Al gobierno le preocupa
reactivar la economía, en tanto clave para la disputa del consenso electoral.
La aspiración es ganar en primera vuelta las elecciones de octubre. Teme a la
segunda vuelta y se juega todo en la estabilización económica para ganar
consenso electoral y reconoce los límites del momento económico.
Uno de los límites es la
inversión, y el otro, el saldo de las relaciones internacionales (balance comercial y de
capitales), por lo que apuesta a la otra variable en juego, el consumo, que
también ofrece ciertas limitantes.
Los inversores no apuestan sino
tienen seguridad jurídica sobre sus inversiones, lo que incluye el tipo de
cambio para repatriar y reorientar utilidades. Entre otras cuestiones eso se
expresa en las expectativas sobre los títulos públicos, en alza ante la
posibilidad de cambio de gobierno a fin de año, o en baja cunado suben las
acciones del oficialismo para auto sucederse desde diciembre próximo.
Con el saldo comercial el
problema es que aun con incremento de la cosecha, especialmente las 60 millones
de toneladas de soja, los precios en baja constituyen un serio escollo que
convoca a la retención de la producción en espera de alzas en los precios o
modificaciones al tipo de cambio. El tema se agrava con vencimientos de
intereses y capital de una deuda que crece y deteriora el balance externo de la
economía local, junto a la recurrente fuga de capitales.
Sin posibilidad de ampliar la
inversión o mejorar el balance externo, la expectativa está en el consumo.
Varias discusiones entonces sobre la cuestión, y especialmente desde la
política económica.
Una remite al consumo público,
que tiene sus límites en la capacidad de creación de dinero y su reabsorción
por parte del fisco, o sea, el flujo y reflujo del dinero en acuerdo con la
política monetaria, crediticia y fiscal, asociada al impacto inflacionario.
Otra se vincula al consumo
privado, especialmente popular, mediado por bajísimos ingresos de la mayoría de
los trabajadores. La clave está en los ingresos resultantes de las convenciones
colectivas, los que definen el conjunto de los ingresos fijos, de los no
regularizados y los pasivos, por cierto, muy bajos. El salario promedio rondo
los $6.000 al mes y la jubilación mínima de $4.700 es percibida por el 70% de
más de 6 millones de jubilados nacionales. Al gobierno le preocupa el impacto
fiscal sobre el ajuste salarial de lo que asume en su presupuesto, la presión
empresaria por subsidios para atender incrementos por la demanda salarial y el
impacto en la política financiera y monetaria de los mayores recursos
conquistados en paritarias. Por eso, aun perjurando negociaciones sin techo, la
pretensión es que el porcentaje de actualización corra en paralelo con la
inflación esperada (un 25% y no el 15% que estima el INDEC). La lógica es que
esos mayores ingresos abonen el consumo popular y con ellos se dinamice la alicaída
producción.
El centro está en el consumo,
función económica subordinada a la producción, que define el capital transnacional
en todas las ramas d ela economía. Con ello, el mayor consumo puede lubricar el
consenso electoral al tiempo que consolida la extranjerización de la economía
local. La dependencia profundizada es el resultado del curso de acción en
materia económica. Por ello, el tema no pasa por reactivar la economía como
sea, es decir, vía consumo, sino discutir el modelo productivo de inserción
subordinada en la economía mundial. Es algo bastante minoritario en el debate
electoral 2015 y que solo puede reinstalar en la conciencia social una dinámica
en ascenso del conflicto social y la organización popular para la liberación.
Buenos
Aires, 16 de mayo de 2015
Perdon Julio:
ResponderEliminarLa jubilacion minima es de 3.805 $
La jubilacion "media" puede ser 4.600$.
Al margen,fundamentalmente -creo- que la Conciencia Social pasa mas por el "sentido comun" historicamente, que por el conocimiento real,y me parece que como decia C.M. la sociedad (la propiedad)NOS hace mas "tontos" e inaptivos,se trata de "atontar" el
sentido fundamental de supervivencia,nuestro tan mentado "sentido comun".
Saludos Manuel Dev.