Son variadas las protestas que
recorren el país y anticipan una creciente conflictividad, motivadas en la
continuidad del combo que aúna recesión con inflación.
Los pronósticos nos son buenos
en materia de evolución del nivel de actividad[1], con proyecciones de una
caída del 1,5% del PBI para todo el 2016.
La inflación proyectada para el
año ronda el 40% con serios problemas en controlar la llamada inflación núcleo,
que es la que mide los índices de precios al consumidor (IPC), excluyendo los
productos y servicios cuyos valores dependen de una época del año, precios
estacionalizados, o por motivos externos a la política monetaria, caso de
problemas naturales o incidencia de fenómenos internacionales. Sirve para ver la
tendencia en el mediano plazo, y en la Argentina, se desacelera la inflación a
junio 2016, pero creciendo la inflación núcleo, o “core” inflación, con
incidencia muy especial en los alimentos.[2]
Es verdad que también expresan
dispersión y fragmentación de iniciativas, ausencia de coordinación que contribuiría
a una mayor efectividad en los reclamos. El problema es político y está
asociado a los diferentes diagnósticos sobre el presente y el pasado reciente,
por lo que las propuestas generan diversidad de enfoques sobre el qué hacer.[3]
Respecto del presente supone una
caracterización adecuada del gobierno Macri, que aun con la coincidencia sobre
su funcionalidad al poder y a las clases dominantes, no termina de precisarse
sus formas y tácticas para hacer posible sus objetivos por reinsertar a la Argentina
y a la región en la lógica de la liberalización. No se trata solo de volver a
los 90´ y a la lógica del menemismo y la Alianza como se pregona, sino que
contacta con una lógica mundial de respuesta a la crisis mundial capitalista
visibilizada en 2007/08 y que requiere una nueva ofensiva del capital sobre el
trabajo, la naturaleza y la sociedad. Pero el presente requiere considerar las
complicidades de la oposición con el macrismo, evidentes en el ámbito legislativo,
que incluye a integrantes del kirchnerismo hasta el fin del mandato de Cristina
Fernández. También es posible verificar esas complicidades con responsables de
los ejecutivos provinciales y municipales, quienes convergen en la lógica del
ajuste macrista.
La novedad de Macri en la
política local alude a sus apoyaturas en los dos partidos tradicionales, el
peronismo y el radicalismo y habilita a un debate sobre el futuro de ambas
formaciones, sus reciclajes y adecuaciones, que incluye la disputa del consenso
popular a las propuestas de la izquierda cultural, social y política. Atrás de
ese proceso actúa la transnacionalización de la economía, con capitales
externos que actúan en el país, tanto como capitales locales, los Macri por
ejemplo, que actúan en el exterior. Si el blanqueo se generaliza identificará a
los tenedores de activos en el exterior para verificar la transnacionalización
de la burguesía local, un proceso de larga data que involucra a todos los
turnos presidenciales desde la vigencia constitucional en 1983.
Pero el análisis del pasado
también interesa, ya que parte de la protesta supone la reivindicación de las
políticas recientes sin beneficio de inventario, que incluye a ese proceso de
fuga de capitales y de transnacionalización de la economía, en el doble sentido
de capitales foráneos que ingresan al circuito de la valorización en el país y
de aquellos que surgidos en el país buscan valorización en el exterior. El
pasado reciente supone pensar en Monsanto, Barrick o Chevron; pero también en
la banca trasnacional asociada al problema del endeudamiento y las sucesivas
renegociaciones y colocación de bonos del Estado que hipotecan el presente y el
futuro. Es el problema de la unidad de acción, que articula proyectos políticos
diferentes, algunos sin perspectiva anticapitalista, lo que exige junto a la
unidad la disputa ideológica y política para ganar la conciencia social para
cambios profundos, anticapitalistas, anticoloniales y antiimperialistas, contra
el patriarcado, el racismo y la discriminación de todo tipo.
El
conflicto
El tema de las tarifas de
servicios públicos es el conflicto más visible, con cacerolazos y protestas
crecientes y movilizaciones a la Corte Suprema de Justicia, ámbito en que pueda
sustanciarse un criterio sobre los aumentos, que todos asumen como ineludible,
sin pensar en otra lógica de abordaje que involucre el debate del modelo
energético y el carácter de derecho a la energía para superar una concepción
mercantil originada en los 90´ del siglo pasado con las privatizaciones.
Desde el gobierno se sostiene
que existe un sentido común generalizado a favor del incremento de los precios
de los servicios públicos y más temprano que tarde eso se manifestará como
tarifa aceptada y a pagar por la sociedad, donde la tarifa social es un engaño
que paga toda la sociedad en lugar de descargarse contra la rentabilidad de las
empresas. El desafío pasa por superar el carácter mercantil de la producción de
energía y concebir a ésta como un derecho, tal como sustentan la FeTERA[4] o el MORENO[5], entre otras
organizaciones que luchan por la soberanía energética.
Otro aspecto que genera
conflicto social por el impacto social del ajuste, la recesión y la inflación
es el aumento de la pobreza. La respuesta se verá en estas horas en la
movilización de San Cayetano a Plaza de Mayo, por Paz Pan, Trabajo, Techo y
Tierra. La pobreza es un tema estructural en el país, que en cada ciclo de ajuste
consolida nuevos pisos de extensión de la miseria. La pobreza incluye a la
población empleada con bajos y precarios salarios, con mayorías de trabajadoras
y trabajadores con ingresos por debajo de la canasta necesaria para satisfacer
propias necesidades y de sus familias. Un dato elocuente es el 35% de
trabajadores y trabajadoras en situación irregular, una tenencia universal que también
se afirma en la Argentina. La ofensiva patronal y gubernamental francesa por la
reforma laboral precarizadora constituye una nueva ronda de la ofensiva del
capital contra el trabajo, para reducir el costo laboral y de producción a
favor de la ganancia empresarial.
Aun en el ámbito del trabajo regular
crece la conflictividad, no solo del sector estatal que esta semana, liderada
por ATE, varias organizaciones de estatales manifiestan con paro nacional sus reclamos;
sino que organizaciones del sector privado acrecientan sus protestas[6]. De hecho, las CGT en
proceso de unificación realizaron un duro reclamo al gobierno y mandataron a la
nueva conducción a ejercer medidas de fuerza, en actitud convergente con las
CTA que vienen reclamando la necesidad de un paro nacional convocado en unidad
de acción por las centrales sindicales. El antecedente es la fuerte
movilización del paro del 29/4 que puso en evidencia la potencialidad de la protesta
sindical, o el rechazo al veto presidencial motorizado por las CTA el 2/6
pasado.
De hecho, el paro nacional crece
en el reclamo extendido de asambleas y corrientes diversas del movimiento obrero,
sin acuerdo aún entre las centrales para unificar la acción y reiterar la
experiencia en vísperas del 1 de mayo. Es una demanda que necesita ser
potenciada en la perspectiva de construir el paro nacional[7] necesario que haga visible
en la lucha política la existencia de una alternativa a disputar desde los
trabajadores, más allá de las mediaciones que ella implica con las dirigencias
burocráticas de la mayoría del sindicalismo local[8].
La respuesta gubernamental ante
el conflicto es diversa e incluye la represión (aun cuando el protocolo de
seguridad no pudo ser aplicado en su extensión), la negociación y la dádiva,
caso reciente de la devolución de fondos por obras sociales a las
organizaciones sindicales. Un tema con varias aristas, ya que se trata de
30.000 millones acumulados en tiempo reciente y que fueran retenidos en el
Banco de la Nación Argentina, que ahora retornan sin actualización, pese a la
inflación. Pero no vuelven esos recursos en totalidad a las obras sociales
sindicales, ya que solo reciben 2.700 millones y el resto en bonos y recursos
aplicados a los hospitales y a una cobertura de salud a instrumentar. No es un
dato menor que el anuncio de la medida se hiciera junto a los gobernadores que
suscribieron un nuevo pacto fiscal que subordina a las provincias a los
dictados de La Nación y todos asumen el destino de resolver problemas con endeudamiento
público que se descarga sobre el conjunto de la sociedad.
El
origen del conflicto
El impacto de la política oficial
es la razón de las protestas. Es la recesión y la inflación la que golpea y
mueve a la protesta.
La respuesta gubernamental se
reitera en la expectativa de ingresos de divisas que no llegan en tiempo y en
cantidades suficientes para relanzar el ciclo de inversión, empleo y activación
del mercado interno y por ende acude al endeudamiento externo e interno, sea
desde el BCRA o desde el propio ministerio de Economía y ahora, apuesta al
blanqueo (exteriorización de activos en el exterior).
Con el blanqueo tendrán cierto
alivio fiscal, por los impuestos y penalidades obtenidas por quienes
exterioricen activos externos; y además algunas divisas que puedan ingresar
para suplir la inversión externa que no termina de llegar al país. Alimentan
con el blanqueo el festival de bonos públicos dolarizados, para canjear
billetes estadounidenses por títulos públicos de largo vencimiento, mientras el
Estado se apropia y dispone de esos recursos contantes y sonantes para suplir
sus falencias, licuar los problemas fiscales y utilizar fondos para la disputa
del consenso en la perspectiva del año electoral en ciernes.
La contra cara del blanqueo es
la reparación histórica con los jubilados, cuando estos visibilizan la burla
que se les propone para compensar las demandas de ingresos previsionales mal
liquidados. En efecto, la diferencia entre lo que hoy perciben y lo que
ingresarían es mínimo con relación a lo que correspondería si el juicio de
reparación llegara hasta el final y según el antecedente de las sentencias en
firme. Toda una estafa asociada a un chantaje hacia personas sin mucha expectativa
de vida por su longevidad y que en muchos casos optaran por ese mínimo de más
ingresos, que por seguir peleando en una Justicia que puede fallar a favor del
beneficiario cuando ya sea una cuestión abstracta.
El incremento de los precios es
otra de las razones del creciente conflicto y el propio titular del INDEC
señala que lo más difícil de controlar son los precios de los alimentos. Estos
son bienes indispensables para la reproducción de la vida cotidiana y lo último
que dejan de consumir los sectores más empobrecidos. La inflación es un saqueo
perpetrado contra la mayoría social de menores ingresos.
La lógica del capital es la
ganancia, y el capital es una relación social entre capitalistas y
trabajadores, que implica contradicciones de intereses, entre los ingresos de
unos y de otros y allí actúa también la inflación; pero también el capital es
una relación entre capitalistas, lo que también supone una forma de apropiación
de ingresos en la competencia entre ellos, mediante la transferencia de
ingresos desde los capitales de menor envergadura a otros de mayor composición
orgánica (tecnología, maquinaria, materiales, infraestructura, etc.). Es la
dominación monopolista en tiempos de transnacionalización.
Por eso los precios son una
forma de distribución de la riqueza socialmente generada y la crisis argentina
se manifiesta en las formas de apropiación, con la inflación como uno de sus
históricos mecanismos de redistribución regresiva del ingreso y la riqueza.
El conflicto crece por razones
objetivas y subjetivas, pero debemos reconocer, que las clases dominantes y el oficialismo
trabajan sobre la subjetividad social para obtener consenso a las políticas
antipopulares. Por eso hay voces que señalan que hay que darle tiempo al
gobierno, que recién empieza, como otros que desde lo posible señalan que
cierto ajuste era imprescindible y que aún ganando Scioli hubiese hecho algo
parecido, más amortiguado en el tiempo. También existen los que demandan el
retorno a la hegemonía de los gobiernos kirchneristas, sin ninguna crítica
sobre los límites y el alcance del proyecto esgrimido en esos años.
Constituye un desafío construir
nuevas subjetividades para un cambio profundo. Es una cuestión de práctica y de
pensamiento. En este sentido, la demanda es por actualizar el pensamiento
crítico y alentar formas de ejercicio de la cotidianeidad que pongan en
cuestión la realidad de la cultura de la enajenación, la opresión y la
explotación, en una búsqueda por un nuevo orden social.
Buenos
Aires, 6 de agosto de 2016
[1] INDEC.
Estimador Mensual Industrial (EMI). En: http://www.indec.gov.ar/uploads/informesdeprensa/emi_07_16.pdf
(consultado el 29/07/2016)
[2] Para
Todesca, bajar la inflación es complicado, sobre todo en alimentos. Clarín,
viernes 5 de agosto de 2016. http://www.ieco.clarin.com/economia/Todesca-bajar-inflacion-complicado-alimentos_0_1625837506.html
(consultado 5/8/2016).
[3]
Los desafíos para el 2016. Declaración de La Corriente político sindical en al
CTA Autónoma del 1/1/2016, en: https://fisyp.org.ar/article/los-desafios-para-el-2016/
(consultada el 6/8/2016).
[4] Declaración
del Congreso de Fetera en marzo de 2016, en: http://www.fetera.org.ar/index.php/congreso-nacional-fetera/24-congreso2016/1295-resoluciones-del-congreso-nacional-de-fetera-2016
(consultado el 6/8/2016).
[5]
Declaración de diciembre del 2014, en: http://www.fetera.org.ar/index.php/fetera/revista-noticias-fetera/923-documento-mo-r-e-n-o-una-ley-de-hidrocarburos-para-los-nuevos-tiempos-o-la-consolidacion-de-la-dependencia
(consultado el 6/8/2016).
[6] El
crecimiento de la conflictividad en un contexto de aumento de los despidos y
caída del salario real. Informe del Observatorio del Derecho Social, jueves 4
de agosto de 2016. En: http://www.agenciacta.org/spip.php?article20687
(consultado 5/8/2016).
[7]
Declaración de Villa Constitución, de La Corriente en la CTA Autónoma del
30/7/16, en: http://www.fetera.org.ar/index.php/25-cta-autonoma/1437-la-corriente-cta-autonoma-declaracion-de-villa-constitucion
(consultada 6/8/2016).
[8]
¡¡¡Continuamos construyendo el Paro Nacional!!! Declaración de la CTA Autónoma
de agosto 2016, en: http://lyfmdp.org.ar/2016/08/declaracion-de-la-cta-autonoma-continuamos-construyendo-el-paro-nacional/
(consultado el 6/8/2016).
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