Los datos del presente de la
economía son malos, con continuidad de la recesión. El INDEC[1] informa que el segundo
trimestre del 2016 terminó con una caída del 3,4% del PBI, aunque algunos con
ojos amigables en la política oficial observan brotes verdes para el futuro
cercano. En este sentido hablan del crecimiento de las ventas de vehículo cero kilómetro,
cuando el informe de actividad del INDEC señala la caída de la producción de
automotores, de fuerte incidencia en la caída del 7,9% en la Industria
Manufacturera, contra el segundo trimestre del 2015. ¿Por qué se venden los 0
km si baja la producción? Por los enormes descuentos de las concesionarias que
necesitan vaciar stock y por el auge de venta de las pick-up, ya que los
grandes propietarios, productores y exportadores se vieron beneficiados con la
devaluación y las quitas y disminuciones de las retenciones. Por eso también
hay expectativa en la expansión de la construcción o la venta de inmuebles, ya
que el último boom inmobiliario en la Argentina estuvo motivado en la expansión
sojera, que desde 1996 y la autorización a producir transgénicos no para de
crecer. Eso sí, los grandes productores y exportadores reclaman la continuidad de
la disminución en 5% anual de las retenciones a la soja, puestas en duda por el
gobierno ante la continuidad del déficit fiscal. Al respecto, dice el
columnista de Clarín rural que “...arrecia el rumor de que la reducción del 5%
para la próxima campaña está en veremos. Es gravísimo, sobre todo porque
reverdece la imagen de incumplimiento e imprevisibilidad. Todo el marketing de
nueve meses de gestión se está haciendo trizas. Altos ejecutivos de compañías
de primera línea en los agronegocios, que vinieron al miniDavos la semana
pasada con la idea de proponer inversiones, plantearon sus dudas por esta
posible marcha atrás.”[2]
Claro que nada dicen sobre la
incumplida promesa de no cobrar impuesto a las ganancias a los trabajadores
durante la gestión Macri. El tema tampoco aparece en el proyecto de presupuesto
para el 2017, salvo alguna adecuación de escalas, tema de conversación del
Ministro de Economía y del de Trabajo con dirigentes sindicales la próxima
semana. Un diálogo que posterga el clamor de trabajadoras y trabajadores por el
Paro General.
Desempleo
y costo de vida
La situación si es negativa en el
presente para las trabajadoras y trabajadores. El INDEC confirma datos de
desempleo y bajos ingresos de la población trabajadora. El 9,3% de desempleo
abierto alcanza al 18,9% para menores de 29 años y el dato de 1.165.00
desempleados se le adicionan 1.963.000 trabajadores ocupados que demandan
empleo y 780.000 trabajadores ocupados con disposición a trabajar más tiempo,
lo que suma 3.908.000 trabajadores, el 31,2% con problemas de empleo. A eso
debe sumarse, que sobre 8.600.000 trabajadores asalariados, 2.850.000, el 33,4%
son trabajadores irregulares producto de la impunidad empresaria.
El crecimiento de los precios
aleja la posibilidad de satisfacer demandas a los sectores de menores ingresos
y la mayoría de la población, los trabajadores. El INDEC señala que para agosto
del 2016, la Canasta Básica Alimentaria (CBA) es de 5.175 pesos mensuales y
sirve para medir la línea de indigencia. Los datos absolutos de población
indigente se darán a conocer a fines de septiembre. La Canasta Básica Total
(CBT) para agosto asciende a 12.487,37 pesos por mes y da cuenta de la línea de
pobreza. Son valores para un matrimonio y dos hijos menores. Para los
trabajadores de ATE-INDEC la Canasta alcanza a los 20.089,90, muy lejos de las
estimaciones oficiales. Para el movimiento de Jubilados y Jubiladas, la canasta asciende a
11.031. El salario mínimo es 7.560 pesos y el haber jubilatorio mínimo es de 5.661.
Ambos muy lejos de satisfacer la CBT en la versión oficial o alternativa.
¿Hacia
dónde vamos?
Es probable que alguna vez se observen
los “brotes verdes” que hoy solo existen para los sectores de alto consumo o
suntuario, ya que como el refrán señala: siempre que llovió paró. Eso ocurrió
luego de la gran recesión 1998-2002, devaluación mediante y cesación parcial de
pagos. Ahora también hubo devaluación y en contrario mayor endeudamiento,
asociado a una autorización presupuestaria programada para el 2017 para asumir
nueva deuda por 46.500 millones de dólares, una parte para cancelaciones o
renovaciones de vencimientos; otra para cubrir déficit fiscal y una tercera para
colocaciones en el exterior ante la demora por la radicación de inversiones
externas.
Para inducir la activación
económica se promueve primero el enfriamiento de la economía (ajuste o
sinceramiento) con impacto muy negativo para la mayoría de la sociedad: las
trabajadoras y los trabajadores. El imaginario es que luego del ajuste,
sinceramiento o enfriamiento, previa disciplina del conflicto social, la
reactivación será un hecho, claro que con un piso de ingresos populares menores.
Eso no interesa, ya que la cuestión de fondo son las acrecentadas ganancias de
los inversores. El principal inductor de esta política es el BCRA que estos días
organizó las Jornadas Bancarias y Monetarias, un cónclave anual donde exponen referentes
de la banca central regional y mundial y algunos gurúes amigos de la gestión de
turno. Por supuesto que la lógica de este año se concentró en avales a la
política de metas de inflación con elevadas tasas de interés.
Quién llegó para la ocasión fue
la misión del FMI para, después de una década volver a auditar las cuentas
nacionales de la economía. El Fondo actúa como una gran consultora y otorga
avales esperados por los inversores transnacionales. Eso es lo principal, ya
que Prat Gay dice que el gobierno no está obligado a escuchar los consejos del
FMI. Eso es verdad, pero lo que le interesa al Ministro y a sus amigos de la
banca mundial y del capital transnacional es el visto bueno otorgado por los
auditores sobre el rumbo de la política oficial. Por si fuera poco, la semana
entrante llega Jack Lew el Secretario del Tesoro de EEUU, el equivalente del
Ministro de Economía local, y también Alejandro Werner el Jefe del Hemisferio
occidental del FMI para potenciar la misión de auditoria. Estos sí que volvieron y nada nuevo o
ingenioso habrá que esperar de estas visitas.
Solo se puede esperar más
conflicto social para evidenciar opiniones alternativas a la edulcorada visión
de los brotes verdes a futuro. Solo con protesta se morigeró el tarifazo, que
ahora será en cuotas durante el mandato Macri. Pero el desafío, más allá de la protesta
y el eventual paro general, la cuestión central pasará por el debate profundo y
consciente del momento del capitalismo contemporáneo, que solo resuelve su
crisis contra los trabajadores y la naturaleza, lo que convoca a discutir el
modelo productivo y de desarrollo. Se trata de ir contra el sentido común
instalado por las clases dominantes a favor de las inversiones externas y una
lógica de solución vía crecimiento sin medir beneficiados y perjudicados. Más
que la ganancia, se requiere un rumbo que privilegie las necesidades sociales.
Buenos
Aires, 24 de septiembre de 2016
[1] INDEC,
Informe de Avance del Nivel de Actividad, 22 de septiembre de 2016 http://www.indec.gov.ar/uploads/informesdeprensa/pib_09_16.pdf
[2]
Héctor Huergo. La soja, ese “recurso natural”, sábado 24/09/2016. En: http://www.clarin.com/rural/soja-recurso-natural_0_1655834468.html
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