas.
La lección principal es su vida y su lucha.
Buenos Aires, 5 de diciembre de 2013

Negociación con Repsol por expropiación parcial de YPF

La novedad en política económica provino de la oferta del gobierno argentino a Repsol para cerrar el conflicto de la expropiación parcial de YPF.
Se trata, hasta donde trascendió, de la entrega de títulos públicos de la deuda argentina por 5.000 millones de dólares. Serían bonos a 10 años con tasas de interés por debajo del 9% y con 4 años de gracia. El verbo en potencial remite a los trascendidos, ya que la negociación y acuerdos finales permitirá conocer los detalles del cierre de la operación. Repsol, por su parte, deberá cerrar los canales internacionales de demanda judicial encarados.
En la operación intervino el gobierno mexicano junto al español, el argentino y las empresas involucradas. El motivo de la presencia mexicana se explica en el interés de PEMEX, la petrolera de México, socio minoritario de Repsol, por ser parte de la explotación del yacimiento de Vaca Muerta, importante reservorio mundial de reservas de hidrocarburos no convencionales.
Se estima que Vaca Muerta es el segundo reservorio mundial de gas y el cuarto de petróleo. En paralelo, la Argentina sufre la creciente factura por importación de energía y se ha planteado revertir la situación en el mediano y largo plazo con la producción de gas y petróleo no convencional. Eso demanda de tecnología que manejan empresas extranjeras, especialmente estadounidenses, y por eso el primer acuerdo con Chevron.
Eliminar la conflictividad con Repsol es considerado esencial para habilitar el ingreso de nuevos socios inversores para la explotación de hidrocarburos no convencionales.
Es conocida la incidencia de EEUU sobre México y el fuerte vínculo de dependencia de la economía mexicana con la principal potencia del capitalismo mundial.
Desde Washington se apuesta a resolver la crisis petrolera iniciada a comienzos de los 70´ con la explotación de los hidrocarburos no convencionales. Pese a las resistencias de varias poblaciones y a la suspensión de los trabajos en algunas regiones ante la crítica de los pobladores por los impactos de la fractura hidráulica (fracking), la apuesta del gobierno Obama es decisiva y se manifiesta en subsidios estatales para la extracción de gas y petróleo. EEUU compra petróleo a México y a Venezuela, y más allá del continente americano, con la secuela de militarización global que ello implica.
El cuadro completo es que el capitalismo mundial apuesta a superar la crisis energética con un salto tecnológico muy a pesar de la crítica social por la militarización o la depredación de la naturaleza. En Argentina, unos 20 municipios han manifestado su rechazo a la tecnología depredadora de los bienes comunes vía fractura hidráulica. Es un tema en debate que la sociedad requiere en la coyuntura.
En rigor, la discusión se extiende al modelo productivo extractivista, sea por la soja, el oro y otros minerales, el gas o el petróleo. En todos los casos se afectan los bienes comunes de la naturaleza, la cultura social y el medio ambiente.
Junto al debate sobre las cuestiones ambientales, culturales y productivas, lo concreto es el incremento del endeudamiento externo si progresa el acuerdo con Repsol.
La empresa española valoró el ofrecimiento y se apresta en estos días a discutir la letra chica de la propuesta, intentando mejorar su posición relativa. Recordemos que la demanda empresaria era superior a los 10.000 millones de dólares y que las declaraciones de las autoridades argentinas eran que Repsol debía compensar a la Argentina por el incumplimiento de la pauta inversora, la depredación de las reservas y el medio ambiente.
Está claro que la Argentina además de reducir la factura de energía requiere del ingreso de divisas, por inversiones o por préstamo para frenar la sangría de reservas internacionales, que ya suman 12.000 millones de dólares en lo que va del 2013.
La oferta a Repsol se inscribe en la decisión de política económica de la Argentina por retomar el camino de inserción en el mercado mundial de préstamos, inducir facilidades para el ingreso de capitales externos y al mismo tiempo mejorar el tipo de cambio para hacer atractivas las condiciones a inversores externos.
Estas tres cuestiones: las depreciaciones continuas del tipo de cambio, la búsqueda de préstamos externos y de inversores foráneos hacen converger en la coyuntura la demanda de los sectores económicos hegemónicos con la política oficial.

Buenos Aires, 2 de diciembre de 2013

Sobre el cambio del Gabinete y la Política Económica

1.    Los cambios en el Gabinete son expresión de problemas en la Economía puestos de manifiesto en la política, es decir, en los resultados electorales entre agosto y octubre pasado y tienen sentido de cara a los próximos dos años, es decir, la nueva gestión presidencial entre 2015 y 2019.
2.    Se dice hasta el cansancio que habrá continuidad y que se pretende otorgar previsibilidad al futuro, dicho en boca del Jefe de Gabinete y del nuevo Ministro de Economía.
3.    Respecto de la continuidad, existían señales previas que ahora se profundizarán: a) el acuerdo con el BM fue el inicio de un rumbo para insertar a la Argentina en el mercado de crédito mundial; b) la disposición del BCRA para restringir el uso local del crédito a las cerealeras y remitirlas a obtener sus pre-financiaciones de exportación en el exterior van en ese sentido; c)  la mayor depreciación del tipo de cambio durante el 2013, respecto del 2012 y años previos es algo a profundizar, tal como ocurrió en esta semana, con un tipo de cambio de 6,09 pesos por dólar y manteniendo los valores del blue, paralelo o ilegal; d) acuerdo YPF-Chevron como modelo para seguir atrayendo inversiones externas. Lo dicho es que habrá continuidad y en todo caso profundización de señales que ya se había iniciado, para ajustar la cotización del dólar y achicar la brecha con el paralelo; además acelerar las condiciones para la vuelta al mercado de crédito mundial y al endeudamiento y la radicación de inversiones externas.
4.    Mucho se dice sobre las personas designadas y en ese sentido, solo resta considerar la práctica al frente de la función asignada. Sobre Capitanich, sorprende que el propio Clarín rural resalte el papel del gobernador chaqueño en el desarrollo sojero de esa provincia y la modernización de infraestructura para afirmar el modelo productivo que tanta crítica genera en productores de la agricultura familiar o pueblos fumigados.
5.    Sobre Axel Kicillof se discute su ideología, si keynesiana o marxista, sin considerar que más allá de la formación, lo que define a uno u otro de esos paradigmas es la posición de sostén o crítica al orden capitalista. Se puede conocer a fondo a diferentes autores, pero lo que interesa es la “política deliberada de acción que se asuma” para defender el modelo productivo y de desarrollo en curso, sus beneficiarios o perjudicados o transformarlo. A modo de ejemplo se puede uno interrogar sobre cuáles serán las respuestas ante la inflación. ¿Se tendrán en cuenta las demandas de actualizar ingresos salariales y populares, jubilación AUH, etc.? La propia Presidente ratificó los acuerdos con Chevron y sugirió no tener anteojeras para inducir acuerdos similares no solo en el sector petrolero.
6.    La crítica al capitalismo requiere de una voluntad popular consciente que sustente políticas de trasformación revolucionaria. Es algo no verificable, ni en el gobierno ni en la sociedad y que es asignatura pendiente para la construcción de alternativa popular anti capitalista y por el socialismo.

Buenos Aires, 25 de noviembre de 2013

A propósito de la ideología de los funcionarios

COLUMNA SOLICITADA POR PERFIL, PUBLICADA EN EDICIÓN DEL 24/11 CON RECORTES. ¡¡¡ESTA ES LA VERSIÓN COMPLETA!!!

Existen opiniones y preocupaciones sobre la ideología que inspira al Ministro de Economía. A ciertos sectores de las clases dominantes les preocupa su formación y estudio sobre dos referentes teóricos de la economía política.
Uno es el inglés John Maynard Keynes, inspirador de la corriente principal en la disciplina científica por medio siglo, entre 1930 y 1980, y nuevamente en el debate ante la intervención estatal para el salvataje del capitalismo en crisis, incluso por mentores de la corriente neoliberal.
El otro es Karl Marx, un clásico de la teoría de la revolución, crítico del capitalismo y propulsor de la eliminación de la explotación del hombre por el hombre.
La tesis arraigada entre las clases dominantes y sus teóricos es que el Estado no debe intervenir en la economía, máxima originaria en el pensamiento de los clásicos, desde Adam Smith en adelante y continuado con los neo-clásicos desde Menger, Marshall y los seguidores hasta la aparición de Lord Keynes.
En el marco del capitalismo, el keynesianismo quedó a la izquierda del neoliberalismo, sin analizar que fueron corrientes principales en dos momentos históricos diferentes. El keynesianismo fue hegemónico entre 1945 y 1975/80, los treinta gloriosos años de expansión capitalista; mientras que los neoliberales, ensayaron sus políticas bajo el terrorismo de Estado en Sudamérica y generalizaron globalmente su hegemonía en los años 80 y 90, bajo la restauración conservadora de Thatcher y Reagan.
Por su parte, las diferentes corrientes de pensamiento que sucedieron a Marx, fueron críticas de keynesianos y neoliberales. Es cierto que algunos intentaron la fusión teórica de ambas paradigmas, resultando un híbrido siempre hegemonizado por la orientación favorable al orden capitalista.
Se puede conocer a fondo las tesis de cada una de las corrientes teóricos presentes en nuestro tiempo, pero a la hora de la “política económica”, es decir, el pensamiento puesto en “curso deliberado de acción de gobierno” lo que interesa es el rumbo favorable a la ruptura de las relaciones capitalistas de producción o a su consolidación. Ese es el parámetro para medir y evaluar la ideología puesta en acción.
¿Cuál es la respuesta ante la inflación actual? Una cosa será defender el ingreso de los trabajadores y otros sectores populares. Una muy distinta favorecer la rentabilidad empresaria limitando la demanda de ajuste de ingresos en convenciones colectivas.
¿Qué se dice sobre el modelo productivo y de desarrollo actual? Una respuesta puede ser la crítica a la dominación transnacional que emerge de la dependencia del paquete tecnológico en manos de empresas extranjeras de la alimentación y la biotecnología para el caso de la soja y otras producciones del agro; o la dependencia del inversor externo en la mega minería a cielo abierto; o la organización de la industria como armaduría más que como fábricas que difunden empleo y producción de partes a pymes y promoción del mercado interno; o continuidad de la extranjerización de la banca, entre otros asuntos centrales. Otra respuesta transita por la consolidación de la estructura económica social emergente de las modificaciones institucionales gestadas en el menemismo y vigentes aún (autorización a los transgénicos, modificación del código minero, firmas de tratados bilaterales de inversión y sumisión a tribunales externos, especialmente el CIADI).
La praxis define si la orientación se vuelca sobre uno u otro pensamiento, adicionando que sustentar políticas coherentes con Marx requiere de un sujeto colectivo consciente y un programa anticapitalista, muy lejos de los propósitos del gobierno argentino.

Buenos Aires, 23 de noviembre de 2013

55 años del IMFC

Un 23/11/58 surgió en Rosario el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos. Moisés Scheinfeld y Jaime Kreimer fueron parte originaria del proyecto, que emergió para articular y financiar al cooperativismo y se desarrolló como rama del crédito. Atrás de la gesta estaba la mano de Florindo Moretti, el dirigente comunista santafesino. La entidad surgió de las Cajas de Crédito vinculadas al movimiento judío "progresista" y promovido por un núcleo de afiliados al comunismo. Luego de la huelga bancaria del 58 se incorporó una camada de técnicos y dirigentes, especialmente Floreal Gorini, quien le imprimnió su sello hasta la muerte en 2005. Llegué al IMFC en 1974 desde Santa Fe, de la mano de Leonardo "Cacho" Schulman, aprendiendo de Floreal, de León Schujman, Jacobo Laks y muchos otros. Compartimos militancia en Rosario con Ricardo Rojas Molina (mi profe de El Capital), Mario Cauzillo, Hugo Burgos, Agustín Santiso, Roberto Bereciartúa, Oscar Moreno, Manuel Streigger, Raquel Carabelli, Sara Bloch, Beatriz Rabin, entre otros que recuerdo con aprecio. En el 73 se formó Idelcoop, adonde llegué en 1978 y dejé en 2003. Recuerdo las presidencias de Amero Rusconi y especialmente las de Alberto Rezzónico, también Presidente de Idelcoop, gran intelectual y cooperativista. Muy destacada la lucha del IMFC contra la dictadura del 66, que intentó ilegalizar al Instituto y restringir la actividad cooperativa. La historia volvió a repetirse con la dictadura del 76 para obturar el desarrollo del cooperativismo de crédito y con una gran lucha se resistió para continuar por otros caminos, ya como bancos cooperativos. Me desvinculé del IMFC en 2009, luego de 35 años de acción compartida, en el último tiempo acompañando a Floreal como su Secretario Parlamentario del bloque del PC en diputados en 1997-99 y en la creación del Centro Cultural de la Cooperación para la "formación de jóvenes intelectuales de izquierda". Mi recuerdo a la camada fundadora!!!

¿Más cerca o más allá de Keynes o de Marx? Las expectativas de política económica en la Argentina

Acaban de designar a Axel Kicillof al frente del Ministerio de Economía de la Argentina. La medida está acompañada de cambios, entre otros, en la titularidad del BCRA y de la Jefatura de Gabinete, ahora a cargo del gobernador chaqueño Jorge Capitanich. También renunció Moreno como Secretario de Comercio. Son mutaciones resultado del nuevo escenario político emergente de las elecciones legislativas de medio turno. Es una forma de recomponer la política de gobierno hacia al fin del periodo en diciembre del 2015.
¿Solo cambio de nombres o correcciones en la política? ¿En qué sentido, para satisfacer las demandas de quiénes? Grandes productores y exportadores piden devaluación. Los trabajadores activos y pasivos, incrementos de sus ingresos, mejoras en las condiciones de trabajo, empleo los desocupados, regularización los precarios. En las próximas horas se le irá viendo la pata a la sota, más allá de pergaminos históricos que puedan esgrimir los nuevos protagonistas de la gestión gubernamental de CFK.
Las informaciones sobre Kicillof (AK) remiten a la experiencia de gestión desde el 2009, sea en Aerolíneas Argentinas, en la representación de los Directorios de empresas, caso de Techint, y más recientemente en la orientación de política económica desde el vice ministerio de economía. En este sentido destaca el involucramiento directo en materia energética con la gestión estatal de YPF y el acuerdo con Chevron, como con el plan de viviendas Pro.Cre.Ar. Se trata de una imagen orientada a la producción, en un momento donde lo principal del titular anterior del Ministerio estaba enfocado en negociar y cancelar deuda pública, lo que define el destino de Hernán Lorenzino al frente de la “Unidad especial de negociación de deuda” que compartirá con el cargo de embajador ante la Unión Europea.
Pero también remiten a los antecedentes académicos de AK, de más larga trayectoria, con formación y referencia en dos grandes teóricos de la Economía Política: Carl Marx (CM) y John Maynard Keynes (JMK). Algunos pretenden fundir a uno con otro, desconsiderando épocas diferentes de actuación y propósitos opuestos de uno y otro. Vale comentar que el británico JMK  se destacó por sus análisis teóricos y sugerencias de políticas de intervención pública para superar la crisis de los años 30 del siglo pasado. Fue y es considerado un intelectual orgánico que intervino en la teoría y práctica del salvataje del capitalismo en crisis. Hay que pensar que hoy, el salvataje de bancos y empresas constituye una de las orientaciones principales de los hacedores de políticas en el capitalismo mundial contemporáneo, sean de culto neoliberal u heterodoxos, incluso neo-keynesianos. Por su parte, CM fue y expresa hoy al teórico y político asociado a los destinos de la clase obrera, que cimentó la teoría y práctica de la crítica al capitalismo, promoviendo la superación socialista.
Es cierto que siempre hay izquierda y derecha, o posiciones relativas en ese sentido. Siempre se podrá estar a la izquierda de Alzogaray, de Cavallo, o de López Murphy, por solo nombrar algunos históricos referentes de ese espectro económico. Ello no amerita expresar pensamiento o práctica política y social de izquierda. Algunos quieren significar en la designación de AK un giro a la izquierda, y los “mercados” responden en ese sentido, con bajas en las cotizaciones bursátiles. Al mismo tiempo escamotean la mención al nuevo Jefe de Ministros, ex funcionario de Duhalde y hombre del Partido Justicialista (PJ).
¿Cuál de las designaciones expresa el sentido principal del rumbo a seguir? Es prematuro quizá el pronunciamiento, pero insistamos, todo se agota en conocer qué reivindicaciones se atienden. Si se ataca la inflación, habrá que considerar que precios se sincera. ¿Será el alza de los ingresos populares y efectivas medidas contra el monopolio productivo y de comercialización? ¿Seguirán la demanda de ajuste y achicamiento del gasto público social? ¿Se frena la salida de divisas suspendiendo el pago de la deuda, investigándola y haciendo cumplir las sentencias judiciales en ese sentido (Juez Ballesteros, del año 2000 y otras acciones en la Justicia)? ¿Se desdobla el mercado financiero favoreciendo depreciaciones o devaluaciones solicitadas por el poder económico?
Son demasiados interrogantes que los cambios por si solos no definen y más que esperar, la presión social debe ser mayor que la presión ideológica de los viejos nuevos referentes de las clases dominantes que vuelven a poblar los medios de comunicación solicitando ajuste, reducción del gasto, aumento de tarifas, liberación del comercio de divisas y seguridad jurídica de las inversiones externas. Cómo hemos sostenido en varias ocasiones, el gran interrogante es qué presión se ejerce con más fuerza. Una de ellas es la jornada de movilización de la CTA del 20 de noviembre, por cambios en la política económica que satisfagan las necesidades de los trabajadores y de los de abajo.
Hemos dicho hasta el cansancio que la economía es política y que los interrogantes que hoy pueblan las especulaciones mediáticas solo se resuelven en la correlación de fuerzas de la confrontación de intereses. No existe el bienestar general, sino la satisfacción de las necesidades de los sectores más desfavorecidos o las demandas del poder dominante, la rentabilidad del capital, la concentración y la extranjerización de la economía.

Buenos Aires, 19 de noviembre de 2013

Pagos de Deuda en moneda extranjera y reservas

Se realizaron el 15/11/13 las jornadas monetarias del Banco Central y resaltan las palabras de la Presidenta del organismo, Mercedes Marcó del Pont, relativas a la crisis mundial y a las restricciones externas que supone la escaseas de dólares en la coyuntura económica de la Argentina actual.
Respecto de la crisis señaló “que la crisis no ha mostrado todavía indicios de revertirse, que tenemos un Estados Unidos que le está yendo un poco mejor, una Europa en recesión, con situaciones muy heterogéneas, pero donde lo que se advierte es que no hay reacción del mercado de trabajo, que si bien la tasa de desocupación dejó de caer el empleo sigue cayendo, que las políticas que se están desenvolviendo en términos de liquidez y expansión monetaria, no están resolviendo las cuestiones más de fondo que subyacen detrás de esta crisis que es una brutal insuficiencia de demandas que le permita a estos países volver a crecer. Todo lo contrario, las políticas de consolidación fiscal están minando todavía más ese dinamismo de la demanda doméstica.”
Es decir, la crisis continúa, con impacto en el empleo y los ingresos populares y encima existen políticas de ajuste que complican la situación social.
Relativo a las restricciones externas se concentró en la política de cancelación de deuda señalando que “Hemos pagado desde el 2010 hasta la fecha 24.000 millones de dólares para reducir el stock de la deuda en moneda extranjera”, y respecto de la pérdida de reservas actuales menciona que “De los casi once mil millones que cayeron las reservas en lo que va del año, el 75% es por pagos de la deuda pública en moneda extranjera.” Ese porcentaje significa que se utilizaron 8.250 millones de dólares de reservas internacionales para cancelar deuda externa durante el presente año de 2013.
Son datos relevantes, ya que la titular del Banco Central alude a las restricciones externas del país para hacerse de divisas para la industrialización y el desarrollo, denostando el ingreso de capitales especulativos y sustentando la búsqueda de inversiones genuinas, resaltando el caso de las que genera YPF en su acuerdo con Chevron y la búsqueda de nuevo endeudamiento acordado con el Banco Mundial.
Todo ello es muy discutido en parte de la sociedad Argentina. ¿Está condenado el país a sustentar el actual modelo productivo depredador de los bienes comunes? Son varios los municipios en el país que rechazan la explotación de los hidrocarburos no convencionales en oposición a una tecnología, la de la fractura hidráulica, con consecuencias negativas sobre el medio ambiente, la naturaleza y las poblaciones que circundan las futuras explotaciones. Pero lo más importante es discutir el para qué del gas o el petróleo, el para qué de la energía. Es en definitiva discutir cuál modelo productivo y de desarrollo para la Argentina.
Es más, el interrogante es si el país busca inversores externos para ciertos procesos productivos, más allá de acordar o no con esas opciones, porque no haber usado el stock de reservas para ese fin en lugar de haber destinado 9.500 millones de dólares para cancelar deuda con el FMI en 2006; o 24.000 millones de dólares entre 2010 y el presente como confirma Marcó del Pont. Por ambos conceptos sumamos 33.500 millones de dólares, una cifra similar a las reservas aún existentes en el BCRA. Las reservas podrían tener otro destino que la cancelación de una deuda que requiere ser investigada para definir su legalidad y legitimidad.
Formulaciones favorables al desarrollo y promoción de las soberanías alimentarias o energéticas, articuladas con el fomento de la soberanía financiera pueden significar procesos de inversión genuina con recursos derivados de las reservas internacionales. Se trata de un destino de las reservas para la promoción productiva y el desarrollo social extendido sin depender del interés por la rentabilidad a toda costa de los capitales externos.
Es importante que la autoridad del BCRA reconozca las restricciones externas de la Argentina, y como hemos destacado en cuantiosas ocasiones, el endeudamiento externo es un gran condicionante de política económica. No solo por la pagado con reservas internacionales, sino por la decisión de retomar el camino del endeudamiento que ya se inició con los organismos internacionales. El flagelo de la deuda es un cáncer a extirpar y no se resuelve cancelando deuda sin previa investigación. Esta semana que pasó, el Senado de Brasil convocó a una audiencia pública con la Auditoría Ciudadana de la Deuda, una iniciativa popular que demanda la investigación de la gigantesca deuda brasileña. La inspiración es la auditoría de deuda organizada en Ecuador y que redujo sustancialmente el endeudamiento de ese país. Investigar la deuda en Argentina sigue siendo una asignatura pendiente.

Asunción, 16 de noviembre de 2013

Restricciones locales al financiamiento de las cerealeras y la necesidad de divisas del gobierno

El BCRA difundió esta semana la comunicación A 5493, donde comunica restricciones al uso del crédito local de las grandes cerealeras, modificando con ello el negocio financiero de esas empresas dominantes en el mercado de producción y exportación de productos primarios.
La disposición del BCRA limita la posibilidad de financiarse en pesos y las obliga a solicitar préstamos en divisas, en el exterior para obtener fondos de pre-financiación de exportaciones.
Ahora los bancos locales, sólo podrán prestarle a grandes empresas exportadoras el equivalente al 0,3% del total de depósitos en pesos. Según el BCRA, los bancos llevan prestados en lo que va del año 2013 cerca 11.000 millones de pesos a las cerealeras.
Es una medida que alcanza a pocas empresas, tal el caso de Bunge, de Cargill, Dreyfus, Nidera, AGD (Aceitera General Deheza) y Molinos, que exportan más del 75% de su producción.
Se trata de una disposición con nombre y apellido, y en ese sentido se destaca la intencionalidad de no favorecer el uso del crédito local para empresas monopólicas y liberar recursos para otros actores, especialmente pequeños y medianos.
En rigor, no es la primera vez que el BCRA intenta reorientar la cartera de préstamos a sectores pequeños y medianos de la economía.
Hasta aquí lo explícito de la resolución del Banco Central. Lo no dicho e implícito en la decisión pasa por la necesidad estatal de obtener divisas para recomponer reservas, las que caen fuerte desde hace dos años cuando se llegó al máximo de 52.000 millones de dólares. Ahora apenas superan los 33.000 millones y la sangría de divisas preocupa a las autoridades económicas y financieras.
No solo son cuantiosos los pagos de deuda, sino que debe computarse como problema estructural la crecida factura de importaciones energética, del orden de los 13.000 millones de dólares y la continua salida de divisas para cancelar los gastos por compras externas vía tarjeta de crédito.
Existen límites al ingreso de divisas en el país, con escasas inversiones externas, límites al ingreso de nuevas deudas, lo que explica la presión para el endeudamiento externo privado que orienta el BCRA y la búsqueda de financiamiento en el exterior que busca el propio sector estatal.
Al mismo tiempo, debe computarse la presión por una fuerte devaluación de los grandes productores y exportadores, o la pretensión de disminuir o eliminar las retenciones a las exportaciones. Todo para mejorar la rentabilidad de las empresas.
Pueden y deben pensarse rumbos alternativos. No se trata de vivir con lo nuestro, como alguna vez se sugirió, pero más que pensar en la lógica del mercado mundial, bueno sería profundizar los mecanismos de la cooperación e integración regional para darle aliento a la nueva arquitectura del sistema financiero que empujan los países latinoamericanos, con escasos avances concretos.
Aludimos a la creación del Banco del Sur, a la utilización compartida de las reservas internacionales o una parte de ellas para desarrollos productivos comunes, o a la promoción del intercambio con monedas locales, escasamente utilizado entre Brasil y Argentina, pese a la posibilidad existente desde 2008 en ese sentido. Uruguay se sumó al SUCRE que promueve el ALBA-TCP y convengamos que también es poco utilizado por los países miembros.
Pero también supone otro vínculo con el sistema mundial, denunciando los acuerdos globales, tal la adhesión de la Argentina al CIADI o la vigencia de los tratados bilaterales de inversión, donde el país tiene el récord en la región, con la vigencia de 55 tratados, muchos de ellos con vencimiento en el 2014 y que merecen ser denunciados para evitar la subordinación al chantaje de las empresas transnacionales que actúan en el país.

Buenos Aires, 10 de noviembre de 2013