Japón en la disputa de Nuestramérica

(escrito a solicitud de Tiempo Argentino)

La crisis capitalista desatada desde el 2007 encontró a Japón en desventaja a otros competidores globales, especialmente en la inserción regional en Nuestramérica. Mientras Japón transitaba una larga recesión, China  logró colocarse como gran socio asiático en la región, afectando la inserción japonesa, incluso el predominio histórico de Europa y EEUU.
Desde fines del 2012, el gobierno japonés copió la estrategia de la Reserva Federal de EEUU relativa a la emisión y estimulación del gasto para el salvataje de empresas y bancos en problemas. Esa masa de moneda lanzada al mercado  y las bajas tasas de interés en el capitalismo desarrollado favoreció la búsqueda de mercados y rentabilidad en el mundo, con especial interés en levantar la baja de inserción en Latinoamérica. Se trata de comercio e inversiones, principalmente en recursos naturales. Japón es importador importante de los países asentados en el Pacífico, especialmente Chile, México y Perú, y existe interés en diversificar sus vínculos vía comercio e inversiones con Sudamérica, y con énfasis en Brasil y Argentina.
El problema para Sudamérica pasa por evitar la primarización inducida por Japón vía convenios multilaterales con los países del área del Pacífico, lo que supone discutir el lugar asignado a Latinoamérica como proveedores de materias primas y recursos naturales según la división internacional imperialista del trabajo. Existen intereses del capitalismo japonés y la incógnita pasa por el desarrollo de relaciones externas que se sustenten en un modelo productivo y de desarrollo sostenido desde la soberanía nacional y la integración regional para satisfacer necesidades de los pueblos de Nuestramérica.


Buenos Aires, 15 de julio de 2013

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