Antes de partir hacia EEUU para participar del
Comité de Descolonización de Naciones Unidas, para denunciar el colonialismo
británico a 30 años de la derrota en Malvinas, la Presidenta anunció un nuevo
Plan para mantener el nivel de actividad económica ante la evidente desaceleración
confirmada por el INDEC.
En esta ocasión, lo anunciado apunta a un plan de
créditos por 20.000 millones de pesos para atender unas 100.000 solicitudes de
préstamos para la construcción de viviendas. El programa establece
beneficiarios de 18 a 65 años, con tasas de interés por debajo de la inflación,
de 2% al 14%, con un máximo de 200.000 a 350.000 pesos según sea la capacidad
de pago del usuario, con cuotas de hasta el 40% del ingreso personal.
Los fondos serán aportados por la ANSES, lo que
resulta el punto más discutido. Es una crítica, especialmente realizada por los
trabajadores jubilados, que se quedan (por razones de edad) afuera del
beneficio crediticio y confirman, nuevamente, la resignación de recursos que
podrían mejorar sus ingresos, sobre todo si se considera que el 73% de los 6 millones de jubilados
nacionales perciben la mínima prevista en los ingresos previsionales.
La operatoria a desarrollar mediante el Banco
Hipotecario, supone acuerdos de precios con las empresas proveedoras de la
construcción, a la sazón, grandes grupos monopólicos de capital extranjero que
se verán beneficiados con la reactivación de la construcción, sector que venía
en baja en la coyuntura.
Entre los objetivos de la iniciativa se apunta a
mantener el nivel de actividad económica y abastecer la demanda de
financiamiento para contrarrestar el déficit habitacional. Queda claro que
junto a las motivaciones económicas es una iniciativa que pretende incidir en
la disputa del consenso social, afectado por los problemas económicos y puestos
en evidencia en protestas que ganaron la calle y el debate político.
No es la primera vez que se anuncian soluciones
habitacionales que finalmente no prosperan. En rigor, existen aún algunas dudas
sobre la operatoria concreta y quiénes serán los receptores de una línea de créditos
subsidiada hasta ahora con fondos previsionales administrados por el Estado.
Las expectativas generadas son muchas y se expresan en cuantiosos inscriptos
que imaginan solución al ansiado techo propio.
A
la búsqueda de inversiones
La presencia de la Presidente en Nueva York sirvió
para que se reuniera en la sede del Consejo de las Américas con empresarios estadounidenses.
El objetivo era presentarles el cuadro de situación de la economía argentina
con vistas a lograr radicar inversiones en nuestro país.
Ante la crisis de la economía mundial y su efecto
expansivo, con impacto en Brasil y otros importantes compradores de la
producción local, la Jefa del Estado difundió una visión de la economía local
favorable a las inversiones externas. El mensaje fue escuchado por ejecutivos y
empresarios necesitados de inversiones rentables para paliar resultados escuálidos
de sus emprendimientos ante la crisis mundial, aún con las restricciones
vigentes en la Argentina actual, sea para las importaciones o la salida de
divisas. Especialmente el mercado del dólar y las divisas interesa al capital
externo, que a la hora de definir sus inversiones piensan en términos de obtención
y remisión de utilidades en función de su estrategia de acumulación.
El mejor ejemplo de ello es la experiencia de Repsol,
que se transformó en una de las principales petroleras globales desde su
incursión en la compra de YPF, base empresarial y de excedentes para financiar
la expansión mundial.
En su intervención en el Consejo de las Américas,
la presidente destacó la compra del 8% de las acciones de YPF por parte del mexicano
y multimillonario Carlos Slim, ahora desarrollando sus activos en el negocio
petrolero. Mencionó ante los interlocutores neoyorkinos las conversaciones con
Chevron, una de las grandes transnacionales del petróleo, para asociarla a los
planes de inversión para la explotación energética y el autoabastecimiento
propuesto desde la expropiación parcial de YPF.
Destacó también en su discurso ante los
empresarios el papel de las inversiones de EEUU, señalando que Walmart anunció nuevas
inversiones en el país, y relató conversaciones con “Monsanto, que nos
anunciaba una inversión muy importante en materia de maíz. Ustedes saben que
nosotros somos sextos productores de maíz a nivel global, pero somos segundos
exportadores porque tenemos un excedente muy grande producto de las conductas
alimentarias de los argentinos. Y además estaban muy contentos porque Argentina
hoy está –digamos – a la vanguardia en materia de eventos biotecnológicos.”[1] Anunció
las próximas inversiones de Monsanto en Córdoba y Tucumán, enfatizando la
cooperación entre el gobierno y la empresa.
Esos anuncios le permiten mostrar el rumbo
gubernamental privilegiando la biotecnología aplicada a la alimentación, eje
central del Plan agroalimentario hacia el 2020; la mega minería y un plan
industrial sostenido en nuevas inversiones energéticas; todo lo cual se apoya
en un programa científico con base en la biotecnología. Son temas muy importantes
que explican buena parte del crecimiento económico de la Argentina, y la
discusión estructural sobre si ese debiera ser el rumbo del modelo productivo y
de desarrollo en la Argentina.
La apuesta a la extensión agrícola sojera, a la
biotecnología, y a la mega minería, comentadas como oportunidades de inversión
en la Argentina, fueron en paralelo a la exaltación del país como pagador
riguroso de la deuda pública, destacando el próximo vencimiento del BODEN 12,
herencia de la crisis del 2001. La política de cancelación de la deuda es
resaltada en las condiciones de crisis vigente en el mercado financiero
mundial. Es una conducta que se difunde para atraer capitales externos, en una
muestra de confiabilidad del capitalismo existente en el país.
Capitalismo
en crisis y cumbres globales
La gira presidencial sigue desde nueva York a
México y Brasil. Entre el 17 y 19 de Junio se realiza la cumbre del G20 en
México, y luego, del 20 al 22 de Junio la reunión de la ONU “Río+20” en Brasil.
En esos cónclaves se consideran aspectos centrales
de la crisis contemporánea, donde la discusión es sobre la crisis capitalista y
las opciones al desarrollo. La posición de la Argentina se asienta en los datos
del crecimiento económico de la última década, aún con el traspié del 2009 y la
desaceleración actual.
Las definiciones de Cristina Fernández ante los
empresarios yanquis explicita el modelo productivo y de desarrollo capitalista
sugerido al mundo. Se insiste que el problema mundial es de liderazgo político,
sugiriendo que la Argentina es el modelo a imitar. En rigor, el país, marginal
en la producción mundial, disputa localización de inversiones de transnacionales
en nuestro territorio, sin modificar la pauta productivista puesta en debate en
Río de Janeiro, especialmente por ambientalistas, trabajadores y campesinos, de
diversos movimientos que reivindican otro mundo posible, cuestionando la
explotación de la fuerza de trabajo y la depredación de los recursos naturales.
Sea en las cumbres globales, la de los gobiernos,
los que se organizan como alternas por
movimientos sociales, el debate se concentra en la crisis y sus mecanismos de
salida. Unos, desde el poder sostienen la necesidad de relanzar el ciclo de
acumulación de capitales afectado por la crisis, y para ello no dudan en
reiteradas propuestas de ajuste que descarguen el costo sobre millones de personas.
Otros, la mayoría social, por ahora se indigna y se manifiesta por el no, en
contra de las políticas anti populares, en una búsqueda por otorgarle nuevo
horizonte programático a la perspectiva emancipatoria.
La coyuntura económica y política en la Argentina
está atravesada por los debates sobre el devenir en el país y en escala global,
lo que supone discutir el lugar del país en el sistema mundial, y especialmente
la política de alianzas en el mundo para afirmar una u otra de las variantes
antes mencionadas. ¿Qué sentido le impone la Argentina a su participación en
las cumbres globales? Es un interrogante a realizar, según sea la participación
en los cónclaves oficiales, o en las reuniones alternativas convocadas por los
movimientos populares.
Buenos
Aires, 16 de junio de 2012
[1]
En: http://www.presidencia.gob.ar/discursos/25918-almuerzo-en-el-council-de-las-americas-palabras-de-la-presidenta-de-la-nacion
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