Un estudio reciente realizado en la Fundación de
Investigaciones Sociales y Políticas, FISYP[1], da cuenta del bajo nivel
de ingreso de los trabajadores asalariados en la Argentina, sean los trabajadores
formales o los informales, con ocupación plena o a tiempo parcial (menos de 35
horas semanales).
Se destaca en el informe un ingreso salarial promedio por la
ocupación principal de los trabajadores por 3.881 pesos mensuales, siendo
peores las condiciones de ingreso de las mujeres trabajadoras, con un ingreso
de 3.289 pesos al mes, y especialmente bajo ingreso de los jóvenes, quienes
perciben 3.082 pesos cada mes (Cuadro I).
La discriminación es clara hacia las mujeres trabajadoras y
los jóvenes trabajadores, confirmando una tendencia histórica en el capitalismo,
incumpliendo la máxima relativa a igual remuneración por igual trabajo. La
brecha que separa el ingreso femenino respecto de los hombres es del 32% y la
brecha de los jóvenes respecto a los hombres es superior al 40%.
Cuadro
I - Ingreso medio en la ocupación principal de distintos grupos de trabajadores
asalariados
Total de
asalariados
|
$3.881
|
Hombres
|
$4.331
|
Mujeres
|
$3.289
|
Mayores
de 30 años
|
$4.268
|
Jóvenes (menores
de 30 años)
|
$3.082
|
Fuente: FISYP sobre la base de la EPH-INDEC
Puede apreciarse en el Cuadro II la diferencia de ingresos
entre los trabajadores registrados y los no registrados. Estos últimos perciben
menos de la mitad de los trabajadores con acceso a la seguridad social, dando
cuenta de los problemas que genera la informalización del trabajo como
consecuencia de la impunidad empresarial. Esta accede a mayores niveles de
rentabilidad de la inversión como consecuencia del deterioro de la capacidad de
compra del salario de los trabajadores y sus condiciones de vida y reproducción
social. La cruda realidad muestra en la base de los ingresos a los trabajadores
que viven de “changas”, es decir, no registrados y con menos de 35 horas a la
semana de trabajo. En la mejor posición se encuentran los trabajadores
registrados y ocupados plenos con un ingreso mensual de 5.170 pesos.
Cuadro
II – Ingreso mensual por la ocupación principal de Trabajadores registrados y
no registrados
Registrados
|
$4.764
|
No
registrados
|
$2.209
|
Registrados
y ocupados plenos
|
$5.170
|
Registrados
con menos de 35 horas
|
$3.738
|
No
registrados y ocupados plenos
|
$2.965
|
No
registrados y con menos de 35 horas (changas)
|
$1.431
|
Fuente: FISYP sobre la base de la EPH-INDEC
La cuestión se agrava cuando se verifica que el 34,6% de los
trabajadores asalariados son no registrados. Es un dato que muestra una
tendencia a la disminución de su máximo en la crisis del 2001/02 pero mantiene
un valor estructural muy elevado respecto de la historia del trabajo y el
empleo en el capitalismo local. Los datos relevados por la Encuesta Permanente
de Hogares explícita que solo el 46,7% de los trabajadores asalariados son a la
vez ocupados plenos y registrados.
Cuadro
III – Ingresos totales (ocupación principal y otras)
Registrados
y ocupados plenos
|
$5.407
|
Registrados
con menos de 35 horas
|
$4.558
|
No
registrados y ocupados plenos
|
$3.178
|
No
registrados y con menos de 35 horas (changas)
|
$2.001
|
Fuente: FISYP sobre la base de la EPH-INDEC
Los ingresos mejoran cuando a la ocupación principal se le
suman otros empleos de los trabajadores. (Cuadro III). Así y todo, los valores
expresan los límites para solventar las necesidades de los trabajadores y su
familia, lo que explica la demanda en noviembre del 2012 en el paro nacional
convocado por la CTA y la CGT demandando un mínimo de $5.000 mensuales.
Cuadro
IV – Distribución según ingresos mensuales por la actividad principal
Ingresos
menores a $2.000 x mes
|
25,4%
|
Ingresos
de $2.001 a $3.000 x mes
|
18,5%
|
Ingresos
de $3.001 a $4.500 x mes
|
24,8%
|
Ingresos
de $4.501 a $6.000 x mes
|
17,1%
|
Ingresos
superiores a $6.000 x mes
|
14,1%
|
Fuente: FISYP sobre la base de la EPH-INDEC
En el Cuadro IV puede apreciarse que el 68,7% percibe menos
de $4.500, por lo cual, solo el 31,2% percibe más de ese valor, y solo el 14,1%
ingresa salario superior a los $6.000. Queda claro también que 1 de cada 4
trabajadores tiene ingresos mensuales menores a $2.000, y casi el 44% recibe
menos de $3.000.
Los valores no son muy distintos si se incorporan los
trabajos extras a la ocupación principal. Para esta situación nos encontramos,
según el estudio de la FISYP, que el 64,7% de los trabajadores ingresa menos de
$4.500 y un 39,5% percibe menos de $3.000. Para el caso del total de los
registrados, es decir, los de mejor situación relativa, los datos reflejan que
el 57,4% percibe menos de $4.500 y el 26,6% menos de $3.000.
A modo
de conclusión: queda clara la situación precaria por ingreso y
condiciones de trabajo en la Argentina, aún con el nivel récord de actividad y
empleo que registra la Argentina como tendencia luego de la crisis del 2001.
Los valores aquí señaladas sufren variaciones en este primer
semestre del 2013 por la actualización que suponen los acuerdos por
convenciones colectivas de trabajo, que no modifican la situación estructural
del empleo y el trabajo en el país.
Los bajos salarios y la precariedad laboral constituyen un
fenómeno estructural en la Argentina desde hace 4 décadas. Fue un objetivo de
la dictadura genocida que marca a fuego la relación entre el capital y el
trabajo en la coyuntura. Es el piso sobre el cual construir la agenda de
reivindicaciones y lucha por las mejoras en el salario, las condiciones de
empleo y trabajo y en definitiva, por la emancipación de los trabajadores.
Buenos
Aires, 22 de junio de 2013
[1] Algunos
datos sobre el salario y las condiciones de trabajo en la Argentina actual.
Elaborado por Germán Pinazo, Guido Saccal y Arnaldo Ludueña, del Área de
Economía Política de la Fisyp y especialmente orientado a la investigación de
la FISYP sobre el empleo y salarios estatales según el convenio FISYP-ATE. La
información está construida sobre la base de datos de la Encuesta Permanente de
Hogares del INDEC para el cuarto trimestre del 2012.
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