Euforia del gobierno y el poder económico

Hay euforia en el gobierno de Mauricio Macri y en el poder económico con el resultado electoral del pasado 22 de octubre. Se nota en los festejos luego del escrutinio y en la primera conferencia de prensa del Presidente, justificando el aumento de combustibles con un inexplicable análisis sobre futuras bajas del petróleo, ahora que asciende a 60 dólares el barril.
Luego de los aumentos en los combustibles vienen las tarifas acrecidas en una escalada que solo tiene límites en la capacidad de protesta de la sociedad afectada, incluidos los votantes del gobierno, tal como ocurrió desde el primer incremento en 2016.
El poder festeja
Pero no solo hay euforia en los gobernantes, ya que los “mercados” mostraron confianza con alzas de las cotizaciones y volúmenes negociados, con guiños de consultores y evaluadores de riesgo que miran con expectativa el avance electoral de la derecha liberalizadora en la Argentina.
El BCRA decidió a dos días del triunfo subir las tasas de interés en 150 puntos porcentuales. Las tasas no se movían desde mayo y el temor era un impacto negativo en la percepción social antes de los comicios.
Una vez logrado el triunfo electoral, los ortodoxos dirigidos por Federico Sturzenegger subieron la tasa al 27,50%, favoreciendo la captura de liquidez financiera e impidiendo cualquier destino productivo del crédito en la Argentina.
Son tasas de usura en la lógica productiva que confirma el sentido especulativo de la economía local.
Un informe del Instituto de Estudios y Formación de la CTA Autónoma, con datos del BCRA señala que “el 77.8% de las inversiones recibidas en los últimos 12 meses se destinaron a la especulación financiera, generándole al Estado un gigantesco derroche de recursos en concepto de intereses”.
Por ende, solo el 22,2% corresponde a inversiones productivas de no residentes.
Convocatoria para consensuar la ofensiva liberal
Ese es el marco para la convocatoria a empresarios y sinidcalistas junto a otros sectores para la próxima semana e informar sobre propuestas legislativas y de política económica.
Uno de los ejes pasa por lo laboral, donde se concentra la demanda patronal y gubernamental para reducir el costo laboral y mejor la perspectiva de la rentabilidad de las empresas.
Como no pueden con el costo financiero, presionan con el laboral, apuntando al eslabón más débil, claro que con ciertas complicidades sindicales. A cambio, se ofrece la reducción de la “irregularidad” en el empleo, que mejor resulta definir como impunidad empresaria que condena a 1 de cada 3 trabajadores a quedar afuera de todo mecanismo de seguridad social.
La presión patronal también actúa sobre el costo fiscal y trasciende una reducción de la alícuota de ganancias para las empresas, postergando una vez más la promesa de reducción o eliminación del impuesto a las ganancias sobre los salarios.
Reforma fiscal, laboral y previsional asoman para la discusión con los sectores afines del poder económico y los que están dispuestos a negociar desde el sindicalismo.
La concepción de pacto social y político se recrea con aquellos que buscan beneficio en la cuenta de resultados de sus empresas y quienes imaginan una cuota de poder para contener el conflicto social.
Ajuste y endeudamiento
El Presupuesto del 2018 de la Nación y las Provincias entra en etapa de negociación parlamentaria para consolidar el ajuste del gasto social y la consolidación de un compromiso creciente en pagos futuros de intereses de una deuda pública en expansión.
A más intereses de la deuda le corresponden disminuciones del gasto social, lo que se acompaña de una orientación de reestructuración regresiva de las relaciones socioeconómicas.
Solo la conflictividad social por la inflación sostenida y la descarga del costo en la mayoría empobrecida podrá frenar o contener la euforia de una ofensiva reaccionaria en el orden económico.
Es una euforia sustentada en una votación de medio turno presidencial que inspira una perspectiva de gobierno de mediano plazo, más allá de la renovación presidencial del 2019, para insertar a la Argentina en la lógica de la liberalización que empuja el poder económico mundial.
Aún con Donald Trump “nacionalista” y una China “globalista”, en la disputa hegemónica del sistema mundial, el poder económico de las transnacionales puja por la liberalización.
Las campañas locales, continentales y globales contra la OMC y el G20, con cónclaves en Argentina en 2017 y 2018 pueden contribuir a obstruir los propósitos de la liberalización.

Buenos Aires, 28 de octubre de 2017

La política en la Argentina después de las elecciones legislativas

El macrismo se consolida como primera minoría electoral en Argentina, aunque todavía incluye una votación de rechazo al kirchnerismo, que no debe considerarse voto fiel al ideario y práctica de Cambiemos en el gobierno.
La suma de macrismo (41,60%) y kirchnerismo (21,72%) los coloca como las fuerzas más votadas (63,32%) y confirman que son la novedad política en la representación institucional de la Argentina en este Siglo XXI.
El radicalismo acompaña mayoritariamente al PRO y también en menor medida se incluye como parte en el kirchnerismo. El peronismo se incluye en el kirchnerismo, fuera del mismo y también minoritariamente con la alianza liderada por el PRO.
Por eso aludimos a una nueva situación política con crisis de las identidades tradicionales: radicalismo y peronismo; y la emergencia de nuevas representaciones institucionales.
El  macrismo ya no es solo una fuerza de la Ciudad de Buenos Aires, sino que se extiende como identidad nacional, con peso electoral en los principales distritos por población y peso económico, especialmente la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Mendoza. Es algo que le otorga fuerza en la negociación con los gobernadores y las fuerzas políticas tradicionales en la Argentina, peronismo y radicalismo, disminuidas en su visibilidad como expresión política.
La votación del kirchnerismo sigue siendo amplia y de carácter nacional, con expresiones organizadas en el movimiento social. Anuncia que se posiciona como la principal fuerza de oposición al gobierno de Macri e intentará hegemonizar al peronismo, que en sus variantes se presentó por lo menos en tres espacios electorales. El liderazgo del peronismo está en disputa y Cristina Fernández pretenderá erigirse como la más votada hacia la candidatura presidencial del 2019.
Macri es el primer presidente no radical ni peronista desde 1916, y aspira a constituir un nuevo tiempo político en el país bajo una nueva identidad, de derecha y con consenso electoral de masas, lo que supone apoyo entre los más pobres y los trabajadores.
No todo es institucional, el conflicto social existe
El triunfo electoral no elimina el conflicto social como parte de la disputa política. De hecho, las tensiones de último momento se asociaron a la desaparición de Santiago Maldonado, con responsabilidad directa del Estado y la represión.
Se trata de un tema que continúa, a la espera de la autopsia y la consideración de la responsabilidad estatal en la muerte de Maldonado, incluso y más allá de dictámenes oficiales, la sociedad, o una parte de ella responsabiliza al Estado y el conflicto en torno a su esclarecimiento no se agota en la voz oficial.
El movimiento de DERECOS HUMANOS y más en general el movimiento popular batalló contra la impunidad hasta lograr las leyes de nulidad y los juicios en curso; una lucha de décadas en la que puede inscribirse la demanda por el esclarecimiento de la muerte de Santiago Maldonado.
La batalla contra las actualizaciones de tarifas involucró a votantes del macrismo durante estos años y es previsible que sean parte de nuevas protestas. No debe asociarse adhesión electoral con consenso a políticas de ajuste explícito que afecta a buena parte de la población de menores ingresos.
Una ampliación del consenso electoral y parlamentario no significa contención del conflicto social.
Con el consenso electoral se pretenderá avanzar con la agenda del ajuste y la regresiva re-estructuración de la economía, el Estado y la sociedad. Por eso se alentarán reformas diversas: laboral, previsional, fiscal, penal, educativa, de salud, etc.
A no dudar que esos intentos generarán respuestas diversas, entre quienes intentarán darle cobertura social, sean parte de la burocracia sindical negociadora, mayoritaria en la CGT; el periodismo afín a las patronales de la comunicación y una intelectualidad funcional a la liberalización; pero también se habilita el despliegue de alternativa política popular, especialmente en la construcción de un nuevo modelo sindical, donde la unidad de acción es fundamental para construir nuevo proyecto sindical y popular articulado.
Las CTAs y otros ámbitos del movimiento sindical están desafiados a superar la fragmentación y con audacia proponer formas de organización de la protesta social y generarse condiciones de efectividad en la construcción de alternativa de poder.
En el movimiento sindical, territorial y popular se dará el principal espacio para la acumulación política de la izquierda y un proyecto popular por la emancipación social.
La izquierda partidaria logra 1.350.000 con el 5,59% de votos, con picos muy importantes en algunos distritos como Salta, Jujuy, Mendoza, e incluso el ingreso de legisladores nacionales. La fragmentación de la propuesta electoral de la izquierda diluye una mayor presencia legislativa y desafía a ampliar los espacios de unidad.
Unidad más posible y deseable en el ámbito del movimiento social y el conflicto, territorio adecuado para construir confianza para disputas institucionales próximas.
Sin perjuicio de la confrontación al ajuste, que incluye alianzas estratégicas y tácticas que involucran al propio kirchnerismo, el desafío pasa por la unidad ante situaciones de una agenda por la liberalización.
En ese plano destaca la confrontación contra las reformas laborales y previsionales y otras que mencionamos antes, pero especialmente contra la agenda de la presidencia Argentina en el G20 del 2018, que empieza en estos días con una reunión en Bariloche, que anticipa la ofensiva capitalista en territorio argentino durante el próximo año.
Más aún, en diciembre próximo, entre el 10 y 13 de diciembre se reúne la 11° Ministerial de la OMC y la programada semana de acción global contra la OMC será la oportunidad de generar una importante acción de masas en unidad de lucha para habilitar la discusión de una agenda alternativa al proyecto de liberalización del gobierno y las clases dominantes.
Sea por la agenda del ajuste nacional o las reformas reaccionarios y el alineamiento con la demanda del capital trasnacional para bajar el costo laboral y previsional y asegurar rentabilidad al capital, el desafío se instala en la potencia de la unidad de acción del movimiento popular y que en su desarrollo se desplieguen formas eficaces de articulación para la disputa del poder.
Menos consignas y más argumentos
Desde la izquierda y el movimiento popular se requiere mayor capacidad de argumentación.
El discurso pos electoral del macrismo es vacío, asentado en el consenso electoral y convocando a “seguir” en el rumbo, respondiendo a una religiosidad que convoca al seguimiento acrítico.
Somos conscientes que eso supone la agenda de la liberalización y el ajuste, la promoción de las inversiones externas y el mayor endeudamiento público, y que no alcanza con la oposición.
La demanda es por construir adecuada argumentación que no se contenten con la crítica al neo-liberalismo, sino ir más allá en una prédica anti-capitalista que pueda generar conciencia por cambios profundos.
El problema no es el neo-liberalismo o Cambiemos, el tema de fondo es el capitalismo. Hace falta una propuesta anti-capitalista y para ello discutir más a fondo que pasa en los sentimientos y consciencia de los sectores popular, ver como se discute contra la argumentación desde el poder.

Buenos Aires, 23 de octubre de 2017

La política más allá de las elecciones y por los derechos

La aparición del cuerpo de Santiago Maldonado en el Río Chubut agregó incertidumbre al análisis político electoral y general.
Fueron meses de conmoción social por la desaparición, lo que profundizó las diferentes lecturas sobre la realidad, con variadas sospechas sobre las responsabilidades y alcances del acontecimiento, centradas en la responsabilidad del Estado y el accionar de la represión.
Sea cual sea el resultado en la elección del 22/10/17 y con el informe de la autopsia se abrirá un debate sobre las responsabilidades en la muerte de Santiago Maldonado.
El resultado electoral desafía a los principales proyectos que disputan institucionalmente la política, sea el macrismo, como coalición o pretendida nueva representación política, como al peronismo, o si se quiere, al kirchnerismo como parte que lo trasciende; pero también a quienes desde otras expresiones por izquierda o derecha disputan representación política.
La realidad es más compleja que el ámbito institucional y afirmamos que el conflicto social ocupa un lugar central. El tema de fondo es la defensa de los derechos en sentido integral, como derechos humanos, económicos, sociales o culturales, algo que trasciende a los poderes constitucionalmente definidos.
Responsabilidad del Estado
Variadas fueron las explicaciones que se difundieron en los 80 días de la desaparición de Santiago Maldonado, lo que generó una demanda social extendida por la verdad y el esclarecimiento.
Algo que debiera consolidar una posición masivamente sustentada en el esclarecimiento de todos los casos de desapariciones en tiempo constitucional y obvio, de la irresuelta situación de los desaparecidos en tiempos de la dictadura genocida y el previo periodo constitucional signado por la presencia de grupos parapoliciales y paramilitares.
La responsabilidad es del Estado, que se dice de Derecho, mucho más en el caso Maldonado, con participación de fuerzas de seguridad dirigidas por el poder judicial y el ejecutivo en el desalojo de la ruta el 1/8, seguido de persecución a los manifestantes.
Bajo la defensa de los derechos humanos se constituyó un nuevo sujeto socio político en tiempos de dictadura, ampliado en los turnos constitucionales desde 1983, habilitando con acuerdo de gobiernos de turno los juicios, a las juntas y a responsables directos de la represión, sin agotar a todos los involucrados, algo que se mantiene vigente gracias a la anulación de las leyes de la impunidad.
Vale resaltar el tema porque no alcanza con el accionar de las instituciones y sus leyes, los poderes ejecutivos, legislativos y judiciales. El poder popular es lo que constituye ese accionar y legitima o deslegitima las disposiciones del poder relativo de las instituciones.
La dictadura ejerció el poder indiscriminado y combatió derechos, especialmente a la vida. El límite provino de la lucha social y en forma destacada por el movimiento sindical y el de los derechos humanos. La razón se explica en la agresión a los derechos de las trabajadoras y trabajadores, a quienes se pretendió disciplinar con prohibiciones y restricciones a sus derechos esenciales.
Así, la lucha por los derechos humanos, sociales, económicos y sindicales apareció en la constitución de un contrapoder que habilitó las bases para un nueve tiempo desde fines del 83.
El Estado es un ámbito de relaciones sociales sujeto a la disputa, sobre el que actúa el poder con todas sus formas, incluida el poder de la violencia y la represión, en tiempos de dictadura o de vigencia constitucional; pero es también espacio de disputa para la satisfacción de la demanda social extendida y organizada.
No decimos nada nuevo y así como hace 100 años la lucha universitaria habilitó una reforma progresista de la Universidad, las luchas en torno al 2001 gestaron una legislación favorable a las empresas recuperadas y especialmente la inimaginable nulidad de las leyes de la impunidad.
Hegemonía en el Estado y disputa del poder
Está claro que en la coyuntura actúa más el proyecto del poder sobre el Estado y por eso crece la represión y la demanda de los sectores hegemónicos para instalar el orden necesario para la reproducción normal de la lógica del capital. Ello está presidido por las condiciones necesarias para el ingreso de capitales externos: reformas regresivas contra los derechos adquiridos.
Insistamos que la realidad no es solo la hegemonía transitoria en las instituciones, sino que la realidad se establece en disputa entre las iniciativas contradictorias en uno u otro sentido.
Por eso, desde el gobierno se intentará empujar las políticas de ajuste y reforma laboral, previsional, educativa, de salud y penal sustentadas en un resultado electoral que imaginan favorable.
La discusión se instala en el ámbito del conflicto social, por esclarecer el caso Maldonado y contra el ajuste en las condiciones de vida de la mayoría de la población.
Es una disputa por los derechos. De un lado el derecho a la explotación, la ganancia y la acumulación, propias del desarrollo capitalista. Por el otro, el derecho a sostener históricas conquistas del movimiento obrero y social y expandir la demanda social para satisfacer necesidades, incluso una perspectiva alternativa contra el modelo productivo y de desarrollo.
Resulta estratégico discutir el Estado y la disputa de la hegemonía en su interior, lo que puede permitir el debate sobre el rumbo de la política estatal, para consolidar el orden capitalista, que puede ser restringido a reformas progresistas, o para construir una sociedad en contra y más allá del régimen del capital.

Buenos Aires, 22 de octubre de 2017

¡Qué país mi país! A horas de elecciones

“No confío en nadie” sostiene el hermano de Santiago Maldonado y se apunta principalmente hacia el Estado, aunque no solo.
Es un episodio grave la desaparición de personas, lo sabemos y combatimos. Una más en nuestra historia, agravada ahora por la circunstancia de la presencia de la Gendarmería en la represión del primero de agosto, que en sí mismo, la protesta y el acto represivo condensa varios problemas estructurales. Ellos van desde el genocidio indígena en varias “campañas al desierto” en el Siglo XIX a la desposesión de la tierra y apropiación a través del tiempo en grandes extensiones por capitales externos, en este caso Benetton.
Son variadas las consideraciones a realizar en este momento, aunque en primer lugar está la situación humana y las circunstancias, que incluyen los silencios y manipulaciones informativas desde el poder del Estado.
Algunos se interrogan si esto impacta en el acto electoral del 22/10 y yo digo qué país mi país, que se interroga al respecto, cuando los derechos humanos son constitutivos de la subjetividad popular de estos años.
No sé cuántos votos mutaran de sentido el próximo domingo, pero sí que el caso Maldonado continuará en la movilización social y demanda de verdad.
Baste recordar la lucha en soledad por la nulidad de las leyes del perdón que empujó Floreal Gorini, como Diputado Nacional del Partido Comunista (1995/97), y que luego en un clima de amplia movilización social en 2003 fue posible aprobar. Eso explica los encarcelamientos y juicios actuales contra los represores.
Existe una gran incertidumbre en el presente, que tiene por trasfondo la perdida de identidades históricas de la política en la Argentina, entre ellas el peronismo y el radicalismo. Desde que hay voto universal, de hombres, solo radicales y peronistas ocuparon la presidencia.
Ahora Macri quiere inaugurar un nuevo tiempo. Escribí en su momento que kirchnerismo y macrismo son las novedades políticas del Siglo XXI y en este tiempo se juegan la continuidad con perspectivas de afirmarse en la disputa por la hegemonía en el plano de las instituciones.
En rigor, la política no solo son las instituciones, también cuenta la protesta y el conflicto social, por los derechos humanos, sociales, económicos, culturales y políticos, que cuando se expresan generan novedades y pueden disputar sentido.
Las elecciones pasaran y la lucha contra la impunidad y por los derechos continuará para habilitar nuevos procesos de horizonte esperanzador y por la emancipación social.

19/10/2017

La mirada estratégica del presente desde el CHE

La semana pasada se cumplieron 50 años del asesinato de Ernesto Che Guevara y estuve en La Habana participando de la III° Conferencia de Estudios Estratégicos “Transición hacia un nuevo orden internacional: desafíos, amenazas y oportunidades”, organizada por el Centro de Investigaciones de Política Internacional, CIPI.
Me tocó exponer en el panel especial: “La dinámica entre la Revolución y la Contrarrevolución en Nuestra América: algunas miradas en ocasión del 50 Aniversario de la inmortalización del CHE”, compartiendo la mesa con Hugo Moldiz de Bolivia, Darío Salinas de México y Luis Suárez Salazar de Cuba.
Junto a importantes debates pude visitar la sede de la Central de Trabajadores de Cuba, CTC y compartir diagnósticos y propuestas con los compañeros de relaciones internacionales de la central cubana, principalmente en la perspectiva estratégica del movimiento clasista, muy especialmente en lo relativo al Encuentro Sindical Nuestra América, ESNA, y los desafíos en la confrontación con la Organización Mundial de Comercio, OMC, que organiza la 11° Ministerial en diciembre próximo en Buenos Aires y se espera una importante semana de acción global entre el 10 y 13 de diciembre del 2017, pero también las acciones a desplegar en el marco de la coordinación argentina del G20 para el 2018.
Además, y al cierre de la semana, pude compartir con las autoridades de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba, la ANEC, el 2° Encuentro Internacional “Gestión y Dirección Empresarial”.
Sean los debates intelectuales organizados por el CIPI; el intercambio sobre el presente y el futuro del movimiento obrero en la CTC; o los desafíos de la organización económica en Cuba favorecido por la ANEC; todos ellos configuran un mapa intelectual, político, social y organizativo para discutir la transición del capitalismo al socialismo.
Eso creo es lo estratégico en mi opinión y es claro que muchísimos no coinciden con este planteo y sustentan que solo se puede hacer lo que es posible, que solo admite reparaciones sociales parciales en el marco de una brutal ofensiva capitalista.
Es muy curioso cómo se recupera al CHE al tiempo que se dice que solo hay lugar para algunas reformas en un presente de ofensiva del capital y defensiva del movimiento popular.
¿Qué pensaba el CHE en vísperas de la revolución Cubana?
¿Acaso estaban dadas las condiciones ideales para tomar el cielo por asalto?
¿En su experiencia militante y combatiente en África o Sudamérica, qué condiciones existían y cuáles aspiraba a crear?
En definitiva, ¿cuál es el momento para proponerse la confrontación con el capitalismo y continuar la experiencia del tránsito al socialismo brevemente ensayada en la Comuna de París hacia 1871, o a 100 años de la Revolución en Rusia?
Todo eso aún revuela en mi mente ante los intercambios en Cuba, con el CHE como trasfondo de la discusión.
El CIPI organizó la actividad académica en conjunto con CLACSO, el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, también a sus 50 años de existencia y por eso su Secretario Ejecutivo, Pablo Gentili, inició las reflexiones con un repaso de los problemas de nuestro tiempo con mirada regional, desgranando los efectos de la desigualdad y las restricciones a la democracia, con fresco repaso sobre los desafíos para el pensamiento y la práctica social e intelectual.
Presente y futuro cercano del mundo
Variadas opiniones sobre el presente y futuro cercano del sistema mundial se presentaron, destacando intervenciones relativas a EEUU, a China, a los cambios en la tecnología y el mundo del trabajo, el modelo productivo y de consumo, la especulación y militarización de la sociedad; las iniciativas políticas de las derechas y las clases dominantes en el mundo, tanto como el balance de la experiencia socialista por un siglo, especialmente Cuba y las iniciativas populares de carácter alternativo. Todo matizado a la luz del legado del CHE.
Elocuente resultó la presentación de José Luis Rodríguez, investigador del Centro de Investigación de la Economía Mundial, CIEM, de Cuba. Aportó datos sobre el horizonte hacia el 2030 en crecimiento de la población mundial a 8,500 millones de personas y necesidades incrementadas de un 30% más de agua, un 40% más de energía, un 50% más de alimentos. Una perspectiva en el marco presente del cambio climático y la disputa por los bienes comunes de la Naturaleza, que conlleva la militarización mundial con crecientes gastos militares y la muleta de la especulación desenfrenada de títulos, acciones y derivados. La conclusión alude a una desaceleración del ritmo del crecimiento mundial que del 1994 al 2006 era de 4% para la economía mundial y se reduce al 3,5% para el 2007-2015 y se pronostica del 2 al 3% para el 2016-2030.
Son condiciones para la aceleración de la disputa por el excedente entre pocos capitales altamente concentrados y la mayoría de la población mundial, algo que confirman todos los estudios de desigualdad.
Por su parte y ante ese panorama, el titular de la Sociedad Latinoamericana de Economía Política y Pensamiento Crítico, SEPLA, el haitiano Camille Chalmers recuperó la historia de las revoluciones en el continente, desde 1804 en Haití, pasando por Cuba en 1959 y reivindicando el proyecto boliviariano del 2004.
Con esos antecedentes reflexionó, en la Mesa organizada por la Red en Defensa de la Humanidad, sobre la combinación de una propuesta actualizada contra la esclavitud, el colonialismo, el capitalismo y el imperialismo, el patriarcalismo y toda forma de racismo y discriminación. Puso en evidencia la importancia estratégica de la región latinoamericana y caribeña en materia de recursos naturales y una legislación y política fiscal favorable a los paraísos fiscales y la especulación, destacando la historia y trayectoria del movimiento popular, muy especialmente en la perspectiva de articular las luchas en un proyecto unificador para la libertad y la emancipación social.
Lina Pedraza, Ministra de Finanzas y Precios de Cuba fue elocuente en el cierre de la actividad de la ANEC con relación a la respuesta cubana ante el desastre de los recientes huracanes, que contrasta con lo acontecido en otros países del Caribe ante la desidia de las clases dominantes y especialmente EEUU.
Fue la solidaridad y accionar conjunto del Estado, los empresarios locales y la población y sus organizaciones, quienes afrontaron cuidadamente, como es costumbre, la reparación de los daños materiales y la reconstrucción de la cotidianeidad aún en difíciles condiciones que supone el mantenimiento del bloqueo criminal y las restricciones de la inserción mundial de un proyecto de revolución que intenta abrirse paso con dignidad en el sistema mundial.
Una clara diferencia con la evidencia de un mundo que afirma valores afines al individualismo contra la solidaridad social.
Recuperar el proyecto por la transición
El CHE volvía en cada uno de estos debates y se habilitaba una discusión entre lo posible y lo necesario.
Alguien me consultó a propósito del CHE Sobre “el comportamiento de este mundo” en la coyuntura. Confieso que no resulta sencillo responder, aunque mi convicción está asentada en la respuesta del accionar colectivo y la construcción de un proyecto por la revolución.
En ese sentido recuperé en variadas discusiones la concepción del MITO en Mariátegui, que era la “revolución socialista” como objetivo para los pueblos de América hace casi un siglo. Es lo que asumió como propio Ernesto Guevara, cuando todavía no era el CHE y remitía a los problemas de Nuestra Mayúscula América, lo que dispararía su compromiso con la lucha por la liberación a la que entregó la vida.
Si con Marx descubrimos hace 150 años el motivo y la causa de la ganancia, la acumulación y la dominación capitalista; y con Lenin la disposición hace un siglo para liderar la causa humana por la revolución y la transición del capitalismo al socialismo; con Mariátegui el mito del socialismo y con el CHE, Fidel y la generación de la revolución cubana del 59 la materialidad de esos propósitos en la región Nuestramericana, la potencia de la lucha por el socialismo no es una quimera, sino una asignatura pendiente para las nuevas generaciones.
En definitiva, se trata de superar la crisis de alternativa política en nuestro tiempo, lo que abrió espacio a gobiernos de derecha y diversifica el mapa de las luchas reivindicativas, por lo que se requiere la unidad de acción junto a la unificación por un proyecto contra hegemónico hacia una nueva sociedad, contra la nueva normalidad de mayor flexibilización laboral, depredación natural y consumismo exacerbado.

Buenos Aires, 16 de octubre de 2017

El negocio de la economía verde

Coincido por actividades académicas en la ciudad de Córdoba en ocasión de realizarse la Cumbre Economía Verde, con la presencia estelar en el cierre de Barack Obama, promocionado como el Nobel de la Paz 2009 y promotor de la lucha por el medio ambiente[1].
Qué curioso pacifista Obama, promotor en su gestión de invasiones territoriales a Libia o Siria, continuando en Afganistán o Irak, y de la militarización de la sociedad mundial.
Obama, se dice en el New York Times, mantuvo “al país en guerra más tiempo que Franklin D. Roosevelt, Lyndon B. Johnson, Richard M. Nixon o incluso que Abraham Lincoln.”[2]
A su vez, el ex gobernante de la potencia hegemónica actuó en el fomento de una transnacionalización sustentada en empresas estadounidenses para la depredación de la Naturaleza y en nada contribuyó ni siquiera a la “mitigación del problema ambiental”, tal como sostienen los foros mundiales sobre la cuestión.
Ni siquiera el poco efectivo protocolo de Kioto u otros similares se firmaron. Muy lejos de las críticas realizadas en las cumbres mundiales de quienes sostienen que el problema no es el clima sino el capitalismo.
Claro que además de hablar y cobrar cuantiosos honorarios, podrá hacer gestiones a favor de empresas transnacionales.
Lo acompañan como expositores otros premios Nobel de Economía, como los estadounidenses Edmund Phelps, Nobel en 2006 y Eric Maskin Nobel en 2007, premiados por el Banco de Suecia y acompañan esa premiación desde que se instaló en 1969 a principales referentes del pensamiento reaccionario como Friedrich v. Hayek en 1974 o Milton Friedman, el inspirador de las políticas económicas de las dictaduras genocidas en Chile o Argentina, premiado en 1976; con muy pocos economistas heterodoxos galardonados, caso de Joseph Stiglitz o Paul Krugman, beneficiados por el Banco sueco en tiempos económicos turbulentos, 2001 y 2008 respectivamente.
Junto a ellos, la Cumbre se nutre con varios académicos de la corriente principal de orientación neoliberal y CEOs de grandes empresas o representantes de organizaciones empresarias y funcionarios públicos actuales o ex, de Argentina y EEUU.
El organizador es el Gobierno de Córdoba y la Fundación Advanced Leadership (ALF), con sede en Washington DC, dedicada a “la identificación y formación de líderes mundiales”[3].
La ALF es el verdadero cerebro de una actividad que ya realizó su primera versión en La Docta en el 2016. Se proponen formar 300 disertantes sobre esta particular versión de solución al cambio climático y la insostenibilidad ambiental del orden contemporáneo, los que difundirán en todo el país la concepción “ambientalista” del poder económico mundial, el principal responsable de la depredación natural, tal como lo vienen ejecutando desde la pasada Cumbre.
Se proponen instalar el discurso de la “economía verde”, utilizando la imagen favorable del color de la esperanza para manipular consensos sociales al paradigma hegemónico de mercantilización, privatización y financiarización.
Patrocinan la actividad la Boston Seguros, la Fundación Mediterránea, OCA, Air Europa, Coca Cola Argentina, Banco Galicia, Telefónica, UBER, entre otros.
Eso explica los invitados a exponer, todos cultores de la defensa del orden capitalista bajo las condiciones actuales de ofensiva contra el trabajo y la naturaleza.
Todo vestido de “economía colaborativa” a modo UBER, ejemplo de las nuevas formas de organización del transporte urbano y anticipo del “futuro del trabajo” pretendido por los diseñadores de la explotación contemporánea, los que sustentan nuevas y reiteradas reformas laborales, sin horarios ni organización sindical en defensa de los intereses de trabajadores flexibles.
Ideología y negocios
En rigor, desde la Cumbre no solo se promueve “ideología”, sino que es una forma de acercar empresas (inversores externos) con funcionarios del gobierno nacional y provincial, con la zanahoria de negocios sustentables para la economía local. Ya sabemos de la avidez de inversiones por la que claman los gobernantes actuales.
Son asuntos que estuvieron presentes en la visita de Obama en marzo del 2016, recién asumido Macri, y en la de agosto 2017 de Mike Pence, el vice de Trump, limones, cerdos, o biodiesel mediante, aunque también energía, telecomunicaciones o infraestructura.
Los anuncios de los visitantes fueron por miles de millones de dólares y lo que interesa es el petróleo no convencional, las energías alternativas, las comunicaciones, la infraestructura y un comercio favorable a EEUU.
Pence señaló en su momento que el First América no supone “solo América”, por lo que están en la búsqueda de amigos, y no hay duda de la amigabilidad actual de Argentina con inversores y el sistema mundial capitalista.
Algo que ratificarán con la presencia de Obama en sus entrevistas con Schiaretti y Macri respectivamente.
No sorprende en ese marco la presencia de varios expositores asociados al tema “seguros”, ya que como leemos en el sitio de Boston Seguros, uno de los principales sponsors de la Cumbre: “Los daños ambientales de incidencia colectiva son aquellos que producen una alteración relevante que modifica negativamente el ambiente o sus recursos, el equilibrio de los ecosistemas, o los bienes o valores colectivos. La Ley 25.675 en su art. 22 expresa que “Toda Persona Jurídica o Física que realice actividades riesgosas para el medio ambiente, los ecosistemas y elementos constitutivos, deberá contratar un seguro de cobertura con entidad suficiente para garantizar el financiamiento de la recomposición del daño que en su tipo pudiere producir”.[4]
Como vemos, el problema no es el daño causado por el modelo productivo, sino “cubrirse” y para ello están las aseguradoras.
Vale mencionar que la solución gestada desde el capitalismo mundial son los bonos de carbono y servicios ambientales con los que se finaciariza la crisis ambiental. Privatización, mercantilización y financiarización de los bienes comunes en el centro de la apetencia de las transnacionales y sus negocios, ahora denominados bajo el color verde.
Se trata de mercantilizar la naturaleza y que los bienes comunes, la tierra y el subsuelo sea apropiado privadamente, tal el caso de Benetton en la Patagonia y otros capitales externos, dueños de territorio para la explotación productiva con tecnologías depredadoras. Es el caso del fracking (fractura hidráulica) para la extracción de hidrocarburos no convencionales, o de Monsanto y las semillas transgénicas.
De este modo, Argentina se subordina a la lógica extensiva de la mercantilización de los bienes comunes y agrava la crisis ambiental. Se niega el debate con organizaciones críticas a la depredación ambiental, desde las Centrales sindicales críticas, las organizaciones de los pueblos fumigados, las poblaciones que confrontan a la mega inversión en minería a cielo abierto, al fracking, o a las transnacionales de la alimentación y la biotecnología que dominan el ciclo de la producción agraria.
Los promotores de la Cumbre Economía Verde hablan de discutir el modelo productivo, sin embargo, lo hacen en un sentido de confirmación de la apertura de la economía argentina a la lógica inversora global. Estos inversores demandan las reaccionarias reformas laborales, previsionales, educativas, sanitarias, penales, que están en boga y se anuncian para luego de las elecciones próximas y la asunción del nuevo Parlamento en diciembre. Todo en sintonía con la necesidad de recuperar viabilidad de alta rentabilidad para el capital.
Debatir el modelo productivo
Lo que se necesita es discutir ampliamente el modelo productivo para colocar en sintonía las necesidades de la población con el sostenimiento de los bienes comunes para las actuales y futuras generaciones.
Se debe a los clásicos de la Economía Política el lema que señala a “la tierra como la madre de la riqueza y al trabajo como el padre” y curiosamente, el desarrollo capitalista se sustenta en el matricidio y el parricidio de las fuentes de la riqueza.
Es una lógica convergente con la violencia originaria del capitalismo y desplegada por siglos para imponer la razón de la ganancia por encima del deseable “vivir bien” o “buen vivir” que recrean las nuevas constituciones de Bolivia o Ecuador como novedad al “desarrollismo” contemporáneo.
Es necesario terminar con la violencia sobre la vida de las personas y el ambiente, para construir la armonía de la Humanidad y la Naturaleza.
Córdoba, 6 de octubre de 2017



[1] Cumbre Economía Verde, Córdoba 5 y 6 de octubre de 2017, en: http://cumbreeconomiaverde.org/ (consultado el 6/10/2017)
[2] MARK LANDER. El inesperado legado de Obama: ocho años de guerra continua. The New York Times, 18 de mayo de 2016. En: https://www.nytimes.com/es/2016/05/18/el-inesperado-legado-de-obama-ocho-anos-de-guerra/ (consultado el 6/10/2017)
[3] Sitio de la Cumbre.

Efectos políticos de corto y largo plazo para una economía que crece con deuda pública

El INDEC acaba de informar el jueves pasado 28/09 una baja del índice de pobreza[1] y un crecimiento de la producción industrial[2] (28/09).
Al mismo tiempo, un día antes (27/09) difundió datos relativos al deterioro del déficit comercial, la posición de inversión, la salida de capitales y todo, financiado por el mayor endeudamiento[3].
Los datos son contradictorios y combinados expresan la complejidad del momento y las nocivas consecuencias en el futuro de la Sociedad en la Argentina.
Por un lado, con la baja del índice de pobreza y el alza de los indicadores industriales, el gobierno disputa consenso en plena campaña electoral. Por su parte, el deterioro de las cuentas externas, con menos difusión e impacto social, se esconde la real situación de la Argentina, ya que la hipoteca de la deuda tendrá que pagarse, a corto plazo con intereses acrecentados, y a mediano y largo plazo se compromete la riqueza socialmente generada.
Pobreza
Son pobres el 28,6% de la población y 6,2% son indigentes, sobre una encuesta realizada sobre 31 aglomerados urbanos con población de 27.451.977 de personas.
De ahí podemos deducir que la pobreza alcanza a más de 12 millones de personas del total de la población actual de la Argentina. Los indigentes suman más de 2,6 millones de personas.
Es cierto que la pobreza baja respecto del 2016, pero la indigencia sube y si bien se dice en la metodología y poco se discute en los medios, los datos están discontinuados entre 2007 y 2015 por “emergencia estadística” decretada por el Gobierno Macri.
Puede pensarse que el profundo ajuste desde diciembre del 2015 no solo generó recesión económica, sino que incrementó la pobreza a niveles alarmantes para el 2016, y que ahora, con cierta recuperación de la actividad económica, una parte de la población empobrecida el año previo, supera con sus ingresos la línea de pobreza.
La pobreza mide los ingresos necesarios para cubrir la canasta total (Canasta Básica Total), que incluye alimentos y otros bienes y servicios, como vestimenta, transporte, educación, salud, etc. La indigencia solo contiene alimentos (Canasta Básica Alimentaria, CBA).
El total de indigentes y pobres por ingresos es una cifra alarmante. Más aún el crecimiento de la indigencia, que manifiesta que una parte de la población pasa de pobre a indigente para malvivir y subsistir. Algunos salen de pobre, pero sus magros ingresos apenas cubren sus necesidades.
Industria
Con la activación de la industria ocurre algo similar, ya que el crecimiento a  fines de agosto de 2017 presenta una suba de 5,1% con respecto al mismo mes del año 2016, cuando el registro entonces había sido -5,7; o sea, no se recupera lo perdido un año atrás.
Ni la industria de alimentos o textil, que contienen en su seno cantidad importantes de pequeñas y medianas empresas locales logran el promedio de crecimiento. Sus registros son negativos.
Los sectores industriales que están por encima del promedio son las petroleras y las automotrices, que como sabemos, constituyen un sector altamente concentrado, con pocas empresas, en general extranjeras, salvo YPF, que siendo privada, está gestionada por el Estado.
Desde marzo del 2016 a junio del 2017, 16 meses, los registros de la evolución industrial son negativos. Solo en Julio empezó una recuperación que con el registro de agosto acumula un crecimiento del 1,4% anualizado.
No son cifras para festejar, pero desde el gobierno se anuncia el cierre del ciclo recesivo y se anuncia, de cara a las elecciones de octubre, que el proceso de recuperación se inició para no detenerse.
Según el Ministro de Hacienda, se vienen ahora 20 años de crecimiento de la economía en Argentina. Es un optimismo que no se compadece con las cuentas externas de la economía.
Sector externo
Para el segundo trimestre del 2017, abril a junio, el déficit comercial alcanzó los 5.954 millones de dólares, lo que significa mayores importaciones que exportaciones.
Ese déficit debe cancelarse con divisas (moneda de otros países), ya que no se pueden cancelar compras externas con pesos (moneda local).
Para hacerse de divisas el país requiere de un balance externo superavitario, logrado con mayores exportaciones que importaciones. No es lo que ocurre y además, la tendencia es al crecimiento de manera importante de las importaciones por encima de una debilitada evolución de las exportaciones.
También puede hacerse de divisas mediante las inversiones externas y eso no ocurre, salvo en cuenta gotas. Ello explica las concesiones regulares, actuales o prometidas a inversores externos para hacer rentables sus inversiones en el país. Para eso viene la OMC en diciembre al país y la coordinación Argentina del G20 durante el 2018 abona en ese sentido
Finalmente, el tema se resuelve con endeudamiento. Es lo que ocurre, hipotecando el presente y el futuro de la Argentina.
El ingreso neto de capitales, es decir, ingresos menos egresos, fue de 6.376 millones de dólares y las reservas internacionales se redujeron en el periodo en 2.804 millones de dólares. Son datos oficiales de los informes del INDEC señalados.
La deuda externa alcanzó los  204.818 millones de dólares. Son 5.950 millones de dólares más con respecto a fines de marzo de 2017, como consecuencia de emisiones de deuda del Gobierno general y del BCRA.
En síntesis
Si tomamos en conjunto el análisis de estos datos comprobamos la hipoteca sobre el conjunto de la sociedad, ya que la relativa baja de la pobreza, o la relativa suba industrial, solo se explica por mayores compromisos de deuda asumidos que convocan a renovadas políticas de ajuste fiscal que soporta la mayoría de menores ingresos.
La orientación de la política económica de la Argentina genera esta debilidad estructural financiada con deuda para seguir aportando a la acumulación mundial del capital.
Es un proceso dirigido por una minoría parlamentaria, el macrismo, que funciona por acuerdos políticos con otras minorías en el Congreso y la mediación de burocracias políticas, sindicales y mediáticas que facilitan el consenso electoral.
Resulta necesario pensar y actuar políticamente para construir una perspectiva alterativa de la realidad, con otra orientación, más allá de la lógica de la ganancia y el régimen del capital. Es el sentido de la reunión federal que este sábado 30 de septiembre convocó en la Facultad de Ciencias Sociales a construir una Semana de Acción Global FUERA LA OMC y la construcción de una CUMBRE DE LOS PUEBLOS CONSTRUYENDO SOBERANÍA.
Lo que no genera la institucionalidad puede resolverse desde la iniciativa popular en la búsqueda de nuevos horizontes, aun cuando la premisa continua siendo lo que no se quiere, pero interesa destacar la búsqueda de proposiciones alterativas. En definitiva, la información sesgada de los datos es utilizada para la política gubernamental y del bloque de beneficiarios y de poder en el país; pero la iniciativa política popular también puede disputar sentido y construir soberanía, tal como formula el movimiento FUERA OMC de la Argentina.
Buenos Aires, 1 de octubre de 2017



[1] INDEC. Incidencia de la pobreza y de la indigencia en 31 aglomerados urbanos. Resultados primer semestre de 2017, en: http://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/eph_pobreza_01_17.pdf (consultado el 30/09/2017)
[2] INDEC. Estimador Mensual Industrial. Agosto de 2017, en: http://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/emi_09_17.pdf (consultado el 30/09/2017)
[3] INDEC. Estadísticas integradas de Balanza de pagos, Posición de inversión internacional y Deuda externa
Segundo trimestre de 2017, en: http://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/bal_09_17.pdf (consultado el 30/09/2017)