Antes del balotaje se presumía
el triunfo de Keiko Fujimori (KF), quien había liderado la votación en primera
instancia con más de 6,1 millones de votos. Pedro Pablo Kuczynski (PPK) había
obtenido en primera vuelta más de 3,2 millones votos.
La diferencia establecía la
dificultad para modificar la correlación de fuerzas establecida. Sin embargo,
mientras se acercaba la fecha de la segunda vuelta, la decisión de los votantes
viró hacia el triunfo escueto de PPK que creció hasta los 8,6 millones (166% de
crecimiento en votos) cuando aún faltaba contabilizar pocas mesas. KF solo creció
un 39% y alcanzó los 8,5 millones de votos.
Los propios datos remiten a una
profunda crisis política, donde el voto blanco, nulo o impugnado no tuvo
incidencia en el resultado definitorio para el gobierno de Perú.
Ambos candidatos están a la
derecha de las opciones electorales y el arco político peruano. Sin embargo, en
los últimos días la opción de masas se volcó contra la tradición fujimorista
asociada al narcotráfico, el crimen y el autoritarismo. La opción ganadora,
involucrada en el reaccionario proceso peruano desde los 90´ de Fujimori y
vinculado históricamente al Banco Mundial, no aparecía asociado a la corrupción
y el delito fragrante. (Eduardo Toche, DESCO, http://www.desco.org.pe/).
El primer comentario es el papel
de los sujetos en este gran acontecimiento de masas, que sin opción alternativa
distinguió entre el retorno al régimen del presidiario ex presidente Alberto
Fujimori, o habilitar un tiempo para una transición, aun difícil de definir.
Esta opción no está clara, es un programa a construir desde la lucha y la
organización social y política del pueblo de Perú.
Por ello, aun con una votación
masiva, nos anima la caracterización de crisis política, que involucra a los
proyectos de las clases dominantes y a las subalternas. Es lógico pensar que sectores
sociales de escasos ingresos y de elevada vulnerabilidad hayan votado en
primera y segunda instancia al dúo más votado y que dirimió elecciones el
pasado domingo 5 de junio.
Los de abajo necesitan construir
y hacer visible una alternativa política que pueda confrontar con el orden
capitalista y el proyecto de las clases dominantes expresado en este proceso
electoral.
Más
liberalización y búsqueda de alternativas
Perú es un importante
protagonista de la liberalización y la apertura económica, retomando las
banderas del libre comercio derrotado hace una década en Mar del Plata
(Argentina, 2005 contra el ALCA).
Luego del ALCA, la agenda se
transitó en la Alianza del Pacífico, el TPP, el TISA y variadas formas de
defensa y promoción de la seguridad jurídica de las inversiones externas.
Ahora, los Tratados de Libre
Comercio vuelven a escena en la región de la mano del gobierno de derecha en
Argentina (Mauricio Macri, diciembre 2015) y el reciente “golpe blando” contra
el gobierno del PT en Brasil.
La presión estadounidense y de
las clases dominantes en la región y en el Perú, empuja la agenda de la
liberalización y la profundización del capitalismo extractivista, dependiente y
subordinado a la transnacionalización de la economía mundial en crisis. Por lo
que se abre el debate sobre la potencialidad de una transición en camino
adverso.
PPK sabe de sus limitaciones,
que no son votos propios lo que le permitió acceder a la presidencia. Tiene dos
rumbos posibles. Uno es negociar con KF y acercarse al objetivo retorno que
imaginó el fujimorismo contra Ollanta Humala, y ahora. Otro camino es acercarse
a otras variantes parlamentarias, hacia la izquierda del arco político y construir
otra agenda, que necesitará ser coherente y convergente con las demandas de los
trabajadores, campesinos y sectores populares, que sienten escasa vinculación
entre sus demandas y los debates del régimen político.
Cambios
en la región y la crisis mundial
Estas elecciones deben
considerarse en el marco del proceso de cambio político que vive Nuestramérica
a comienzos del Siglo XXI. Al proceso de liberalización y hegemonía de las
políticas neoliberales se le presentaron luchas populares que habilitaron un
tiempo de cambio y proyectos alternativos, incluso, de integración no
subordinada, aun inconclusos.
La dinámica socio política y la
agudización de la crisis mundial interviene en las redefiniciones que se vienen
operando en la región y lo que acontece en Perú es parte de ese fenómeno. En
definitiva, serán los pueblos de Nuestramérica los que resolverán las
incógnitas del destino por la liberalización o por la liberación contra la
dependencia y subordinación a la lógica del capitalismo y el imperialismo.
Buenos
Aires, 11 de junio de 2016
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