El escándalo estalló cuando se
conoció el arreglo entre el Estado y el grupo Macri por las deudas del Correo.
Una licuación impúdica de la acreencia. Más allá de cualquier detalle y monto
en cuestión, el arco de oposición se amplió hasta impensados personajes de la política
y prensa favorables al PRO y a Cambiemos.
Claro que el tema “Correo”
retrotrae la discusión al momento de la privatización de la empresa en la
década del 90 bajo la presidencia de Carlos Menem, a la quiebra solicitada en
medio de la gran recesión que desembocó en la crisis del 2001 y la re-estatización
(para re privatizar) en 2003, ya con gobierno de Néstor Kirchner.
La deuda y el conflicto se arrastran
desde comienzos del siglo y pone en evidencia la capacidad de una burguesía y
capital local transnacionalizado, que hace negocios amparados en el sostén del
Estado capitalista. Válido en gobierno constitucionales o no.
El grupo Macri no pagaba el
canon comprometido por la privatización del Correo y luego de la quiebra
continuó gestionando sin cancelar pagos. La deuda acumulada es gigantesca y
mayor aun con el perdón sucesivo (aun en conflicto por trámite no terminado).
Pasa el tiempo y el Grupo Macri, accionista la familia, se beneficia hasta que
encuentre una ocasión favorable para el cierre del caso.
Parecía ideal el momento para
negociar con un Macri, Mauricio (el primogénito del Clan), en la Presidencia de
la Argentina, aun cuando se sostiene que la negociación no involucraba al jefe
del Poder Ejecutivo.
El escándalo escaló en la
consideración pública y tras largos días de instalación en la prensa, el presidente
informó que la situación volvía a foja cero. Habrá que ver, ya que el proceso
negociador se enmarca en trámites judiciales con un recorrido que ahora debe
revisarse.
La primera conclusión es que sin
control judicial, mediático, político y social, la impunidad avanza y tiene
costo fiscal elevado que compite con demandas sociales insatisfechas.
Si
pasa se avanza, si no, esperemos a mejor momento
Ya es costumbre en el gobierno
Macri el intento de avanzar con posiciones de máxima y luego retroceder ante la
presión social si es masiva y determinante.
Existen ejemplos desde el inicio
de la gestión en el intento de nombrar integrantes de la Corte Suprema de
Justicia por Decreto. Finalmente lo logró con acuerdo parlamentario.
Más reciente intentó modificar
la conmemoración del golpe del 24 de marzo del 76 como si se tratara de un
feriado a mover en la semana. La crítica masiva lo llevó a la reconsideración,
vaya uno a saber hasta cuando, lo que impone una gran movilización
conmemorativa del 41° aniversario del golpe genocida.
En esas horas en que se debatía
el tema Correo, desde la Administración Nacional de la Seguridad Social, ANSES,
se intentó corregir a la baja el ingreso previsional de millones de jubilados.
Ante el reclamo generalizado y pese a la insensibilidad del Gabinete que aludía
“apenas son 20 pesos”, Macri anunció retrotraer la situación del Correo y de
los jubilados. Algunos quisieron fundamentar que el FMI demandaba acciones para
bajar el gasto en seguridad social y previsión, intentando desplazar la
responsabilidad.
Sin duda, es un logro de las denuncias
y la ampliación de las protestas, pero a no engañarse, Macri retrocede reconociendo
errores, pero en simultáneo avanza en las reformas estructurales que puede,
caso de las ART.
Recordemos que a fines del año
pasado el Senado de la Nación había dado media sanción a la modificación al
régimen de riesgos del trabajo. El argumento era la elevada cantidad de juicios
relativos al tema. Nada se decía ni se dice sobre el tema central que son los
riegos laborales de trabajadoras y trabajadores.
Como el tiempo pasaba y por razones
de conveniencia política se resolvió aprobar la modificación por Decreto de
Necesidad y Urgencia. La protesta se extendió y Macri no tuvo más remedio que
convocar a sesiones extraordinarias. Con ello volvió sobre sus pasos y con
complicidad opositora y aval del triunvirato de la CGT, la ley modificada fue
aprobada.
La ley que modifica el régimen
de riesgos del trabajo es favorable para las patronales y las Aseguradoras de Riesgo
del Trabajo (ART), un gran negocio que confronta con el objeto originario de la
ley en prevención del riesgo laboral.
Existe
plan económico y hay que confrontarlo
No es cierto como algunos
sostienen que “no hay plan económico ni rumbo”, la orientación es profundizar
el cambio económico regresivo, con Prat Gay o con Dujovne; con Melconian o
González Fraga; con Sturzenegger o con quien sea.
En esencia, es la lógica del
plan sistemático de hace cuatro décadas y afianzado en los 90. Esos fueron
tiempos de consolidación del Grupo Macri, que hoy potencia desde la gestión
Macri. Además, ahora Donald Trump alude al papel de liderazgo que Mauricio
Macri puede jugar en la región, según dice la Casa Blanca en el informe luego
de la conversación telefónica entre ambos presidentes.
Así se explica la discusión en
torno a las actualizaciones de los ingresos de los bancarios. No se quería
convalidar actualizaciones salariales más allá de la pauta imaginada desde las
autoridades y las patronales. La protesta de los bancarios y el clima social
definió un acuerdo.
Acaba de celebrarse, en este
marco de contradicciones, idas y vueltas de medidas del gobierno, el acuerdo con
los bancarios para obtener un 4% a enero por recomposición salarial derivada de
la inflación del 2016; y un 19,5% retroactivo a enero como actualización por
2017, sujeto a reconsideración según la evolución del costo de vida. En total
un 24,3% más algunas bonificaciones.
Recordemos que el acuerdo había
sido suscrito en noviembre del año pasado y el Ministerio de Trabajo negaba su
homologación. El anuncio de un paro por 72 horas motivó el arreglo en un marco
de extensión de protesta de la sociedad por variadas razones.
Todos los retrocesos y avances
ocurren en simultáneo, producto de una lucha de clases en donde se despliegan
variadas iniciativas políticas en uno u otro sentido.
La cuestión de fondo desde el
gobierno Macri apunta a modificar reaccionariamente la legislación laboral y los
derechos de los trabajadores.
Algunos dicen que eso no es
novedad en el capitalismo, sin embargo, la correlación de fuerzas en
determinados momentos de la historia define derechos para la mayoría social que
vive de su trabajo.
En la coyuntura, con una feroz
ofensiva del capital sobre el trabajo queda demostrada que se puede poner freno
a ciertas groseras iniciativas como la impunidad del caso Correo y el intento
por disminuir los ingresos previsionales.
Ahora, la batalla está centrada
en la docencia y por el tipo de educación, de ciencia y técnica, cuando el
ministro del área científica, con 10 años de antigüedad en el cargo, señala que
hay que reorientar la política de investigación.
Los jóvenes investigadores
supieron ganar la calle y la solidaridad social en diciembre pasado, El
gobierno pateó el tema para el 2017 y todo indica que es necesario continuar
instalando socialmente la cuestión de una ciencia y una técnica para la emancipación.
Trabajadores docentes e
investigadores constituyen el próximo round contra la política de ajuste y
disciplinamiento de trabajadoras y trabajadores. La realidad de estos días
demuestra que con unidad de acción movilizada puede revertir el intento del
gobierno Macri.
Buenos
Aires, 17 de febrero de 2017
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