Desde 1971 que se reúne el Foro Económico
Mundial (FEM) en Davos, Suiza, como ámbito de encuentro del poder económico y
político mundial para discutir los problemas y el rumbo de la economía mundial.[1]
No es casual que sea desde
entonces un tiempo coincidente con la brutal ofensiva del capital para
modificar la orientación del sistema mundial que tenía para entonces a las/os
trabajadoras/es y los pueblos en la ofensiva recortando las ganancias
empresarias.
A comienzos de los 70 se procesa
la mayor acumulación de poder popular de las/os trabajadoras/es en el mundo; no
solo medido en salarios o ingresos populares, sino en la disputa de la renta y
en la construcción de un imaginario civilizatorio no capitalista. Es el momento
de la bipolaridad y el auge de la solidaridad mundial con Vietnam; la
expectativa del triunfo de Salvador Allende y su Unidad Popular en Chile, entre
los más destacados episodios de la ofensiva popular de entonces.
La destrucción de esa
acumulación es lo que se comenzó a pergeñar en la nevada Davos a comienzos de los
70´, convergente con la Comisión Trilateral y otras iniciativas similares. De
allí surge una recurrencia de cónclaves anuales para identificar los rumbos de
acción. Ahora se proponen como el ámbito de la cooperación público-privada, el
nombre que se asigna a la privatización en los tiempos que corren.
El capital ya no le teme al
Estado construido entre 1930 y 1980, habiendo ganado la batalla ideológica
sustentada desde el neoliberalismo y el Consenso de Washington contra el gasto
estatal y a favor de la iniciativa privada.
De aquel proceso deslegitimador
se avanza a una nueva legitimación del Estado capitalista al servicio del
régimen del capital. Se fue de la crítica al papel del Estado a la absorción de
una nueva reformulación del papel del Estado para sostener al capitalismo.
Hace algunos años, OXFAM
presenta en el FEM su informe sobre desigualdad.[2] La versión 2017 señala que
“Tan sólo 8 personas (8 hombres en realidad) poseen ya la misma riqueza que
3.600 millones de personas, la mitad más pobre de la humanidad. La súper
concentración de riqueza sigue imparable.”
Es curioso que en ese ámbito del
poder mundial se expliciten estos datos del oprobio construido en la sociedad
capitalista, cuyo eje es la ganancia, la acumulación y la dominación; y no la
satisfacción de las más amplias necesidades sociales como aspira a conmover el
Informe OXFAM.
Un límite serio del importante
estudio de OXFAM es que no supera la descripción del fenómeno de la pobreza, la
desigualdad y la concentración de riqueza. Aun cuando califica al capitalismo como
“cortoplacista: el dividendo manda”, o “clientelar al servicio de las élites”,
el problema de fondo es el “capitalismo” en sí mismo, su lógica por la
explotación de la fuerza de trabajo y el saqueo de los bienes comunes.
Aun cuando se informan sobre la
pobreza, la verdadera discusión del FEM es la riqueza, ahora en 2017 bajo el
lema “Liderazgo responsable y receptivo”, precisamente cuando la realidad
exacerba la desigualdad y la explotación condenando a la humanidad y al propio
planeta Tierra.
Gobierno
Macri en Davos
Hacia el FEM marcharon 4
ministros argentinos: Hacienda, Producción, Educación, Relaciones Exteriores, y
el titular del BCRA; para ofrecer “oportunidades de negocios” a los inversores
externos.
Estos, los inversores
potenciales, demandan “control social y sindical” para asegurarse el retorno de
sus inversiones.
Por eso, la principal
preocupación del gobierno pasa por disciplinar al movimiento obrero y cooptar a
una parte de la dirigencia sindical al objetivo estratégico de disminuir el
costo salarial y laboral.
Es política y economía. Sin
control político del conflicto no pueden avanzar en cambios institucionales,
laborales, para incidir en la ecuación de rentabilidad de la inversión.
Por ahí viene el sendero de los
acuerdos laborales y de productividad en Vaca Muerta y el chantaje de la
patronal en Artes Gráficas Rioplatenses S.A., AGR, y en variados otros casos,
como próximamente en la carne.
La argumentación pasa siempre
por transferir el costo de oportunidad de la inversión y el crecimiento
económico a las/os trabajadoras/es.
Resulta de interés el tipo de
respuesta que genere el movimiento social, fragmentado en varias centrales
sindicales y con debate entre sí y en el interior de ellas sobre los modos y
las formas de la confrontación con el poder.
La ofensiva gubernamental
pretende inaugurar un nuevo tiempo político y económico en el país, en sintonía
con nuevos procesos en la región y el mundo a partir de la deslegitimación de
los partidos políticos tradicionales.
Es la primera vez que bajo imperio
constitucional no hay un radical o un peronista en el gobierno. Es algo que
puede consolidarse en las elecciones de medio turno en octubre próximo y
disputar un nuevo periodo en 1919.
Por eso es tan importante la
pulseada que se juega en la unidad de acción del conflicto social, amenazado
por concepciones aislacionistas que privilegian las diferencias sectoriales de
la confrontación o la adhesión a tal o cual parcialidad de la respuesta
política, mediado por las opciones electorales.
En simultáneo al cónclave del
poder en Davos, la Argentina tomó nueva deuda pública por 7.000 millones de
dólares, exponiendo en la vidriera suiza las posibilidades de fáciles ganancias
que se logran en el país.
La tasa pagada por la colocación
de esos títulos (6,3% promedio) es menor que la que se venía asumiendo, pero
sigue estando por encima de lo que paga Brasil, Paraguay, Uruguay, Bolivia o
Chile, por solo mencionar países vecinos.
En Suiza, los funcionarios de
Macri señalan que este año Argentina superará la recesión del 2016, aun cuando
no existen datos oficiales al respecto y solo se confirman las pérdidas de puestos
de trabajo en el sector privado y estatal, o se verifica una inflación superior
al ajuste de ingresos de trabajadores regulares, en situación irregular, o
pasivos.
La caída industrial del año 2016
supera el 5%, la recesión económica está por encima del 3%; la inflación
superior al 40% y una proyección cercana al 25% para el 2017 impiden bajar las
tasas de interés que paga el BCRA por las LEBAC (24,75%) exacerbando la especulación
financiera.
Más allá de los discursos
fronteras afuera, en el terreno local se avanza con disposiciones ejecutivas,
sea avanzando sobre las reformas al régimen de ART más allá del debate pendiente
en el Parlamento, o sustituyendo funcionarios para “homogeneizar” la política
oficial de cara al proceso electoral.
Hay afinidad entre el gobierno
Macri y el sentido esencial que se expresa en el FEM en Davos. En ambos
discursos se habla de la pobreza y se consolida un rumbo por la riqueza y la mayor
concentración económica y del poder.
Adecuarse
al nuevo tiempo
El libreto del gobierno es
clarísimo y apunta al crecimiento económico del capitalismo local, lo que
requiere de capitales externos, vía inversión directa o préstamos, al costo más
bajo posible, aun cuando sea mayor al que soportan otros países en la región.
Por las dudas señalamos que
crecimiento no significa necesariamente resolver los problemas de la pobreza o
la desigualdad, si los de la concentración de la riqueza.
El propósito gubernamental se
procesa en el marco de un nuevo ciclo de gobierno en EEUU, con un Donald Trump “nacionalista”
que ofreció en su discurso inaugural continuar privilegiando el interés de su
país antes que el de cualquier otro.
¿Cuál será la novedad en la formulación?
Desde Washington siempre se privilegia el interés nacional por sobre cualquier
otro interés, nacional, social, o humanitario.
No hay novedad y sí, se
consolida un enfoque restringido de beneficiarios futuros de la política en la
mayor potencia del sistema mundial.
Pese a todo existen expectativas
del bloque en el poder en Argentina en la nueva etapa, y por eso se anuncian conversaciones
por inversiones en áreas estratégicas, por ejemplo en energía.
Hay que destacar que el nuevo
Secretario de Estado en la era Trump es Rex Tillerson, un EXXON Mobil (ex Standar
Oil) y principal motor de la fractura hidráulica (fracking) para explotar
yacimientos de hidrocarburos no convencionales, los que definen al yacimiento Vaca
Muerta y sus reservas de gas y petróleo.
En el gabinete de Trump existen
varios hombres de negocios, del petróleo y la banca, con quienes podrán
entenderse los gobernantes locales con historia y trayecto en el mundo de las
empresas.
La imagen no solo fue la
asunción de Trump como gobernante, sino también las protestas, anticipando las
dificultades de la estabilización de una política asumida desde un lenguaje
racista y de discriminación, sustentando por uno de los grandes beneficiarios
del capitalismo global.
En EEUU como en nuestro país o
cualquier territorio no solo existe la voluntad de los gobernantes, sino que
los pueblos también tienen voz y pueden ser parte de la articulación de
proyectos sociales, económicos y políticos que definan procesos civilizatorios
de carácter alternativo.
Buenos
Aires, 20 de enero de 2017
[1] El
Foro empezó como Foro Europeo de Gestión y en 1987 asumió su nombre actual como
FEM. Dicen: “En 2015, el Foro fue reconocido formalmente como una organización
internacional. Es ahora en la siguiente fase de su viaje como la plataforma
mundial para la cooperación pública-privada”. .https://www.weforum.org/about/history
[2]
OXFAM. Una economía para el 99%. Es hora de construir una economía más humana y
justa al servicio de las personas, en: https://www.oxfam.org/es/informes/una-economia-para-el-99
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