Plan Estratégico Agroalimentario, asignación universal y Banco del Sur


La característica de política económica en la región latinoamericana pasa por la explotación de los recursos naturales y una política social compensadora.
Es el petróleo y el gas en Venezuela, Bolivia o Ecuador, y ahora en Brasil; el cobre en Chile y el agua y la tierra en los países especializados en producción agraria. Decimos agua y tierra porque cada árbol ó tonelada de grano se lleva nutrientes de la tierra y líquido elemento en cantidades inmensas. Y en materia de política social se llama Bolsa Familia en Brasil, Juancito Pinto en Bolivia, Chile Solidario en el país vecino, Familias en Acción en Colombia, Juntos en Perú, Oportunidades en México, o las misiones en Venezuela y en Argentina la Asignación Universal por hijo. En todos los casos son programas de transferencia de renta, masivos aunque no universales.
Son países con distinta orientación ideológica o programática y sin embargo en todos, el eje de la acumulación, del modelo productivo es la explotación de los recursos naturales. Es un modelo que requiere compensaciones para aminorar las desigualdades por ingresos y por eso la política social compensatoria.
Ese es el marco para analizar anuncios y decisiones económicas esta semana, tal como el Plan Estratégico Agroalimentario (PEA), la actualización de la asignación universal por hijo (AUH) y la aprobación parlamentaria del Banco del Sur (BS).
Plan agropecuario
Respecto del PEA se conocieron los objetivos hacia el 2020 con una ampliación de la frontera agrícola y una superación de la producción agropecuaria desde los 100 millones de toneladas hacia las 160 millones, con una capacidad de abastecer a 400 millones de personas, o aún  a más, según informó la Jefa del Estado. Es una confirmación del modelo productivo agrario que satisface la demanda de industrializar el campo y que preocupa al sector de la agricultura familiar, a las comunidades campesinas y de pueblos originarios, a los pueblos fumigados y a los defensores del medio ambiente que temen por la destrucción medio ambiental, la pérdida de bosques a mano de la agricultura industrial para la exportación.
El anuncio se realizó ante parte importante de la cúpula empresarial y es parte de la confirmación de un bloque social que otorga sustento y consenso a una política plebiscitada en las recientes elecciones primarias y que son parte de la previsible confirmación en las presidenciales de octubre. Es una situación verificada en oportunidad de obtener el acuerdo de salario mínimo, asociando a la cúpula empresarial y sindical. Del mismo modo que se puso de manifiesto en el día de la industria. Son señales de construcción de un bloque para el pacto social, que como tal legitima el “modelo” hacia el conjunto de la sociedad.
Actualización de la asignación
El ajuste de la AUH, necesario para los receptores confirma la tendencia a compensar en sectores empobrecidos con asistencia estatal, lo que el modelo de desarrollo no facilita por medio del empleo y la actividad productiva.
Estudios de la CEPAL confirman el papel de los programas de transferencia de renta, generalizados en la región, como necesarios para sostener en el gobierno a los proyectos políticos actuantes en la región, más allá de sus diferenciados signos ideológicos.
Es por eso que junto al crecimiento productivo y para sellar el pacto social, se imponen políticas compensatorias para los pobres.
Estatus parlamentario para el Banco del Sur
Vale mencionar la importancia que significa el aval de Diputados a la media sanción de la Cámara de Senadores sobre el Banco del Sur, porque acerca su funcionamiento operativo, puesto que ahora son Venezuela, Ecuador, Bolivia y la Argentina los países que le otorgan acuerdo parlamentario a la iniciativa.
Claro que para que la medida se haga operativa resta que otros países avancen en el mismo sentido, y esa no parece ser la voluntad, especialmente en Brasil, Paraguay, o Uruguay. Ya pasaron 4 años desde que la iniciativa se lanzó al ruedo, en un lapso de despliegue de la crisis mundial del capitalismo. Es cierto que ahora, para constituir el Consejo Económico Financiero de la Unasur se menciona la profundidad y continuidad de la crisis, pero si ahora es necesario un banco de desarrollo regional, mucho más lo hubiese sido en momentos críticos como los transcurridos.
También deben incluirse en el comentario las demandas del movimiento popular que reclama una ampliación del escaso capital que se piensa para la entidad (solo 10.000 millones de dólares), cuando solo entre Argentina y Brasil se suman 400.000 millones de reservas internacionales. Son reclamos que se extienden a los mecanismos de resolución de la gestión financiera, solicitando la participación social en la política crediticia y en el modelo productivo a impulsar.
Campaña electoral sustentada en 10 millones de votos
En síntesis, el consenso político logrado el 14 de agosto, con 10 millones de votos, merece lecturas a dos puntas. El poder económico cierra filas detrás de la conducción del sistema de acumulación tal y como hoy se presenta, verificado en cuantiosas ganancias. Desde el gobierno, se entendió a la masividad del respaldo en las urnas como oportunidad para avanzar en campaña electoral con anuncios que consolidan el rumbo y con pretensión de ratificar la votación para un nuevo mandato presidencial a fines de octubre.
No resulta menor comprender la suma del consenso electoral con un bloque social articulado detrás del proyecto del gobierno, en situación de crisis de la economía mundial. Es lo que permite mostrar al país en el mundo como el modelo de la buena política, especialmente en economía, por los éxitos del crecimiento. La Argentina empieza a ser señalada como ejemplo de lo que debe hacerse en política económica. Se le sugiere a Grecia, por ejemplo. El modelo tiene en origen el “no pago de la deuda” (claro que transitorio), y la salida del euro para “devaluar y buscar competitividad”. Es bueno interrogarse al respecto, sobre beneficiarios y perjudicados en el ciclo (la década), y especialmente sobre la estructura económico social que emerge de la “solución nacional” a la crisis del 2001.
Los cambios estructurales y regresivos de los 90´ se consolidaron. De allí la sojización, la mega minería a cielo abierto y la industrialización subordinada y de ensamble. Todo ello conducido por el capital transnacional. El consenso político de los 90´ estalló ante la revuelta popular. El objetivo de reconstruir el poder del gobierno Duhalde (2002) empezó a materializarse con las elecciones del 2003 y más aún con la renovación presidencial del 2007, despojado ya de las influencias políticas del líder del peronismo federal. Las tensiones en el seno del poder entre 2008 y 2009 parecen haberse cerrado con los datos de la política en proceso entre agosto y octubre del 2011.
Es un desafío intelectual y político reconstituir subjetivad para el cambio político, para organizar la respuesta necesaria para otro modelo económico, que articule una alianza social y política sustentada en un programa de soberanías (alimentaria, energética, medioambiental, financiera, económica) que empuje una construcción regional de otro mundo posible. Es que la crisis capitalista continúa y no son variantes de capitalismo las que permiten avizorar soluciones para los trabajadores, ya que la etapa en curso se constituye en el mundo como una gigantesca ofensiva del capital contra el trabajo, con desempleo y precariedad.
Se trata de pensar en otra sociedad ante la crisis, que no reproduzca la histórica funcionalidad primaria exportadora de nuestra región, más allá de compensaciones de renta a pobres, y que elimine la ofensiva y la sociedad de la explotación.

La coyuntura económica en Argentina luego de las elecciones primarias del 14/08/11


La semana que pasó resulta interesante para analizar desde la economía el escenario nacional a posteriori de las elecciones primarias.
Mientras se informó de la recaudación récord de la AFIP en agosto, el BCRA tuvo que vender una importante cantidad de dólares para evitar la disparada de la divisa estadounidense que igualmente se colocó en 4,24 pesos por dólar, en una suerte de minidevaluación que contribuye a sostener el saldo positivo del intercambio comercial de la Argentina con el mundo.
El título resumen del comentario podría ser que “sube la recaudación y bajan las reservas internacionales”, que ya se ubican por debajo de los 50.000 millones de dólares (las autoridades señalan que las reservas están para ser usadas y de hecho, en el transcurso del año se utilizaron unos 2.500 millones de dólares).
Más allá de los anuncios en las subas de los recursos fiscales y previsionales, y la baja de las reservas internacionales, sobresalen en la coyuntura las buenas relaciones del empresariado con el gobierno.
Las sintonías políticas entre cúpulas y gobierno
Se destaca el festejo del día de la Industria, realizada en territorio propicio para las autoridades, en la muestra Tecnópolis, donde las palabras de los industriales, haciendo balance sobre la evolución de sus negocios convalidan la política oficial.
La sintonía se expresa en un ciclo de negocios con cuantiosas ganancias, sumado al resultado electoral de las primarias, que anticipa otro período gubernamental presidido por Cristina Fernández.
En la lógica política del poder económico, conviene adecuarse a los tiempos por venir. Desde la cúpula empresarial se espera continuidad de gobierno y de su política.
Al mismo tiempo, vale la pena pensar en otras voces empresarias, de sectores pequeños y medianos, de la industria y del agro, demandan ser considerados por el proyecto oficial en la nueva etapa. Quieren ser convidados como sujetos organizadores del orden económico en la próxima fase e imaginan la posibilidad de un desarrollo económico a contramano de la concentración y extranjerización de la economía, un proceso que se verifica en los datos que difunde el INDEC en la Encuesta Nacional de Grandes Empresas que se realiza anualmente.
El papel de los trabajadores ya fue definido en el Consejo del Salario la semana anterior, siendo asociado subordinadamente a la negociación con el sector empresario, fuertemente mediado por el sector público que sostiene su capacidad de definición en el abultado resultado electoral de las primarias.
Los datos de la recaudación, el consenso y el “modelo”
Las cifras difundidas por la AFIP explican por sí mismo la situación económica y el impacto político.
El IVA sigue siendo el mayor ingreso tributario, colectando en agosto 13.565 millones de pesos (3.189 millones de dólares a 4,24 el tipo de cambio). Es un impuesto al consumo y la mayoría de los analistas políticos coinciden en que el abultado triunfo de las primarias se debió a la economía y más precisamente al consumo en los distintos sectores, sean de bajos o altos ingresos.
La recaudación de ganancias es elevada, del orden de 9.009 millones de pesos (2.125 millones de dólares) con la mayor proporción de crecimiento de recaudación tributaria de agosto del 2010 a agosto del 2011, dando cuenta de la importante rentabilidad de las empresas.
Sobresale también la contribución proveniente del comercio exterior, con ingresos por 6.883 millones de pesos (1.623 millones de dólares) en su gran parte explicados por las exportaciones, donde la soja sigue brillando con precios en alza, aún con bajas de otras comodities producto de la desaceleración de la economía mundial, tal el caso del petróleo.
Un dato que llama la atención en la recaudación es que el 29% informado proviene de la seguridad social y resulta muy discutida su inclusión como recurso fiscal, pues son fondos que pertenecen al régimen previsional y que debieran ser administrados por los beneficiarios más que por el fisco, lo que supone todo un debate.
La cúpula empresarial difunde su apoyo a la evolución de la economía, ratificada por los guarismos informados por la AFIP. La cúpula sindical subordina sus reclamos ante la mediación de la autoridad política sostenida en 10 millones de votos.
Nuestro interrogante en la coyuntura apunta a pensar a todo lo que queda afuera de las cúpulas, empresarias, sindicales, o políticas, ya que más allá de los consensos electorales y el elevado consumo, sobrevive la carestía de la vida; la informalización del empleo y la subsistencia de fenómenos sociales que explican el empobrecimiento de parte importante de la población.
Es que el fenómeno del consumo está vinculado al modelo productivo de desarrollo que se define en la primarización extranjerizada de la economía y una política social compensatoria.
Más interrogantes para otro modelo productivo
¿Es posible pensar en otra lógica de organización de las relaciones sociales en la economía?
La Presidente convoca ahora a “industrializar la ruralidad”, y desde el poder agrario le responden que la tecnología del paquete productivo administrado por las transnacionales de la biotecnología y el modelo de gestión altamente maquinizado ya supone la industrialización, que no puede entenderse la expansión de industria automotriz o de la construcción por fuera del modelo productivo industrializado del campo.
¿Qué opinan al respecto los pequeños y medianos productores no tributarios de la sojización? ¿Los pueblos originarios y los sectores de la agricultura familiar? ¿Los pueblos fumigados?
En tiempos de revolución agraria y hambre mundial (1.020 millones de personas consigna la FAO a diciembre del 2009), crisis alimentaria mediante, bien vale cuestionar el modelo de desarrollo e interrogarse sobre posibles caminos alternativos que favorezcan soberanía alimentaria, energética, medioambiental o financiera.