El viernes de 3 de agosto la Argentina canceló el
Boden 12 por un total de 2.198 millones de dólares. En la información provista
por el Ministerio de Economía[1],
con la difusión de los gráficos presentados en el 158º aniversario de la Bolsa
de Comercio de Buenos Aires por Cristina Fernández de Kirchner (CFK), se
destacan las consecuencias del pago.
La conclusión oficial es el “desendeudamiento” y la
“independencia”. La primera es muy discutible, sea por deuda pública no
registrada y demandada en fueros internacionales, como por utilización de
fondos locales a cambio de compromisos a futuro, los que serán cancelados por el
Tesoro nacional. La segunda afirmación resulta dudosa, ya que la independencia
supone una utilización en el país del excedente económico producido localmente.
Profundizar esta concepción supone discutir quienes recibieron los dólares de
la cancelación del título público en cuestión.
Nuestras reflexiones apuntan a señalar el
condicionante estructural que supuso, supone y supondrá el endeudamiento
externo, como elemento sustantivo de la lógica capitalista. Con ello, se
profundiza la dependencia de la Argentina al capitalismo mundial.
¿A
quién se le pagó 2.200 millones de dólares?[2]
- 1.706 millones de dólares se pagaron a tenedores externos, un 78%.
- 492 millones de dólares se cancelaron a tenedores domésticos, el 22% restante.
Los principales beneficiarios de la cancelación
del Boden 12 son acreedores externos, principalmente bancos y fondos de
inversión, en una coyuntura mundial de crisis, donde esos acreedores empujan
los “salvatajes” de los países con serios problemas de deuda pública. Vale
confirmar que los bancos transnacionales tienen problemas para cobrar a los
países endeudados. El FMI, los Bancos centrales de los principales países
capitalistas y sus gobiernos, impulsaron “salvatajes” que se orientaron
principalmente a la banca en problemas desde el 2007/2008, en EEUU, Europa y
Japón.
¡La Argentina acaba de depositar 1.706 millones a
esas entidades que no cobran si no se instrumentan los salvatajes globales!
Acreedores externos felices. Las reservas internacionales cayeron en un día por
ese monto, quedando reducidas a 45.000 millones de dólares, debido a las
transferencias realizadas. En febrero del 2011, el BCRA registraba 52.427[3]
millones de dólares, los que disminuyeron progresivamente por 7.500 millones de
dólares en los últimos 17 meses.
¿Y
los pequeños ahorristas?
Qué curioso el funcionamiento del capitalismo. La
discusión en estos días, previos a la cancelación, aludía a que se “terminaba con
el corralito”, que debe recordarse sufrían los depositantes en bancos, a
quienes se les aplicaron restricciones para retirar sus depósitos bancarios desde
fines de noviembre del 2001. En rigor, el tema se extiende al “corralón” que
supuso la pesificación asimétrica, como mecanismo de salida del régimen de
convertibilidad.
Para facilitar el retiro de los fondos “acorralados”
hacia el 2002, se emitieron una serie de bonos, entre ellos el que se acaba de
cancelar, el Boden 12, que los pequeños ahorristas recibieron y liquidaron por
debajo de su valor nominal y así hacerse de dinero. Esos bonos pudieron usarse también
para cancelar deudas o adquirir bienes. Lo que ocurrió fue que grandes
operadores financieros, principalmente bancos, compraron esos bonos y los aguantaron
hasta ahora, cobrando en tiempo y forma, en dólares, algo que muy pocos pueden hacer
en la coyuntura.
Vale recordar que Duhalde asumió la gestión del
gobierno a comienzos del 2002 diciendo “el que invirtió en dólares recibirá dólares”.
Eso no fue real para los pequeños inversores que recibieron bonos y cambiaron
por debajo de su valor; pero si se convirtió en realidad para aquellos que
aguantaron los Boden 12 hasta el vencimiento, que no solo cobraron en dólares,
sino que el propio BCRA les transfirió al exterior los 1.706 millones de
dólares, en momentos de restricción a la salida de divisas.
Los tenedores de Boden 12 con menos de 125.000
dólares, apenas representan el 12% de la totalidad, es decir, percibieron el
pasado viernes una suma de 271 millones de dólares[4].
El resto de los tenedores domésticos de este título completan un 5% del total,
con títulos por más de 125.000 dólares cada uno; y distintas dependencias del
sector púbico recibieron otro 5% del total restante, por 112 millones de
dólares.
En síntesis, los “ahorristas” originarios son
minoritarios a la hora de la cancelación del Boden 2012.
Relato
presidencial para disputar consenso
Resulta interesante el ámbito del anuncio del fin
del corralito: la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, uno de los símbolos del
poder económico local, y sede de negocios y especulaciones bursátiles
discutidas globalmente en la situación de crisis contemporánea.
Se trata de uno de los ámbitos del poder económico
local, emblemático si se quiere. Hacía pocos días se había inaugurado la
exposición de la Sociedad Rural y vaciado de presencia oficial. La Bolsa
receptó en su cumple al conjunto del poder ejecutivo, con la sola y obvia excepción
del Vice, en juicio con el titular de la entidad bursátil. Es curiosa la
denuncia de Amado Boudou, que parece no convalidar CFK.
El discurso de CFK reivindicó “con orgullo” las
ganancias del sector empresario y bursátil obtenidas durante la activación
económica desde mayo del 2003, obviando el que esa tendencia tiene antecedentes
en la gestión anterior, con el mismo Ministro Roberto Lavagna, y que se puede
explicar también con dos medidas previas que Néstor Kirchner (NK) nunca avaló
explícitamente, ni involucraron a Lavagna, como la cancelación parcial de los
pagos de deuda (Rodríguez Saá), y la devaluación vía pesificación asimétrica (Duhalde).
Resulta interesante la comparación de la variación
del índice MERVAL, de +5% en el periodo convertible desde abril de 1991 a fines
del 2001 (periodo de estabilidad de precios), contra un +254% desde mayo 2003,
la asunción de NK (con aceleración de precios desde 2006)[5].
Alguna vez, allá por el 2006, NK en New York señaló con relación a Wall Street
que era “El lugar de donde no debimos salir”[6].
Fue dicho luego de tocar la campana del mayor recinto de la especulación
global, y reuniones con inversores estadounidenses que elogiaban la evolución
económica del país, quienes expresaban su satisfacción con la rentabilidad obtenida,
clara lógica esencial del capitalismo.
Junto a la evolución de la deuda y las ganancias
empresarias, el relato presidencial se detuvo en el progreso de los ingresos
previsionales, anticipando el ajuste desde septiembre próximo, el que se
percibe a comienzos de octubre. El sentido discursivo apuntaba al pago de
deuda, aumentos de las ganancias e inclusión de sectores de bajos ingresos,
pues aún con 7 millones de jubilados y pensionados, la mayoría de ellos percibe
ingresos mínimos que no satisfacen sus necesidades.
El relato en la Bolsa se propuso la disputa del
consenso a dos puntas. Una de ellas apuntaba hacia el bloque de la dominación
de clases, demostrando al poder económico que no se puede estar mejor que
producto de la política económica en curso. Es lo mismo que hizo NK en
septiembre del 2006 en EEUU ante los empresarios transnacionales a quienes se
invitaba a invertir en el país. Es la lógica de la ganancia como atractivo para
invertir, ganar y por ende acumular, algo dificultado en la coyuntura mundial
del presente y el futuro cercano. La otra de las puntas apuntó hacia los menos
favorecidos, en este caso, trabajadores jubilados y pensionados. Ya había dicho
a los disidentes de Moyano que lo mejor era recibir los beneficios de la política
oficial que disputar reivindicaciones desde el conflicto.
Se trató de un ejercicio que intenta demostrar la
satisfacción por ingresos del sector dominante y del subalterno, a quienes se
los incluye en el sistema vía consumo. Nada queda afuera de la política
(económica), y todos están entre los favorecidos, unos con cuantiosas ganancias
y otros con ingresos de subsistencia. ¿Es posible otro relato, y más aún, otra
política, para otra ecuación de beneficiarios? Responder al interrogante nos
llevaría a cuestionar la lógica de la ganancia, o sea, la del capitalismo.
Buenos
Aires, 4 de agosto de 2012
[1]
http://www.mecon.gov.ar/wp-content/uploads/2012/08/Presentacion-Boden-2012.pdf
visitada el 4/8/2012.
[2]
Ib.
[3]
Sitio del BCRA en internet www.bcra.gov.ar
(visitado el 4/08/12)
[4]
Ib.
[5]
Es evidente que hace falta una comparación de valores relativos, no afectados
por la importante variación de precios.
[6]
Nota de Fernando Cibeira en Página 12 del jueves 21 de septiembre del 2006, en http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-73327-2006-09-21.html
(visitada el 4/08/12)
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