Salarios mínimos y relaciones laborales


Acaba de realizarse el Vº Encuentro Sindical Nuestra América, ESNA, entre el 21 y 23 de mayo pasado en la Ciudad de México. En el cónclave participaron las principales centrales sindicales de la región, con más de 400 delegados mexicanos y otros 200 representando a 20 países. Los debates concluyeron en la Plaza del monumento a la Revolución, con 5.000 participantes que siguieron con atención reflexiones de representantes de varios países de la región y especialmente de Piedad Córdoba, la senadora del pueblo de Colombia, despojada institucionalmente y perseguida por el régimen político de ese país.
Uno de los temas más destacado y celebrado en las deliberaciones fue la promulgación de la Ley Orgánica del Trabajo, LOT, en Venezuela, por tratarse de un instrumento que marcha a contramano de las regresivas reformas laborales instrumentadas en las últimas dos décadas en nuestros países.
Tabla 1 – Evolución de los Salarios Mínimos en u$s PPA
Puesto
País
Salario mínimo en u$s PPA 2011
Salario mínimo en u$s PPA 2010
Salario mínimo en u$s PPA 2009
Salario mínimo en u$s PPA 2008
Salario mínimo en u$s PPA 2007
1
Argentina
 792
694
 676
716
611
2
 Paraguay
 681
 619
 592
597
567
 3
 Ecuador
 489
 448
 417
432
394
 4
 Chile
 484
 445
446
455
433
 5
 Colombia
 457
 448
 452
455
437
 6
 Perú
 439
 356
 356
355
321
 7
 Venezuela
 348
 370
 377
426
384
 8
 Brasil
 341
 327
310
295
274
 9
 Uruguay
 285
 289
283
282
230
 10
 Bolivia
249
 214
 212
 212
 209

Es relevante el asunto, ya que en el último lustro han mejorado relativamente los salarios del sector “regular” en el mercado laboral, y muy especialmente los salarios mínimos. Resulta de interés discutir ambas realidades y sus vinculaciones recíprocas. Es cierto que han mejorado los indicadores de ingresos de los trabajadores del sector regular, y especialmente del salario mínimo, pero sin modificar la reaccionaria legislación establecida en tiempos de ofensiva neoliberal en los 80´ y en los 90´.
Argentina  tiene el mayor poder adquisitivo medido en dólares respecto de los salarios mínimos de 10 países de la región para el 2011(Tabla 1)[i], y seguido del Paraguay, aunque en la relación 2011-2007 ha sido el Perú el que encabeza la recuperación del salario mínimo, con un 36,73%, seguido de Argentina con 29,62% (Tabla 2). Al final de la Tabla 2 aparece Colombia con una recuperación del 4,63% y el único con valores negativos es Venezuela con un registro de -9,31%, o sea, pérdida de más del 9% de la capacidad de compra respecto de los últimos años.
Tabla 2 – Variación anuales y totales de los Salarios Mínimos en u$s PPA
Puesto
País
Variación 2011-2007
Variación 2011-2010
Variación 2010-2009
Variación 2009-2008
Variación 2008-2007
1
Perú
36,73%
23,13%
0,13%
0,28%
10,59%
 2
 Argentina
29,62%
14,07%
2,71%
-5,59%
17,18%
 3
Brasil
24,50%
4,35%
5,46%
5,08%
 7,66%
 4
Ecuador
24,00%
9,11%
7,38%
-3,47%
9,64%
 5
Uruguay
23,83%
-1,34%
2,01%
0,35%
 22,61%
 6
Paraguay
20,05%
9,99%
4,55%
-0,84%
5,29%
 7
 Bolivia
19,00%
16,21%
0,96%
0,00%
1,44%
 8
 Chile
10,76%
8,77%
-0,22%
-1,98%
5,08%
 9
 Colombia
4,63%
2,14%
-0,96%
-0,66%
4,12%
 10
 Venezuela
-9,31%
-5,96%
-1,77%
-11,50
10,59%

Son interesantes los datos que presentan ambas Tablas para países con diferente orientación de política económica. Lo que pretendemos, es llamar la atención sobre algunas cuestiones estructurales relativo al empleo y a la relación salarial en el capitalismo en la región. Hemos mencionado el caso de la reciente aprobación de la LOT, Ley Orgánica del Trabajo en Venezuela, porque este país aparece último y con registro negativo en la evolución del salario mínimo. La LOT establece la reducción de la semana laboral de 44 a 40 hs, con 8 hs diarias y dos días de descanso; la extensión del permiso postnatal de 12 a 20 semanas; la inamovilidad de dos años para ambos padres después del parto; pago doble de prestaciones por despido injustificado; elimina los contratos de “outsourcing” (tercerización) entre otras cuestiones relevantes. Existe un debate sobre la práctica de gestión de los trabajadores en las empresas venezolanas, participación estatal mediante, que renueva la discusión sobre las relaciones laborales en el capitalismo, máxime en un país que se propone el tránsito al socialismo.
Los indicadores presentados dan cuenta de un incremento en los salarios mínimos entre 2007 y 2011, claro que es una conclusión válida para los trabajadores registrados, que como sabemos, en la coyuntura del desarrollo capitalista contemporáneo, son la minoría. La mayoría de los trabajadores pertenecen al sector informal o no regularizado, sin seguridad social, que en muchos casos perciben ingresos por debajo del mínimo. Son entonces, dos aspectos a considerar. Por un lado el crecimiento de los mínimos salariales, que aun cuando se trata de una minoría indica una pauta del piso de ingreso de los trabajadores. Para muchos es un objetivo o una referencia, aún siendo insuficiente para resolver la canasta familiar de los trabajadores. La otra cuestión es que el mínimo, por mucho que crezca no destaca lo principal, ni de los ingresos del conjunto de los trabajadores, ni de la relación de los trabajadores con el capital actuante en cada país.
El salario mínimo es una referencia importante, sí, pero necesita relacionarse con otras variables. Una es la evolución de los precios de los productos y servicios que realmente adquiere la familia del trabajador, más allá de los índices oficiales de inflación. Es relevante el tema en el caso argentino ante la manipulación de los datos del INDEC, con una inflación real que discute las recuperaciones del poder de compra. Otra variable son las ganancias empresarias, las que definen la brecha en la división funcional del ingreso y que responden a una creciente concentración y centralización del capital. En definitiva, no solo se trata de los ingresos, sino de los derechos de los trabajadores y su lugar en la producción material de bienes y servicios, lo que define su capacidad de consumo y posibilidad de emancipación social.
Buenos Aires, 26 de mayo de 2012

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