Macri busca normalizar las
relaciones políticas y económicas de la Argentina con el poder económico
mundial y por eso concurrió al Foro Económico Mundial en Davos, con señales
hacia los principales protagonistas del sistema capitalista: el gobierno de
EEUU, el inglés, el FMI y ejecutivos de las transnacionales ávidas de negocios
con segura rentabilidad. La movida argentina fue presentada como sistémica con
la compañía de buena parte del Poder Ejecutivo y Sergio Massa como líder de la
oposición peronista. Oficialismo y oposición juntos para una opción de política
de Estado amigable con la liberalización.
Llevaba Macri en su haber el
cumplimiento de la demanda de la cúpula concentrada de las empresas que actúan
en el país: la devaluación de la moneda, la eliminación y reducción de las
retenciones y una mayor liberalización de la economía, acompañada de una brutal
modificación regresiva de los precios relativos contra los ingresos populares y
favorables a las ganancias. La inflación que miden las provincias de San Luis y
la Ciudad de Buenos Aires, referentes del INDEC ante la ausencia de indicadores
propios, señalan una variación promedio del 6% para diciembre pasado y similar
para enero 2016, consolidando la transferencia de ingresos de los de abajo a
los sectores más concentrados en disposición de aumentar precios.
Además, se hace propaganda del
compromiso de terminar con la cesación de pagos declarada en 2001, por lo que
se propone arreglar con los holdouts, los “fondos buitres” que tienen sentencia
de cobro por parte de la justicia estadounidense. En ese marco se habilitó al
FMI que vuelva a auditar las cuentas de la Argentina según establece el
estatuto del Fondo, t así, las restricciones externas para préstamos al país
empezaron a flexibilizarse con el rumbo económico del gobierno Macri, aunque
las divisas no terminan de ingresar.
De hecho, la colocación del
Bonar 2020 en estos días y el canje de Bonos con vencimiento en 2017 tuvieron
escaso impacto y pone en evidencia, que no alcanza con buena voluntad y
profesión de fe por la iniciativa privada para que se concreten operaciones de
ingresos de dólares a la Argentina, ya que la situación de la economía mundial
no acompaña las expectativas de los empresarios gobernantes del país.
Lo
concreto logrado es el ajuste interno
El FMI corrigió a la baja las
estimaciones de evolución de la economía mundial, que en la coyuntura no solo
incluye a los países capitalistas desarrollados como hasta hace poco, sino
también a los llamados emergentes, especialmente a Brasil en franca caída y a
China con desaceleración confirmada con un crecimiento del 6,9% para el 2015,
menos de lo esperado y claro, mucho más que el pobre promedio de la economía
mundial. Para la Argentina, la previsión es recesiva, con caída de su capacidad
de producción.
El dato real es que los
capitales globales, salvo ofertas excepcionales de rápida rentabilidad,
prefieren la seguridad de los mercados tradicionales, especialmente EEUU con
sus expectativas de subas de la tasa de interés, y por eso hay disputas inter-capitalistas
que se manifiestan como “guerra de monedas” en un ciclo donde la mayor
valorización de la moneda estadounidense induce la baja de los precios de las
commodities, entre ellos el petróleo, el gas y de interés para la Argentina,
los alimentos y muy especialmente la soja. Parte de ese fenómeno se manifiesta
como crisis de las bolsas en todo el mundo, y la de la Argentina es una de las
más perjudicadas en este comienzo del 2016.
La realidad es que la disputa
por el ingreso y la riqueza se concentra en la redistribución regresiva hacia
el interior de la Argentina. Por eso se cuentan por miles los desempleados del
Estado y el sector privado, la cara visible del ajuste prometido y ejecutado.
Se aprovecha el consenso electoral en el primer tramo de ejercicio de un
gobierno que funciona a base de Decretos e iniciativa política e ideológica mediática
para construir aceptación social más allá de lo obtenido en las urnas. Es
curioso, pero el autoritarismo está asociado a la búsqueda de mayor consenso.
Se presenta como señal de autoridad, de eficacia de gestión. Se trata de lógica
política de empresarios por la eficiencia en la gestión.
El capitalismo mundial en crisis
necesita de más liberalización de la economía y el gobierno Macri es funcional
a ese programa. Los capitales transnacionales aguardan conocer cómo se procesa
el conflicto social, con represiones diversas y confrontaciones en un tiempo de
receso por vacaciones, con negociaciones paritarias que empiezan a intervenir
en el debate económico y político, caso de los docentes, los bancarios o los
petroleros. Todo agudizado con la incertidumbre derivada de la ausencia de
cifras oficiales que midan la evolución de precios y salarios.
Los
propósitos del Foro Económico Mundial
Davos reúne al poder económico mundial
desde hace 45 años, cuando se convocó al primer Foro Económico Mundial en 1971,
con la crisis capitalista de entonces asociada a la disminución de las
ganancias gestada desde la mayor acumulación de poder popular en la historia.
Entonces parecía imparable el
socialismo en el mundo, con EEUU enterrado en el fango de Viet Nam, que
irremediablemente perdería poco tiempo después. En ese marco, el poder sindical
había arrebatado históricas conquistas al poder concentrado. El Sur del mundo
ejercía su capacidad de demanda asociada al sistema socialista para discutir un
Nuevo Orden Económico Mundial, como Carta de los Deberes y Derechos de los Países
en debate de la ONU en 1974, solo con 12 votos en contra.
A comienzos de los años 70´, el
imperativo era frenar la acumulación de poder popular y se desató una
gigantesca ofensiva del capital sobre el trabajo. Una ofensiva de contrapoder
para restaurar la capacidad de mando y dominación del capital en la
civilización contemporánea. Davos renueva en esta versión del 2016 sus
propósitos, aunque sobre el mar de una crisis capitalista que empezó a visibilizarse
desde el 2007/8.
La esperanza por una alternativa
se procesó con el cambio político en Nuestramérica, justamente en el momento de
eclosión de la nueva crisis mundial en 2007. Macri en Davos llevó tranquilidad
al poder económico por su disposición a retomar el programa de máxima del gran
capital e intervenir en la región para orientar su rumbo hacia la liberalización.
Su política internacional inducirá las ansias liberalizadoras de corrientes
afines en los gobiernos de Uruguay y Paraguay para contrarrestar el peso de
Venezuela o Bolivia en el Mercosur, con un Brasil abocado a resolver su propia
crisis interna y lejos de toda pretensión hegemónica regional.
Lo
alternativo como asignatura pendiente
Por eso, la pregunta que se
impone, para la Argentina y la región es relativa a los límites del proyecto de
cambio político, especialmente en las modificaciones estructurales de orden
económico. No haber avanzado en ese camino generó las condiciones de retorno al
proyecto hegemónico de las transnacionales, los organismos internacionales y
los países más desarrollados del capitalismo y el imperialismo.
El proyecto alternativo sigue
siendo la asignatura pendiente. Es necesario instalar esa conclusión en la
sociedad, ya que no alcanza con propugnar un sentido común de retorno a
procesos que mostraron sus límites e incapacidades para transformar
profundamente la realidad. La foto del balotaje con dos opciones constituye un
problema para construir ese proyecto alternativo. La opción binaria del
balotaje no sirvió para identificar rumbo alternativo al orden capitalista y su
cristalización en el debate político cotidiano es un límite a superar.
La iniciativa política del
gobierno Macri unifica acciones y movilizaciones para la defensa de
reivindicaciones económicas y sociales. El problema es que no se requiere solo la
unidad de acción, incluso de unidades orgánicas, tal como se sugiere con las
CGT o las CTA. La cuestión de fondo es sobre la hegemonía de ese accionar en
unidad, si para retomar procesos que demuestran sus límites para avanzar en proyectos
de emancipación social, o si se define una propuesta con suficiente densidad
social y política para desafiar al orden de Davos.
23
de enero de 2016
2 comentarios:
hola julio, me sorprende todavia tu capacidad para meter los proyectos actuales y reales en la misma bolsa. entiendo que desde el "proyecto emancipador" esto que esta sucediendo hace doce o quince años en latinoamerica, no sirve para nada.
ya que tu especialidad es el ensayo, estaria bueno aprovechando el diario del lunes, que cuentes por donde y con quienes hay que ir armando el "PROYECTO EMANCIPADOR", a donde esta?, quien se lo cruzo?..
Scioli con toda su impronta de derecha pj, vos te lo imaginas denunciando a venezuela x los ddhh, metiendo presa a milagro sala, viajando a davos despues de doce años?.
yo creo que necesitamos una izquierda con los pies en la tierra, en el barro, preferible equivocarse , que mirar los procesos desde las ventanas del deseo y el deber ser...
abrazo
¿cómo es que no lo pensaste antes de mandar a votar en blanco?
Perdiste la brújula.
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