M.H.: Comentame sobre el Encuentro de Pensamiento Crítico
que se desarrolló en la CTA Autónoma.
J.G.: Fue una reunión convocada por el Instituto
de Estudios y Formación de la CTA, junto a la Asamblea Argentina Mejor sin TLC,
un movimiento que surgió hace un año en el local de la CTA precisamente. Se han
hecho audiencias públicas en el Parlamento, varias reuniones y hay un plan de
acción importante porque del 11 al 14 de diciembre próximo va a sesionar en la
Argentina la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Hay una
ministerial de la OMC, van a venir los representantes de todos los países de la
Organización donde actualmente hay 154 países como miembros, que tienen como
objetivo la liberalización de la economía mundial. La OMC promueve una mayor
apertura de la economía mundial. Lo que hoy estuvimos haciendo fue discutir con
varias organizaciones sociales, entre las cuales por supuesto estuvo la CTA y
sectores de la CGT, de la Federación de Comercio que estudian mucho el tema de
la liberalización comercial, porque uno de los ejes de la OMC es la
liberalización de los servicios; eso significa que las grandes transnacionales
y los gobiernos liberales alientan una liberalización de las telecomunicaciones,
por ejemplo, de la banca, el tema es que entren y salgan libremente las
mercancías, los servicios, el capital en general y uno de los temas que se va a
considerar fuertemente en diciembre es el de la liberalización del comercio
electrónico, algo que en general a mucha gente le suena lindo, porque desde tu
casa podés comprar lo que quieras.
Hace poquito Macri
recibió a uno de los gerentes de una de las transnacionales del comercio
electrónico, un chino, con quien hablaron de que esa empresa va a vender productos
argentinos en el mundo, entonces más de un pequeño o mediano productor se
siente contento porque imagina que le va a poder vender al mundo, si hay recesión
en Argentina es bueno poder venderle al mundo. Pero no se dan cuenta de que ese
discurso en realidad es generar las condiciones para liderar el mercado mundial
y que en todo caso Argentina destruya lo poco que tiene de industria local, ya
que las condiciones de competencia de la producción mundial destruye la
producción local. Esto ocurre con los textiles, los calzados, la industria del
juguete. Una vez que por razones de precios bajos se sustituya la producción
local de lo que sea, alimento, calzado, vestimenta, maderas, juguetes, muebles,
inmediatamente subirán los precios. Es como cuando se discute el tema de las
empresas low cost, vamos a poder hacer viajes a precios más baratos mientras se
instalan, pero una vez que lo hagan, reemplazarán las rutas de la o las
aerolíneas actuales, en este caso Aerolíneas Argentinas, y después van a subir
el precio de los pasajes.
Hay un gran verso
en el discurso ideológico y político del gobierno de Macri que es lo mismo que
ocurre con Trump que habla contra la globalización, pero vemos que el
presidente de EE. UU. lo que empuja es institucionalizar el dominio de las
empresas estadounidenses en EE. UU. y en el mundo.
Ese es el discurso
de la OMC que habla de libertad de mercado cuando lo que domina son las grandes
transnacionales, entonces lo que vamos a tener en Argentina es una discusión de
los representantes de los gobiernos de los países del mundo, de EE. UU.,
Europa, Japón, China que ha hablado muy bien de la OMC y lo que se pretende es
una mayor apertura de la economía.
Lo interesante de
lo que se está discutiendo es que cuando una empresa se encuentra en desventaja
con un servicio estatal, lo que el Código de libre comercio establece es que
hay que subvencionar a la trasnacional para que compita de igual a igual con el
Estado. Algo así como que las trasnacionales siempre ganan, cuando tienen y
cuando no tienen dominio del mercado. Es lo que ha pasado en la Argentina no
solo en este gobierno sino también en el anterior, con los subsidios que
reciben las empresas petroleras para explotar ese insumo tan importante que son
el petróleo y el gas en Argentina.
Muchas veces se
habla del subsidio a los servicios públicos, al transporte, a la electricidad,
etc., y no se considera que en Argentina se subsidia fuertemente a las
petroleras que son empresas que dominan la economía mundial a través de la explotación
de un insumo tan estratégico como son el gas o el petróleo. Así que la acción
de hoy fue comenzar a generar las condiciones para formar un gran movimiento
popular y social, que así como entre el 2001 y 2005 luchó contra el ALCA, la
idea es ahora poner en discusión los argumentos por la liberalización y una
campaña que desnude los verdaderos objetivos de esto.
Se estuvo
planteando que podría convocarse para el próximo 24 de junio una asamblea
nacional que trate de juntar a múltiples organizaciones de lucha social contra
las trasnacionales y el modelo productivo sojero, megaminero, de apertura a la
circulación de capitales para que todo eso que hoy lucha en la Argentina pueda
articularse en una dimensión conjunta contra una reunión tan importante como la
de la OMC.
Se dijo que
diciembre va a pasar, pero más allá de lo que se acumule para protestar contra
la presencia de la OMC en Argentina, hay que ver una lucha en continuado,
porque si ahora Alemania es la coordinadora del grupo de los 20 a partir del
año que viene Argentina lo hará y ese grupo que estará reunido aquí en julio de
2018, es autoerigido y discute cómo salir de la crisis mundial. En él están EE.
UU., Europa, China y Japón y por América Latina Brasil, México y Argentina. Las
orientaciones que este grupo tiene para salir de la crisis capitalista mundial
es profundizar la lógica neoliberal, mucho más con las características de los
gobiernos que hay hoy en estos países.
M.H.: Mencionaste el subsidio a las petroleras y
es el subsidio que precisamente se le niega a Sancor a pesar de ser la leche un
producto vital.
J.G.: Lo que pasa es que en el caso de Sancor la
gran presión es contra los trabajadores, la excusa del gobierno para no hacer
un aporte crediticio es que el sindicato tiene que resignar un aporte que hace
la patronal y el argumento es que Sancor no es rentable por culpa de ese aporte
que se hace por cada trabajador.
Vinculado al tema
de las petroleras, no olvidemos que en el acuerdo de éstas estuvo también el
sindicato petrolero para que los aumentos salariales tengan que ver con el crecimiento
de productividad. Digamos que lo que el gobierno hace con los trabajadores de
Sancor es lo que hizo con los trabajadores petroleros de la Patagonia, es lo
que empujó a firmar con los trabajadores de la industria automotriz, recuerden
que el año pasado empezaron con suspensiones y despidos.
El gobierno está
aplicando una política de subsidios a las empresas en combinación con una
política de disciplinamiento del conflicto social y de lograr que algunas
organizaciones sindicales vinculadas con las patronales y el Estado modifiquen
acuerdos colectivos históricos.
Macri planteó que
estamos en el siglo XXI y que hay convenios colectivos que son propios del siglo
XX. Algo así como que los derechos laborales atrasan en relación a un
capitalismo moderno y contemporáneo. Porque la ideología, la política y los
intereses del gobierno argentino son altamente favorables a la salida de la
crisis capitalista por el lado de la ganancia. Por eso la gran preocupación de
Macri para que lleguen las inversiones que nunca llegan, porque el sistema
mundial está en crisis, porque aparece la excusa de que la Argentina es cara en
términos de costos de producción y costo salarial y, por lo tanto, hay una
presión para bajar ese costo de producción considerando al salario en general
como un costo, entonces se buscan múltiples maneras de disciplinar.
El epicentro no es
tanto los trabajadores petroleros o los lácteos sino la puja con los docentes,
que tiene carácter nacional, tal como ocurre en otros países donde la ofensiva
de las clases políticas dominantes y las derechas ha sido muy fuerte, entonces
disciplinar al movimiento sindical docente es la puerta para lograr condiciones
más generales en el movimiento obrero.
Hay que apuntar
también que el movimiento obrero tiene complicidades de conducciones sindicales
que facilitan estos acuerdos que apuntan a modificar estructuralmente los
convenios colectivos y a satisfacer la demanda de los grandes inversores para
que sean rentables sus inversiones en la Argentina, que es lo que piden estos
grandes inversores y que es lo que van a demandar en la reunión de la OMC en
diciembre.
La Argentina de hoy es hija directa de la
imaginada por los genocidas de la dictadura cívico- militar-religiosa
M.H.: Precisamente analizando el 2x1 hablaste de
las rémoras de la dictadura.
J.G.: Uso esa expresión porque nos trae a colación
los objetivos de máxima que se planteó la dictadura militar en 1976:
reconvertir el capitalismo en Argentina y yo digo que en estos años, desde ese
entonces a la actualidad, ha habido matices, no todos los gobiernos son
iguales, no es lo mismo uno dictatorial que uno democrático, pero aun dentro de
los constitucionales, no son lo mismo aquellos gobiernos que explícitamente
adhieren a un proyecto de la reestructuración regresiva de la economía, la
política, la sociedad que aquéllos que enarbolan la crítica a las políticas
neoliberales y más retrógradas.
En realidad lo que
se ha consolidado es el proyecto que imaginó Martinez de Hoz y las clases
dominantes de nuestro país durante la dictadura militar y que progresivamente
se ha ido aplicando. Un salto muy importante fue en los años noventa, pero esos
cambios estructurales no han sido revertidos, tenemos la Ley de identidades
financieras de 1977 todavía, la primarización de la economía argentina se
continuó, los acuerdos con Chevron para el fracking vienen desde antes, más
allá de las críticas a las políticas neoliberales, por lo tanto, lo que pongo
de manifiesto es que las clases dominantes cada vez que pueden avanzan
explícitamente, y si no pueden hacerlo de esta manera lo hacen por lo bajo.
En Argentina
siempre se avanzó sobre la política especulativa que se definió con la Ley de
entidades financieras de 1977, por eso nunca se cambió. El Banco Central, con
muchos matices de personas que intentaron reorientar la política monetaria,
cambiaria, en otro sentido terminaron sustentando una extranjerización del
capital financiero tal como existe hoy. Pero está claro que el modelo
productivo primario, exportador, sojero, megaminero, de armaduría en la
industria, de subordinación y dependencia en el endeudamiento, aun cuando en
los últimos años la relación producto bruto/deuda disminuyó, en realidad es la
excusa del gobierno actual para decir que es baja, que un país como EE. UU.
está en el 100% o un poco más, países como España en el 200%, Japón mucho más,
entonces Argentina tiene posibilidad todavía de seguir endeudándose.
Entonces hay
cuestiones estructurales que vienen desde hace más de 40 años y que obviamente
en un gobierno amigable a esto como lo es el de Mauricio Macri se avanza en el
mismo sentido. Y ese clima que se genera desde el Ejecutivo, es el que le da
aire al Poder judicial para ahondar en esta resolución de la Corte Suprema con
el 2x1.
Pero también
señalo que el 2x1 es gracias a los nuevos jueces sugeridos por este gobierno,
pero aprobados mayoritariamente en el Senado de la Nación por los senadores
opositores. En realidad lo que se pone de manifiesto en la Argentina actual es
el carácter republicano del sistema capitalista. El Poder judicial expresa su
carácter reaccionario con el 2x1 e incluso el Jefe de Gabinete se da el lujo de
criticarlo, la gobernadora de provincia de Buenos Aires también, es curioso,
pero la Corte Suprema de Justicia funciona como tal a sugerencia de jueces
propuestos por el Poder Ejecutivo anterior y por el actual y ratificado por el
Poder legislativo anterior y actual. Por lo tanto, hay una connivencia de
poderes que es lo que define el carácter republicano del sistema político en la
Argentina. El poder republicano en la Argentina está articulado e integrado por
estos tres poderes, con lo cual si bien la orientación de la movilización está
muy orientada contra la Corte Suprema de Justicia, en realidad hay que
orientarla contra la Corte, el Poder judicial y el legislativo que la apañan y
viceversa. En definitiva, aunque hay voces del Poder ejecutivo críticas es el
mismo que ha creado este clima social.
Pero este clima
social alguien puede argumentar que tiene que ver con el consenso electoral
logrado por Cambiemos en 2015, y esto es real, por eso hoy necesitamos discutir
muchos argumentos con la sociedad, porque convengamos que en la próxima
elección de octubre el gobierno va a intentar que ese apoyo del 2015 se transforme
en un consenso político más consciente para avalar la votación de medio turno
en octubre de 2017. Eso exige, más allá de a quién votemos cada uno, la
capacidad de organizar a la sociedad argentina para un debate profundo de lo
que significa el 2x1. No es solo una cuestión de Derechos Humanos que en sí
misma es tremendamente importante, sino que en realidad las clases dominantes
están buscando el perdón a los ejecutores que generaron la posibilidad para la
transformación reaccionaria en la Argentina.
El 40% de pobres
que hay en nuestro país, tiene que ver con la organización económica de la
sociedad argentina construida en los últimos años. Las consecuencias actuales
son producto de lo acontecido en los últimos años. Cuando a veces se habla de
la lucha del pueblo de Jáchal, por ejemplo, hay que pensar que estos pueblos
que se levantaron contra el impacto de la megaminería fueron poblaciones
manipuladas con los beneficios que traían las inversiones.
Menciono Jáchal
porque San Juan tuvo una de las votaciones más importantes para el proyecto pro
mega minero, y no pro por el PRO, sino porque el gobierno de San Juan de los
últimos años fue socio directo en los negocios y la promoción de la megaminería
a cielo abierto en San Juan que hoy sufre las consecuencias de la contaminación
de sus ríos.
Por esto es muy
importante la batalla de ideas para discutir con la sociedad que si la Corte
Suprema aprueba el 2x1 es porque siente el aval del Poder legislativo y ejecutivo
y de alguna manera de la sociedad que convalida. Por eso fue muy importante la
dimensión masiva de la marcha del 10/5 y que haya habido finalmente voluntad de
marcha unificada. Lo importante es que la sociedad asuma que hay un debate
actual que recrea en las condiciones del 2017 los debates que había allá por el
75/76 cuando se generaron las condiciones para el golpe de Estado y cuando éste
empezó a sentar las bases de la Argentina contemporánea.
La Argentina de
hoy es hija directa de aquella Argentina imaginada por los genocidas de la
dictadura cívico-militar-religiosa. Por eso creo que es mucho más que un debate
jurídico, incluso más de un jurista pretende esconderse detrás de un debate
legal, la propia Elisa Carrió ha hecho declaraciones afirmando que desde el
punto legal es válido lo que se ha hecho, aunque dice que moralmente es
incorrecto, pero el problema no es la Corte que falla a derecho sino que es un
problema del Poder legislativo que no impidió con leyes que la Corte avanzara
por este camino.
Creo que en
definitiva está mostrando la complicidad de los tres poderes de la República y
lo que exige es que el movimiento popular asuma el carácter soberano del Poder
constituyente y se genere un debate a conciencia para intentar disputar no solo
la política y la economía, sino la cultura, la sociedad en su conjunto. Creo
que este episodio ha generado una conmoción que motiva que algunos en sentido
oportunista se pronuncien en contra. Va a ser muy importante que la sociedad se
movilice en contra. El 10/5 y todo lo que siga porque es una batalla larga.
M.H.: Hablás de batalla de ideas, de recrear los
debates del ´75/76, creo que justamente ubicás el tema de la decisión de la
Corte Suprema como una decisión de carácter político. Yo no suelo polemizar con
mis entrevistados pero te quiero señalar algo, leyendo tu artículo “Las rémoras
de la dictadura” creo que está demasiado centrado en la cuestión económica y
tengo una diferencia en cuanto a esto, creo que si bien el golpe de Estado tuvo
un objetivo económico, fue fundamentalmente político para derrotar al poder del
trabajo.
En Argentina
durante los ‘70 se habló de aquel famoso empate histórico que alguna vez
mencionaron Portantiero y Murmis y creo que una vez que la balanza se empezó a
inclinar a favor de los trabajadores, poniendo en riesgo el poder político de
la burguesía, ahí intervinieron las Fuerzas Armadas cuando todas las otras
mediaciones fracasaron, incluido Perón y el peronismo.
J.G.: No tengo matices, porque si algo pongo en el
artículo es la relación entre economía y política, expresamente. Cuando hablo
de economía hablo de organización económica de la sociedad, no hablo de
economía, sino de orden económico social cultural, es un proceso integral. No
se puede disociar una cosa de la otra. Lo que estaba pasando en el ´74/75
estaba afectando la tasa de ganancia, entonces no es solo una cuestión de poder
político.
La Argentina nunca
dejó de ser capitalista. Yo matizo y digo que no es lo mismo un gobierno
constitucional que uno dictatorial e incluso matizo dentro de los gobiernos
constitucionales. Hasta uno puede discutir que Argentina nunca salió del
neoliberalismo a pesar de haber tenido gobiernos críticos hacia éste. Incluso
tempranamente Alfonsín se enfrentó con Reagan en 1984 y su Ministro de Economía,
Grispun, amenazó con que si EE. UU. no bajaba la presión sobre Argentina, nos
podíamos convertir en una nueva Cuba.
Yo no me imagino
que Alfonsín estuviera pensando en avanzar en un camino por el socialismo como
sostiene la revolución cubana, pero evidentemente era un discurso distinto al
que había en la dictadura, así como en los últimos años de gobiernos
kirchneristas también hay matices respecto del discurso menemista, del de la
Alianza y la crítica a las políticas neoliberales también se sustentaron en
habilitar la anulación del Punto final y la Obediencia debida, que es lo que
alentó todos los juicios y encarcelamientos. Por eso la Corte toma una medida
que es política y dice que a los que fueron enjuiciados en una determinada correlación
de fuerzas políticas, porque la anulación del Punto final y la Obediencia debida
tienen que ver con la concentración de fuerzas populares gestada en torno a la
crisis del 2001, a pesar que en 2001 no hay anulación, les corresponde el 2x1.
Yo fui partícipe y
co-autor con Floreal Gorini quien presentó la Ley de anulación que luego retomó
Patricia Walsh, que es la ley que Néstor Kirchner desde el Poder ejecutivo
avaló para que el Congreso la votara y cuando muchos grupos de Derechos Humanos
no creían que se podía anular, salió una anulación.
Los juicios, los
encarcelamientos en este momento del gobierno Macri, es cuando las clases
dominantes entienden como el tiempo de retrotraer la situación. No pudieron
evitar los juicios ni los encarcelamientos, entonces aplican el 2x1.
Estas son todas
cuestiones políticas, no se puede hablar de economía al margen de la política
ni de la política al margen de la economía, la fragmentación de un ámbito de la
economía y un ámbito de la política solo tiene sentido desde el punto de vista
didáctico, la realidad es integral. No se puede compartimentar. Por eso no
tengo matices con lo que decís y creo que el artículo va en ese mismo sentido.
Buenos Aires, 9 de mayo de 2017