Fuerte intervención estatal de los libertarios
El gobierno del “libre mercado” interviene fuertemente en la economía para contener el tipo de cambio y los salarios, inducir altas tasas de interés y condicionar a la banca para orientar el crédito al sector público, acrecentando la deuda pública.
Son acciones con graves y regresivas consecuencias para la mayoría social, al tiempo que contribuyen a la concentración del ingreso y de la riqueza en sectores minoritarios de la sociedad, agravando la dinámica de la dependencia y extranjerización del capitalismo local.
Inflación y corrupción
El consenso electoral se gestó por la promesa de bajar la inflación y combatir la corrupción de la “casta” en la política.
La inflación bajó gracias a un costo social elevado por el ajuste fiscal y los despidos en el Estado, afectando con ello el gasto social y la satisfacción de derechos de salud, educación y otros. Los principales afectados fueron jubiladas y jubilados, junto al deterioro de la infraestructura ante la nulidad de la inversión pública, federalizando la miseria.
El menor registro mensual ocurrió con el índice de mayo pasado, con 1,5%, que sucesivamente creció al 1,6%, al 1,9% y se estima un mayor número para el mes de agosto.
Para contener los precios, el gobierno estableció dos anclas: el tipo de cambio y los ingresos populares, salarios y jubilaciones.
Al dólar lo frena con una fuerte intervención estatal, más allá del discurso libertario. Desde el Tesoro y desde el Banco Central se ofrecen divisas y títulos para abaratar la cotización, al tiempo que se acrecienta el endeudamiento público.
Es una operatoria que podría modificarse luego de un resultado “exitoso” para el gobierno en las próximas elecciones, en la provincia de Buenos Aires y en las nacionales.
¿Qué seria exitoso? Perder por poco en territorio bonaerense en septiembre y sumar legisladores en octubre, que le mejore su capacidad de negociación con la oposición amigable (cómplices) para avanzar en las reaccionarias reformas laborales, previsionales y tributarias en carpeta.
A los ingresos populares los deprime interfiriendo en la dinámica de las negociaciones paritarias y reduciendo arbitrariamente salarios estatales y jubilaciones.
La corrupción le estalló con el caso $Libra, y muy especialmente con las fuertes sospechas en el área de salud, sea por el caso de las muertes por el “fentanilo adulterado”, como por las coimas enunciadas en los audios del despedido titular de la Agencia de Discapacidad, ANDIS.
Este último episodio afecta a la cúpula del gobierno y más allá de cualquier sentencia judicial, el tema se instaló fuertemente en la sociedad. Solo resta verificar el impacto que pueda tener en el consenso electoral.
Lo que sí hizo evidente es el enriquecimiento a costa del Estado de ciertos empresarios. Los libertarios propagandearon que el Estado obstaculiza al sector privado y la práctica está demostrando que el Estado capitalista es un instrumento del enriquecimiento de minorías.
En la coyuntura se le dificulta al gobierno sostener el “logro” de la baja en la inflación en el imaginario social, tanto como la credibilidad en materia de verdugo de la corrupción estatal.
Tasas y deuda
Además, condiciona el crédito, subiendo tasas de interés que rondan el 60/70% y eleva el encaje legal a los bancos hasta el 53%, por lo que la banca solo tiene un 47 de capacidad prestable, que, con suba de tasas, orienta su crédito a títulos de la deuda pública.
El gobierno aumenta su deuda y condiciona el futuro del país, agravando un tema que viene de arrastre desde la dictadura genocida, empeorado con el retorno del FMI en 2018, la renegociación del 2022 y el nuevo préstamo del 2025.
Son cuantiosos los recursos destinados a cancelar intereses de la deuda, los que compiten con el gasto social, crecientemente afectado por el privilegio a la usura y la especulación.
Es un horizonte recesivo, agravando los límites al consumo popular por la bajo de salarios y jubilaciones.
Además, la práctica del gobierno apunta a capitalizar intereses de la deuda, por lo que puede propagandear su equilibrio fiscal, a tal nivel que esos intereses casi duplican lo pagado por jubilaciones en los primeros siete meses del año.
Beneficiarios de la “libertad”
La “libertad” que pregonan desde el gobierno es pura falacia y devuelve la realidad de un Estado que siempre interviene. En todo caso, en cada momento hay que indagar quienes son los beneficiados.
En la coyuntura del gobierno Milei se benefician los grandes inversores especulativos y el gran capital invertido en el núcleo concentrado de la acumulación capitalista local.
Remitimos al sector minoritario agroexportador, de la energía y la minería. Sectores en donde predomina el capital externo transnacionalizado.
La gran mayoría afectada debe revertir la situación, lo que demanda además del descreimiento y la desazón, ganar la calle con movilización y organización popular para construir un proyecto político que modifique sustancialmente la ecuación de beneficiarios y perjudicados.
Buenos Aires, 1 de septiembre de 2025
Suscribirse a:
Entradas (Atom)