Ganó Merkel en Alemania y se ratifica la política de austeridad
para el país hegemónico de Europa y augura una orientación similar en el viejo
continente. En materia monetaria supone fortalecimiento del euro sobre el dólar
favoreciendo la devaluación relativa de la moneda estadunidense y la
competitividad internacional de la economía yanqui con problemas estructurales
de déficit comercial.
Por su parte, desde la FED en EEUU se anunció la continuidad
de las compras mensuales por 85.000 millones de dólares para sostener la
economía en crisis, ante un pronóstico de menor crecimiento para el 2013, del
rango del 2,3/2,6% previsto al 2/2,3%.
En Europa austeridad. En EEUU fuerte intervención monetaria
desde el Estado. Parecen políticas anti crisis diferentes, pero sin embargo
actúan en paralelo. Europa necesita desmantelar el Estado benefactor, contra
los trabajadores, su lucha y organización. EEUU necesita disputar
competitividad global y por eso sostiene la devaluación monetaria.
Ambos espacios de poder económico mundial sostienen sus
políticas anti crisis para transferir al mundo el costo de la crisis.
Respecto de la Argentina, influida por la economía del dólar,
se acompaña la cotización global retrasando cualquier decisión relativa a una
devaluación y mejora sus términos de intercambio con Europa y con Brasil, que
vuelve a apreciar su moneda producto del ingreso de capitales externos. Brasil
también corrige a la baja la perspectiva de su evolución económica para el
2013.
La crisis continuará en el pronóstico del FMI hacia el
2017/2018. A mitad de camino del inicio de la crisis mundial, el ajuste se
impone, incluso con el voto mayoritario en Alemania. En EEUU, la militarización
sigue siendo considerada un mecanismo macabro de reactivación económica, aun
afectando a numerosos pueblos, hoy con Siria en el epicentro, y no alejada de
agresión los territorios vecinos de Nuestramérica.
Los nuevos datos a la desaceleración de la economía mundial
inciden negativamente en la Argentina, por el comercio, es cierto, pero también
en lo financiero al exacerbar la presión por el cobro bajo otros conceptos,
sean remesas de utilidades al exterior o la sempiterna deuda externa, intereses
o capital.
En eso juegan los acreedores que demandan en EEUU o las
propias sentencias del CIADI, que nos convocan a reiterar la posición de
denunciar los tratados bilaterales de inversión que defienden la seguridad jurídica
de los inversores internacionales, y que suponen hasta ahora unos 500 millones
de dólares en sentencias del organismo dependiente del Banco Mundial. Pero
también la investigación y auditoría de una deuda pública impagable y mientras
la suspensión de los pagos, lo que aliviaría la situación fiscal del país. Solo
hay que considerar que los pagos previstos para el 2014 se consumen todo el superávit
primario establecido en el presupuesto 2014 que se vota esta semana en la Cámara
de Diputados de la Nación.
Buenos
Aires, 23 de septiembre de 2013
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