Christine Lagarde
confirmó el apoyo del FMI al pedido de asistencia financiera realizado por el
Gobierno de la Argentina. Es más, estudian en el Directorio del FMI la forma de
otorgar más recursos de los que corresponderían por la cuota asignada por el
país al organismo internacional.
El acceso a un
stand-by o préstamo condicionado acercaría unos 20.000 millones de dólares,
escaso según la manifiesta demanda del gobierno Macri. Se necesita por lo menos
el doble, o algo más, entre 40.000 y 50.000 millones de dólares para atender
las necesidades hasta el fin del mandato de Mauricio Macri.
De ese modo, se
establecerían de común acuerdo las condiciones del gigantesco respaldo del FMI
ante las “turbulencias” tal como definió el titular del Banco Central de la República
Argentina (BCRA) a la corrida cambiaria de las primeras semanas de mayo.
Para intentar
contener la corrida, o las “turbulencias”, el BCRA sigue ofreciendo a la venta
5.000 millones de dólares a $25 por dólar. Pese a ello, la semana cerró con un
dólar a $25,11; por encima del techo impuesto por Federico Sturzenegger.
Dijo la Directora Gerente
del FMI que “trasmitió al Directorio Ejecutivo del FMI el acuerdo de acceso
excepcional que sustentaría su programa económico, integralmente concebido por el
Presidente Mauricio Macri y su gobierno”.[1]
Queda claro entonces que
el programa no lo establece el FMI, sino el Gobierno argentino, y que será monitoreado
por el Organismo Internacional. Hemos sostenido esta tesis respecto a que es el
gobierno argentino el que empuja el “ajuste y las reformas estructurales”, y en
todo caso, el FMI sustenta y avala, al tiempo que controlará que se cumpla.
Por ello, sin
perjuicio de un primer desembolso una vez suscripto el acuerdo, el resto de los
recursos serán liberados a medida que se muestren los cumplimientos de la
disminución del déficit fiscal.
Traducido: ajustar
primero y luego el Fondo desembolsará los recursos hasta completar la
asistencia financiera. Eso favorecerá el discurso oficial de que el ajuste y
las reformas son para cumplir los acuerdos.
Por boca del propio
FMI nos informamos (en la nota citada) que se continúa con objetivos de un crecimiento
de la economía, “fuerte, sostenido e inclusivo” con “creación de empleo”; “restablecimiento
de la confianza de los mercados”, con “reducción de la deuda” y “la protección
de los estratos sociales más vulnerables”. Son objetivos que el FMI “comparte y
respalda”.
¿Son
objetivos cumplibles?
Difícilmente se
cumplan esos propósitos. El propio Ministro de Hacienda Nicolás Dujovne destacó
hace días que la perspectiva luego de las “turbulencias” son para el presente
año de baja del PBI respecto de los objetivos previos de crecimiento y de
aumento de la inflación prevista en las metas oficiales.
Ambos aspectos
afectan a los sectores de menores ingresos, con impacto en el empleo y la
capacidad de satisfacer vía consumo las necesidades cotidianas de la población
empobrecida.
No podrán cumplirse
los objetivos enunciados y en los que cree el FMI, a contramano de la realidad
resultante de un dólar a $25 (vaya a saberse hasta cuándo); una tasa de interés
de referencia del 40% que se duplica en el circuito comercial bancario para
pequeñas y medianas empresas; junto a una transferencia de Reservas
Internacionales, en un mes, por 8.226 millones de dólares desde el BCRA a las
cuentas bancarias de los inversores especulativos, protagonistas de la corrida
cambiaria.
¿Restablecer
confianza de los mercados?
Dudoso, salvo que
logre el gobierno Macri disciplinar el conflicto social azuzado por aumento de tarifas
y crecimiento de los precios de la canasta de consumo cotidiano, y al mismo
tiempo avance con su pretendida reforma laboral a favor de las ganancias de los
inversores, lo que supone contener la protesta sindical.
¿Bajar la deuda?
Lo más probable es
que los recursos liberados por el FMI fortalezcan los mecanismos de fuga de
capitales, salvo que se profundice la devaluación (incógnita sobre la evolución
del tipo de cambio) para licuar el gasto público en pesos, restituir
competitividad a las exportaciones y favorecer la disminución del déficit fiscal
y del comercial.
¿Protección de los más
vulnerables?
Es la misma quimera
de la baja de la pobreza prometida en el comienzo de la gestión Macri.
Lamentablemente, el
saldo de la corrida generó ganadores ideológicos en el campo de los promotores
del ajuste y la regresiva reestructuración de la economía local, acompañado de beneficiados
muy concretos.
Dijo Guillermo Dietrich,
el Ministro de Transporte: "En Iguazú están felices con el tipo de cambio.
No entiendo -me decían- por qué se preocupan, para nosotros es lo mejor que nos
puede pasar en el mundo, van a venir más paraguayos, más brasileños, más
personas de todas partes del mundo"[2]
Agrega la nota que "hay una parte de la economía, la que exporta bienes y
servicios como es el turismo, o bienes como los autos o el agro a la que
claramente un dólar más competitivo lo beneficia".
En boca del Ministro
queda en evidencia quienes son los que se benefician con las medidas adoptadas
en estos días.
Solo restaría
confrontar esas declaraciones con el conjunto de perjudicados por las medidas
de política económica, las que inducen una gigantesca transferencia de recursos
desde la mayoría de la sociedad hacia exportadores y especuladores.
Recrear
objetivos por la liberación
Próximos al 25 de
Mayo, cuando en la Argentina se recupera la gesta por la revolución
anticolonial, bien vale pensar en las nuevas formas que asume la colonialidad
del poder en tiempos de dominación transnacional e imperialista.
Situación
materializada en organismos internacionales como el FMI, invitado regular a las
sesiones del G20, que ahora coordina el gobierno de Macri y que recibirá en la “semana
de mayo” a los cancilleres de ese cónclave de la dominación mundial que
pretende reafirmar el estatuto colonial y dependiente.
La reunión de los
cancilleres es preparatoria del cónclave presidencial de fines de año y por eso
no sorprende que esos mismos Jefes de Estado avalen la operatoria en
negociación con el FMI. El Presidente de EEUU tuiteó a favor de Macri, su
gobierno y su rumbo económico, con evidente señal de quien define en el
organismo financiero.
Será quizá momento de
reflexión sobre el programa de Mayo de 1810 y la recreación de un proyecto por
la liberación, que ya no solo requiere del anticolonialismo, sino del antiimperialismo
y el anticapitalismo.
Buenos
Aires, 18 de mayo de 2018
[1]
María Iglesias. El Cronista, viernes 18/5/2018, en: https://www.cronista.com/economiapolitica/Giro-en-el-pedido-al-FMI-la-Argentina-negociara-un-prestamo-stand-by-excepcional-20180518-0081.html
Copyright © www.cronista.com (consultado
el 18/5/18)
[2] Dietrich:
"En Iguazú están felices con este tipo de cambio". Ambito, viernes
18/5/2018, en: http://www.ambito.com/921750-dietrich-en-iguazu-estan-felices-con-este-tipo-de-cambio
(consultado el 18/5/2018)
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