Caracas, 10 Ago. AVN .- Con la aprobación del aumento del techo de la deuda en Estados Unidos aprobado la semana pasada por el Congreso, el costo de crisis económica recae todavía más en los sectores más vulnerables de ese país.
Así lo expresó a la Agencia Venezolana de Noticias (AVN), el economista y Doctor en Ciencias Sociales, argentino Julio Gambina.
Para el especialista, el acuerdo logrado entre demócratas y republicanos “pospone” las soluciones integrales que requiere Estados Unidos para reactivar su economía.
“Dentro de dos años, puede repetirse la demanda de ampliación de la capacidad de endeudamiento estatal”, explicó Gambina.
El economista detalló que el déficit comercial estadounidense es “crónico” y se incrementa desde la década del 70, teniendo picos de crecimiento con “con la militarización de la economía y la sociedad” durante los dos gobiernos del ex presidente George W. Bush (2001-2009).
El acuerdo aprobado, que generó fuertes polémicas en Estados Unidos, incluye “más deuda y un equivalente de ajuste fiscal, principalmente en el gasto social, con lo cual se transfiere a los sectores sociales más vulnerables el costo de la crisis”, afirmó Gambina.
El economista indicó que el plan avalado por el Parlamento no genera reactivación económica y afecta derechos sociales que servían para paliar la crisis.
Gambina además señaló que la recuperación financiera del país es menor de lo esperada, ya que “está disminuida la potencia del crédito” en una “sociedad altamente endeudada”.
Con el nuevo ajuste se impacta a “sectores de bajos ingresos, impidiendo una generalizada propensión al consumo de la población empobrecida y con escasa capacidad en motorizar el crédito”, remarcó.
La restauración de la hegemonía
Con un desempleo que roza al 10% de la población y un gasto militar millonario para sostener invasiones como las de Irak, Afganistán y ahora Libia, el gobierno de Estados Unidos intenta por estos días restaurar el consenso mundial a su favor.
Por esta razón, los miembros del G-20 realizaron este miércoles teleconferencias y reuniones donde decidieron poner en marcha “todas las medidas necesarias” para respaldar la actual economía global.
Sobre este aspecto, Gambina sostuvo que frente a la crisis, Estados Unidos ve debilitada “su capacidad de dominación”, por lo cual busca “ampliar el espectro de consenso mundial a sus políticas de acción global para la liberalización económica”.
El catedrático argentino expresó que la dominación estadounidense incluye los aspectos económicos, militares e ideológicos-culturales, la cual será defendida por el actual gobierno del presidente Barack Obama.
“Todo el mundo es acreedor de Estados Unidos y su deuda acrecentada es un mecanismo de reproducción de su capacidad de dominación”, aseveró Gambina.
Como ejemplo, el economista explicó que el principal acreedor de Washington es China, que se mantiene “prisionero de la evolución económica” de la nación del norte.
La nación asiática y segunda economía mundial “crece por el impacto de las inversiones de Estados Unidos y otros países, del mismo modo que Estados Unidos depende del financiamiento chino y del conjunto del mundo”, destacó.
EEUU y su impacto en América Latina
Para Gambina, la crisis económica estadounidense tiene sus consecuencias en América Latina de modos diferentes, ya que “buena parte de nuestras economías están dolarizadas”.
Por esta situación, “todo movimiento en la moneda de Estados Unidos impacta en las relaciones de intercambio de nuestros países”.
“De hecho, ocurre una devaluación del dólar y, según sea la política cambiaria de nuestros gobiernos, ocurren apreciaciones, como en Brasil, o depreciaciones, como en Argentina, de las monedas locales”, manifestó.
La actual situación de recesión estadounidense y otras potencias, principalmente en Europa, permite que varias economías de Latinoamerica tiendan a “emerger” debido a que son destinos de nuevas inversiones.
Según Gambina, estas inversiones extranjeras que recaen en América Latina “en muchos casos son de tipo especulativo y en otros, concentrados en la explotación de recursos naturales con sus efectos depredadores y de profundización de una economía dependiente”.
Así lo expresó a la Agencia Venezolana de Noticias (AVN), el economista y Doctor en Ciencias Sociales, argentino Julio Gambina.
Para el especialista, el acuerdo logrado entre demócratas y republicanos “pospone” las soluciones integrales que requiere Estados Unidos para reactivar su economía.
“Dentro de dos años, puede repetirse la demanda de ampliación de la capacidad de endeudamiento estatal”, explicó Gambina.
El economista detalló que el déficit comercial estadounidense es “crónico” y se incrementa desde la década del 70, teniendo picos de crecimiento con “con la militarización de la economía y la sociedad” durante los dos gobiernos del ex presidente George W. Bush (2001-2009).
El acuerdo aprobado, que generó fuertes polémicas en Estados Unidos, incluye “más deuda y un equivalente de ajuste fiscal, principalmente en el gasto social, con lo cual se transfiere a los sectores sociales más vulnerables el costo de la crisis”, afirmó Gambina.
El economista indicó que el plan avalado por el Parlamento no genera reactivación económica y afecta derechos sociales que servían para paliar la crisis.
Gambina además señaló que la recuperación financiera del país es menor de lo esperada, ya que “está disminuida la potencia del crédito” en una “sociedad altamente endeudada”.
Con el nuevo ajuste se impacta a “sectores de bajos ingresos, impidiendo una generalizada propensión al consumo de la población empobrecida y con escasa capacidad en motorizar el crédito”, remarcó.
La restauración de la hegemonía
Con un desempleo que roza al 10% de la población y un gasto militar millonario para sostener invasiones como las de Irak, Afganistán y ahora Libia, el gobierno de Estados Unidos intenta por estos días restaurar el consenso mundial a su favor.
Por esta razón, los miembros del G-20 realizaron este miércoles teleconferencias y reuniones donde decidieron poner en marcha “todas las medidas necesarias” para respaldar la actual economía global.
Sobre este aspecto, Gambina sostuvo que frente a la crisis, Estados Unidos ve debilitada “su capacidad de dominación”, por lo cual busca “ampliar el espectro de consenso mundial a sus políticas de acción global para la liberalización económica”.
El catedrático argentino expresó que la dominación estadounidense incluye los aspectos económicos, militares e ideológicos-culturales, la cual será defendida por el actual gobierno del presidente Barack Obama.
“Todo el mundo es acreedor de Estados Unidos y su deuda acrecentada es un mecanismo de reproducción de su capacidad de dominación”, aseveró Gambina.
Como ejemplo, el economista explicó que el principal acreedor de Washington es China, que se mantiene “prisionero de la evolución económica” de la nación del norte.
La nación asiática y segunda economía mundial “crece por el impacto de las inversiones de Estados Unidos y otros países, del mismo modo que Estados Unidos depende del financiamiento chino y del conjunto del mundo”, destacó.
EEUU y su impacto en América Latina
Para Gambina, la crisis económica estadounidense tiene sus consecuencias en América Latina de modos diferentes, ya que “buena parte de nuestras economías están dolarizadas”.
Por esta situación, “todo movimiento en la moneda de Estados Unidos impacta en las relaciones de intercambio de nuestros países”.
“De hecho, ocurre una devaluación del dólar y, según sea la política cambiaria de nuestros gobiernos, ocurren apreciaciones, como en Brasil, o depreciaciones, como en Argentina, de las monedas locales”, manifestó.
La actual situación de recesión estadounidense y otras potencias, principalmente en Europa, permite que varias economías de Latinoamerica tiendan a “emerger” debido a que son destinos de nuevas inversiones.
Según Gambina, estas inversiones extranjeras que recaen en América Latina “en muchos casos son de tipo especulativo y en otros, concentrados en la explotación de recursos naturales con sus efectos depredadores y de profundización de una economía dependiente”.
Muy claro, y muy interesante. Sobre todo cuando se refiere a las políticas cambiarias en Brasil y Argentina y como inciden éstas en la economía de cada uno teniendo en cuenta las últimas profundizaciones en las relaciones de éstos países.
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